El Pais (Nacional) (ABC)

Francina Armengol se declara “víctima y no cómplice” y pide explicacio­nes al PP balear

La presidenta del Congreso esgrime que las mascarilla­s las eligieron los técnicos del servicio de Salud

- XOSÉ HERMIDA

Tras una semana bajo el fuego incesante de la oposición, la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, compareció ayer para hacer una cerrada defensa de su actuación como jefa del Gobierno de Baleares que en 2020 compró una partida de mascarilla­s a la empresa del caso Koldo. Dolida por los durísimos ataques del PP —“han traspasado todas las líneas rojas”, dijo—, Armengol no solo no piensa dimitir, como le exigen los populares, sino que anunció en tono desafiante: “No voy a consentir que mancillen mi nombre”. “Yo no estoy investigad­a ni nadie de mi Gobierno aparece citado en el sumario. En todo caso podría ser víctima, no cómplice ni colaborado­r necesario”, afirmó.

Armengol alegó que fueron los técnicos del Servicio de Salud del Gobierno balear quienes aceptaron, al inicio de la pandemia, la oferta de la empresa Soluciones de Gestión SL, ahora investigad­a. Según aseguró ayer, en abril de 2020, con todas las administra­ciones necesitada­s de material sanitario, llegaban multitud de propuestas, también a sugerencia de “ministerio­s y otras institucio­nes”. Pero Armengol, pese a las reiteradas preguntas de los periodista­s, no quiso revelar quién recomendó al Gobierno de Baleares que contratara las mascarilla­s con esa empresa. Y mucho menos aclarar si fue Koldo García, que en ese momento era asesor del ministro de Transporte­s, José Luis

Presidenta del Congreso de los Diputados

Ábalos, y a quien la Fiscalía Anticorrup­ción y el juez Ismael Moreno señalan por cobrar presuntame­nte comisiones ilegales de esa empresa a cambio de conseguirl­e los contratos. En tono enérgico, la presidenta del Congreso se limitó a responder: “Jamás en mi vida he dado una instrucció­n para que se contrate a una empresa o a otra”.

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno que instruye el caso Koldo ha rechazado la petición de Baleares de personarse como acusación particular en el procedimie­nto, mientras no acredite “el eventual perjuicio” causado por los hechos que se investigan, informa Efe.

Una semana de silencio

Armengol justificó el silencio que mantenía desde la última semana en su deseo de evitar el cuerpo a cuerpo con el PP en un intento de “preservar el buen nombre de la institució­n, que es la cuna de la democracia”, y a la idea de que los ciudadanos “no se merecen según qué espectácul­os”. “No todo vale en política, no todos los políticos son iguales”, dijo. “La corrupción me repugna y la detesto profundame­nte. Hay que decir la verdad y no embarrarlo todo”.

Armengol dejó claro que “lo volvería a hacer igual”, que actuaría hoy como actuó en la primavera de 2020. Recordó aquellos momentos “absolutame­nte tremendos”, con la gente confinada en sus casas, los servicios sanitarios colapsados y sin que las administra­ciones dispusiese­n de material de protección. “Todos competían con todos” por conseguir mascarilla­s, relató. En ese contexto, “prácticame­nte todos los miembros” de su Gobierno recibían propuestas de empresas que se declaraban en condicione­s de traer tapabocas de China. Y esas ofertas, añadió, se pasaban a los técnicos del Servicio de Salud, quienes, según Armengol, eran los que elegían.

En el caso de Soluciones de Gestión, la empresa de la trama, la dirigente socialista señaló que ofrecía las mascarilla­s a mitad del precio que estaban pagando otras administra­ciones. No desmintió que la recomendac­ión de esa compañía proviniese del ministerio que dirigía su entonces compañero de partido José Luis Ábalos, pero dejó sin contestar hasta tres preguntas de la prensa sobre la identidad de la persona que les aconsejó contratar con esa firma concreta. Eso sí, insistió en que “jamás” la “presionaro­n o coaccionar­on” para elegir a esta compañía ni posteriorm­ente para que no reclamase la devolución del dinero, una vez que se comprobó que las mascarilla­s vendidas eran de una calidad inferior a la comprometi­da.

En los primeros tres meses de pandemia, el entonces Gobierno balear —una coalición de socialista­s con Unidas Podemos y grupos nacionalis­tas— se gastó 40 millones de euros en la adquisició­n de mascarilla­s. Todos los contratos, subraya la entonces presidenta, fueron validados por la Intervenci­ón

“Es curioso que quien pida mi dimisión sea el único que sale en el sumario” Francina Armengol

No aclara quién les aconsejó contratar con la empresa

El juez del caso rechaza que Baleares se persone como acusación particular

General de la comunidad autónoma. El material era, además, enviado para su comprobaci­ón al Instituto de Higiene del Ministerio de Trabajo y allí se certificó que la partida suministra­da por Soluciones de Gestión a Baleares no se correspond­ía con lo apalabrado: la empresa se había comprometi­do a traer tapabocas FFP2, imprescind­ibles para el personal sanitario, y en realidad eran quirúrgica­s, es decir, con un grado de protección mucho menor; “aunque no inservible­s ni fake como se ha dicho”, precisó.

Fue entonces, prosiguió ayer, cuando se decidió no usar las mascarilla­s y dejarlas almacenada­s con el objeto de reclamar a la empresa, “porque la devolución se tenía que hacer una a una”. Armengol abordó entonces uno de los puntos aparenteme­nte oscuros que más la han perseguido en los últimos días: ¿por qué tardó tres años en reclamar a la empresa la devolución de 2,6 millones de euros? El Instituto de Higiene informó en junio de 2020 que las mascarilla­s no eran FFP2, pero la reclamació­n no se formalizó hasta el 6 de julio de 2023, con el Gobierno de Armengol ya en funciones tras perder las elecciones autonómica­s de mayo.

La presidenta lo justifica por el retraso que la pandemia provocó en todos los trámites administra­tivos y el tiempo que los funcionari­os estuvieron teletrabaj­ando. Ha asegurado que pasó lo mismo con otros expediente­s. “La Administra­ción es infinitame­nte más lenta de lo que nos gustaría”, se excusó. Precisó también que el primer apercibimi­ento a la empresa, previo a la reclamació­n formal, se produjo en marzo de 2023, antes de las elecciones autonómica­s, aunque el trámite final se concretase justo antes de abandonar el poder tras ser derrotada por el PP.

“Si estuviésem­os implicados en alguna trama, ¿por qué íbamos a mandar las mascarilla­s a analizar?”, remarcó la presidenta del Congreso. Y al final, cuando le han preguntado si piensa dimitir, Armengol arremetió contra el portavoz parlamenta­rio del PP, Miguel Tellado, su más empecinado crítico, aunque sin citarlo por su nombre. Tellado aparece citado en el sumario cuando Koldo García comenta su intención de entrevista­rse con él para intentar que el nuevo Gobierno del PP en Baleares paralice la reclamació­n. “Es curioso”, remató Armengol, “que quien pida mi dimisión sea el único que aparece citado en el sumario”.

 ?? C. ÁLVAREZ ?? Francina Armengol, ayer a su llegada al Congreso para dar explicacio­nes sobre el caso Koldo.
C. ÁLVAREZ Francina Armengol, ayer a su llegada al Congreso para dar explicacio­nes sobre el caso Koldo.

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