El Pais (Nacional) (ABC)

Milagroso Casademont Zaragoza

El equipo ha pasado en cuatro años de la nada al desempate ante el Cukurova turco para pisar la Final Four de la Euroliga

- FERNANDO MIÑANA

La escena, por la fuerza del momento, se ha vuelto icónica. Vega Gimeno, la capitana del Casademont Zaragoza, agarró un micrófono, se fue al centro de la cancha del pabellón Príncipe Felipe, y gritó: “¡Nos vamos al tercer partido! Gracias, gracias, gracias y 800.000 veces gracias. Nos vamos todos a Turquía la semana que viene a ganar esta eliminator­ia”. El público, más de 5.600 espectador­es, estalló de felicidad. Su equipo acababa de tumbar al todopodero­so Cukurova turco (57-56), el subcampeón de la Euroliga, en el segundo partido de la eliminator­ia para entrar en la Final Four. El desempate se jugará este miércoles (17.30 horas) en el Servet Tazegül Arenac, un pabellón que reunirá a no menos de 7.850 personas, las que acudieron al primer partido (79-62).

Todos en Zaragoza saben que es una utopía volver a sorprender al Cukurova. Pero ahí vuelve a emerger Vega Gimeno: “No hemos viajado hasta aquí para perder”. No le falta razón. El Casademont Zaragoza es un club de los más potentes de España, pero que no pasa de modesto en Europa. La plantilla y el equipo técnico de Carlos Cantero, su entrenador, no han viajado hasta Mersin, casi mil kilómetros al sur de Estambul, en un cómodo vuelo chárter. Su periplo del lunes se alargó durante 15 horas. A las siete y media de la mañana cogieron un autobús de Zaragoza a Barcelona, de ahí volaron a Estambul, donde se subieron a otro avión hasta la región de Mersin, y de ahí, otro autocar hasta la ciudad donde se va a celebrar uno de los partidos más importante­s de su corta historia. Las jugadoras, que casi pierden las maletas en el enlace, llegaron al hotel a las 22.30 horas.

El Casademont Zaragoza es un invento reciente. El baloncesto femenino había echado raíces en la capital aragonesa a principios de siglo con el Mann Filter. Un equipo que tenía su casa en el pabellón Siglo XXI y que creció de la mano de figuras como Elena Tornikidou, Marina Ferragut o Lucila Pascua, que también llegó a ser tercero en la Liga (20022003) y subcampeón de la Copa de la Reina (2004-2005), se fajó entre 2000 y 2013, cuando, estrangula­do por las deudas, desapareci­ó. Pero el club, que ya tenía un equipo masculino en la ACB, volvió a crear la sección hace cuatro años.

El año pasado acogieron la Copa de la Reina y su historia dio un vuelco radical. El Casademont Zaragoza, después de vencer al Valencia en las semifinale­s y al Avenida en la final, se proclamó campeón en un Príncipe Felipe atiborrado con 10.800 espectador­es. Era la presentaci­ón de la Marea Roja. A partir de entonces no había partido importante del Zaragoza que no reuniera a 6.000 seguidores. “Ha ido poco a poco. Al principio no venían a vernos más de 300 o 400 personas, pero ahora la media es de casi 6.000. Se ha hecho con mucho mimo y nosotras, después de cada partido, nos quedamos 30 o 40 minutos haciéndono­s fotos y firmando autógrafos. Nos han inculcado esa filosofía: devolver el apoyo que nos dan”, dice Vega desde Turquía.

La capitana sabe que sin victorias del equipo de Cantero, renovado hasta 2026, no existiría la Marea Roja, pero piensa que hay algo más. “Tenemos una forma de jugar muy dinámica y divertida. Estos últimos años han fichado a jugadoras con mucho carácter, que celebran las canastas, se giran hacia el público y conectan con la grada. Yo nunca había vivido algo así”, explica Vega, de 33 años, hija de un jugador de balonmano y hermana de un portero profesiona­l de fútbol sala, que dejó su Valencia natal a los 14 años para ingresar en la residencia Blume.

En uno de sus equipos, el Rivas Ecópolis, disputó en 2012 la final de la Euroliga de la que salió el último campeón de Europa español, el Ros Casares Valencia. Un año antes venció el Halcón Avenida Salamanca, y en 1992 y 1993, el Dorna Godella sumó dos títulos seguidos. No ha habido otro. El Casademont Zaragoza, liderado por su capitana, Mariona Ortiz y Leo Fiebich (MVP de la Liga Femenina) aún tiene opciones, aunque eso implica derrotar a un rival con jugadoras tan potentes como Marina Mabrey, Kahleah Cooper, Stephanie Mavunga o la española María Araujo. “Una jugadora de su equipo cobra lo mismo que casi toda nuestra plantilla. Lo nuestro tiene mucho mérito”, remata Vega.

El conjunto tardó 15 horas para llegar a la ciudad donde se jugará el encuentro

“Una jugadora suya cobra lo mismo que casi toda nuestra plantilla”, dice Vega

 ?? ?? Las jugadoras del Casademont Zaragoza festejan el triunfo ante el Cukurova, en una imagen del club.
Las jugadoras del Casademont Zaragoza festejan el triunfo ante el Cukurova, en una imagen del club.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain