El Barcelona golea al Real Madrid y apuntala la liga
El club azulgrana vence con goles de Rolfö, Aitana y Graham en un partido defensivamente errático de las madrileñas
Alfredo Di Stéfano presenció la exhibición de una dupla mágica para las culés –Aitana Bonmatí y Caroline Graham Hansen–, el nacimiento de una nueva pareja de laterales –Ona Batlle y Fridolina Rolfö– y el hundimiento de su propio equipo en casa. El Barcelona volvió a imponerse ante el Real Madrid en una clase magistral de Graham (0-3). Jamás el conjunto de Alberto Toril ha vencido al de Jonatan Giráldez en los 14 enfrentamientos que han vivido, y esta temporada, la portería azulgrana no ha encajado ningún gol de las madrileñas. Un encuentro que será el último clásico de Giráldez al frente del equipo, y también para la veterana Sandra Paños, que vio el partido desde el banquillo. Un encuentro, también, que apuntala la Liga a favor del Barcelona: 12 puntos separan su liderato de la segunda posición.
A pesar de que el Real Madrid llegó a este nuevo clásico en una buena racha —cuatro victorias y un empate— y el Barcelona en mitad de un apretado calendario — entre dos partidos de cuartos de final de la Champions—, las fuerzas no flaquearon en el conjunto de Giráldez, y sí lo hicieron en el de Toril. El año pasado, a estas alturas de temporada, el club blanco se encontraba a cinco puntos del líder, el equipo azulgrana. De las madrileñas se esperaba más este año, en el que terminaron eliminadas en la Copa de la Reina, en la fase de grupos de la Champions y se quedaron a las puertas de la final de la Supercopa. En Liga, se han convertido en unas supervivientes a rebufo del Barcelona.
El estadio —abarrotado por 4.947 espectadores— vibró alto con el ambiente del clásico, y el duelo de cánticos —la afición culé no perdonó y se desplazó hasta Valdebebas— se instauró en las gradas. Era la primera vez que Fridolina Rolfö y Ona Batlle coincidían como titulares. Una bendita coincidencia para las culés, un plan urdido por Jonatan Giráldez que funcionó a la perfección. La jugadora de Vilassar de Mar hasta ahora ocupaba la banda izquierda, adueñada por la sueca hasta su lesión. Ahora, con el regreso de Rolfö, la futbolista catalana probaba por el lateral derecho, a priori su lado dominante. Y lo demostró bien pronto: Ona centró desde la derecha y su reincorporada compañera, huérfana de marcaje, remató para anotar su segundo gol esta temporada desde su regreso.
El Real Madrid recayó en sus errores defensivos, y Misa Rodríguez, desde la portería, pidió más a sus compañeras. Retumbaron sus indicaciones a Kenti Robles, Rocío Gálvez o Ivana Andrés, desesperada la canaria ante la indefensión bajo los cuatro palos y los ataques desde atrás del Barcelona. Dominaron el balón las azulgranas y con la defensa de Irene Paredes y la reconvertida con éxito en central Ingrid Engen, la defensa culé logró que el Madrid se fuese al descanso sin ningún disparo y sin darle oportunidad a Linda Caicedo, la Golden Girl.
Quien no falló fue la dupla mágica del Barcelona: Graham Hansen volvió a poner un centro para el remate de Aitana Bonmatí, que asentó el partido aún más a favor de las azulgranas. Pero se guardó una sorpresa. La noruega marcó el tercero, y aumentó sus cifras personales. Además de ser la máxima goleadora de la comEl petición doméstica —17 tantos—, también es la que más asiste —16 pases— Y quien más ha marcado contra el Real Madrid en su historia es Alexia Putellas, que entró a veinte minutos del final por Aitana. La capitana azulgrana se perdió los últimos cinco encuentros contra el Madrid, y en el sexto vio el inicio desde el banquillo.
Las jugadoras del Barcelona fueron la sombra de sus rivales. Con la victoria, ya son 12 puntos los que separan al Barcelona del Real Madrid, asentado en la segunda plaza. Un vacío abismal, pero una diferencia matemáticamente posible. Aunque complicada. Sería la quinta liga consecutiva ganada para las azulgranas, que siguen vivas en Champions y están en la final de la Copa de la Reina tras conquistar la Supercopa. La Liga, a un suspiro. Y sus máximas rivales, borradas en cuanto a puntos.