“Toda filtración es reprobable, pero este ilícito es de la Fiscalía”
Eugenio Ribón Decano del Colegio de la Abogacía de Madrid
El Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) ha denunciado a la Fiscalía por emitir un comunicado que desmentía los datos tergiversados y falsedades que el equipo de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, estaba vertiendo contra el ministerio público a raíz del procedimiento abierto contra su pareja, Alberto González Amador, por supuesto fraude fiscal. El decano del ICAM, Eugenio Ribón, defiende su actuación.
Pregunta. ¿Por qué acuden a la vía penal contra la Fiscalía?
Respuesta. El comunicado de la Fiscalía es un hecho sin precedentes. Hay un quebrantamiento del principio de confianza, del secreto de las comunicaciones entre abogado y fiscal. Supone dinamitar el protocolo de conformidad en los términos de reserva. Reventar el secreto de las comunicaciones es atacar a la esencia del derecho de defensa y diluir el principio de la tutela judicial efectiva. Por tanto, ante un hecho de extraordinaria gravedad, teníamos que tener una respuesta a la altura para depurar responsabilidades.
P. ¿Hablaron con el abogado afectado o con su defendido [Alberto González Amador]?
R. Como junta de gobierno, no descendemos al caso concreto. La obligación que tiene el colegio es velar por el secreto de las comunicaciones, el deber de confidencialidad de las partes y el derecho de defensa en términos generales, porque trasciende de un caso concreto.
P. El equipo de Ayuso filtró antes un correo tergiversado para acusar a la Fiscalía de estar ofreciendo un pacto, cuando era al revés. ¿Eso condiciona el caso? La Fiscalía alega que sale a defenderse de una mentira.
R. Filtraciones a los medios de comunicación, por desgracia, existen desde hace muchísimos años. No son ninguna novedad. Y sobre eso el colegio no se pronuncia porque no tiene ningún tipo de competencia sobre el medio. La particularidad de este caso es que, frente a ello, se emite un comunicado oficial que detalla esas conversaciones con entrecomillados, con la hora en que se produce el correo... Y se dan toda suerte de pormenores.
P. ¿Circunscriben su denuncia al comunicado? ¿No la amplían a la filtración del correo del 2 de febrero [del abogado de González Amador, que desmiente la versión del equipo de Ayuso]?
R. La denuncia se refiere al comunicado de la Fiscalía. Se le imputa una infidelidad en la custodia de documentos. La Fiscalía está sujeta a mantener un sigilo, una reserva y un deber de confidencialidad sobre aquellos hechos que hubiera podido conocer en el marco de sus actuaciones. Y esa es la ruptura que se produce.
P. La Fiscalía alega que no revelaron nada que no se supiera antes por la prensa.
R. Un rol es el que tiene el medio de comunicación y otro es el que tiene la Fiscalía. La Fiscalía no puede descender a hacer público el contenido concreto de las comunicaciones, con independencia de que se haya podido conocer por un medio.
P. ¿No le preocupa que el Gobierno de Ayuso filtrara antes un correo de esas conversaciones?
R. El colegio no puede entrar en el filtrado que haga una de las partes. El colegio tiene que manifestarse sobre el comunicado que emite la Fiscalía. Con independencia de eso, es absolutamente reprobable cualquier filtración. Pero, en este caso, el que cometió o pudo cometer el ilícito es la Fiscalía: la autoridad que, en razón del conocimiento de los hechos que tiene por el ejercicio de su cargo, hace ese comunicado.
P. ¿Le preocupa que se pueda percibir que el ICAM se posiciona políticamente?
R. Esta misma manifestación se habría producido si estuviéramos ante el caso de la mujer del presidente o de un anónimo.
Ha denunciado al ministerio público por su comunicado en el ‘caso Ayuso’
“Habríamos actuado igual con la mujer del presidente o con un ciudadano anónimo”