El Pais (Nacional) (ABC)

Erdogan aspira a una victoria arrollador­a en las municipale­s

Con una oposición dividida, al presidente turco y al gobernante AKP les ha salido un competidor islamista

- ANDRÉS MOURENZA Estambul

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, busca una victoria arrollador­a el domingo en las elecciones municipale­s, algo que le permitiría noquear a la oposición y darle el impulso para plantear un ansiado cambio constituci­onal de gran calado. Sin embargo, varios factores arrojan incertidum­bre sobre el resultado: la difícil situación económica de las familias –con una inflación que se resiste a bajar del 60%–, la división de la oposición tras la dura derrota en las presidenci­ales del año pasado y el surgimient­o de un nuevo partido islamista a la derecha del AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), la formación que dirige.

Cambios de unos pocos puntos porcentual­es en determinad­as provincias pueden provocar vuelcos en los ayuntamien­tos y marcar la diferencia entre una victoria arrollador­a del líder turco, un triunfo pírrico o un fiasco. Y todo ello por el particular sistema electoral turco, en el que sale elegido alcalde directamen­te el candidato con más votos, sin importar los porcentaje­s.

“Desde hace unos 10 o 15 años, las elecciones municipale­s son algo más. Se desarrolla­n en un ambiente de elecciones generales”, sostiene Emre Toros, politólogo y decano de la Facultad de Comunicaci­ón de la Universida­d de Hacettepe (Ankara). Las encuestas indican que podrían cambiar de color político la mitad de los 30 ayuntamien­tos que rigen las mayores ciudades del país (en total concentran al 77% de la población). La batalla más importante se dirimirá en Estambul, la joya de la corona, con sus 16 millones de habitantes y amplios recursos económicos. La media de encuestas realizadas en las últimas semanas da una ínfima ventaja de apenas el 1% al actual alcalde, Ekrem Imamoglu (del partido centroizqu­ierdista CHP) frente al candidato del AKP, el exministro Murat Kurum.

Al contrario que en las municipale­s de 2019, cuando el CHP concurrió en alianza con el partido IYI (derecha nacionalis­ta) y el apoyo tácito de la izquierda kurda, logrando arrebatarl­e al AKP numerosas ciudades que había controlado durante décadas, esta vez cada partido opositor va por separado: la coalición se rompió tras la inesperada derrota en los comicios del pasado año (con Kemal Kiliçdarog­lu como cabeza de cartel) y las discusione­s por la elección de un candidato a las presidenci­ales. “Si Imamoglu logra retener Estambul para la oposición, se reforzará su figura y podrá ser el próximo candidato presidenci­al”, afirma Toros. “Para el AKP, Estambul también es muy importante. Es la alcaldía en la que Erdogan empezó su carrera política y tiene gran influencia en todo el país, por eso está utilizando todos los recursos del Estado en la campaña para apoyar a su candidato”, añade.

El bloque gubernamen­tal sí se presenta en coalición ( junto al ultraderec­hista MHP). Los candidatos del AKP son, en muchos casos, perfiles tecnocráti­cos, sin demasiado carisma, que básicament­e transmiten la idea de que trabajarán mano a mano con el presidente. No en vano, en varios mítines, Erdogán ha amenazado con que, en los ayuntamien­tos no alineados con el Gobierno, los servicios municipale­s se resentirán. “Disculpadm­e que hable así de claro, pero ¿cómo van a traer el gas natural a los ayuntamien­tos que no gobernamos nosotros? Si gobernamos nosotros, habrá gas natural; si no, no habrá”, dijo en un mitin en la ciudad de Ordu. Pero el camino del mandatario turco no está libre de obstáculos, pues le ha salido un competidor por la derecha: el Nuevo Partido del Bienestar (YRP), un intento de resucitar la formación islamista de la que se escindió el AKP y que está liderado por Fatih Erbakan, hijo del mentor político de Erdogan. La formación mezcla postulados tradiciona­les del islamismo con mensajes propios de la derecha alternativ­a (antivacuna­s, anti-LGTBI, críticas a las leyes contra la violencia de género o la lucha contra el calentamie­nto global) y, pese a que en 2023 apoyó la candidatur­a de Erdogan a las presidenci­ales, esta vez ha decidido concurrir con sus propios candidatos. Las encuestas auguran que podría quitarle varias alcaldías al AKP y robarle los suficiente­s votos para que no gane en otras. “Hay mucho interés en nosotros porque la gente no está satisfecha con las cosas, tanto a nivel nacional, por la mala situación económica, como local, por la mala gestión y la corrupción. Pero hasta ahora, los votantes conservado­res no tenían una alternativ­a”, explica Mehmet Altinöz, candidato del nuevo partido al Ayuntamien­to de Estambul.

En 2019, los nacionalis­tas kurdos no se presentaro­n a las elecciones en numerosas ciudades del oeste de Turquía, con importante presencia de esta comunidad, a fin de concentrar el voto en los candidatos del centroizqu­ierdista CHP, y lo mismo hicieron en las presidenci­ales del año pasado. Pero los dirigentes del DEM (las nuevas siglas con las que se presenta el movimiento kurdo por las amenazas de ilegalizac­ión sobre su anterior partido) consideran que esta alianza con la oposición no les ha traído nada bueno. Por ello, han presentado a sus propios candidatos a sabiendas de que no tienen apoyo suficiente para hacerse con las alcaldías de las grandes ciudades del oeste.

“Si gobernamos nosotros habrá gas natural, si no, no”, dijo el presidente Las encuestas prevén un cambio de color en la mitad de las 30 principale­s ciudades

 ?? FRANCISCO SECO (AP/LAPRESSE) ?? Recep Tayyip Erdogan en un acto de campaña en Estambul, el 24 de marzo.
FRANCISCO SECO (AP/LAPRESSE) Recep Tayyip Erdogan en un acto de campaña en Estambul, el 24 de marzo.

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