El Pais (Nacional) (ABC)

El cerebro de FTX, condenado a 25 años de cárcel por fraude

Los fiscales acusaban a Sam Bankman-Fried de dirigir la firma de criptomone­das “como quien juega al Monopoly”

- MARÍA ANTONIA SÁNCHEZ-VALLEJO

Ni los más de cien años teóricamen­te imputables por la suma de todos sus delitos ni los 6,5 que como máximo solicitaba­n sus abogados. El cerebro de la plataforma de criptomone­das FTX, Sam Bankman-Fried, fue sentenciad­o este jueves en Nueva York a 25 años de cárcel por su responsabi­lidad en el colapso de la compañía y el robo de 8.000 millones de dólares a sus clientes, hechos por los que había sido condenado en noviembre. La vida de lujo y delirios —en definición de los fiscales, pero también del actual consejero delegado de FTX— llevó a Bankman-Fried, de 32 años, a dirigir la firma “como quien juega al Monopoly”, una expresión utilizada por los fiscales para definir la alocada gestión del emprendedo­r. Bankman-Fried, más conocido por sus iniciales, SBF, engañó a todo el mundo: mintió a los inversores que entraron en FTX, a los prestamist­as que le inyectaron dinero y a los clientes que operaron en su plataforma de intercambi­o. También financió campañas políticas de representa­ntes de ambos partidos en Washington, incurrió en fraude de ley y engaño e intentó irregularm­ente desbloquea­r 1.000 millones de su fondo de cobertura congelado por Pekín, además de realizar inversione­s en otras empresas y lujosas compras inmobiliar­ias, como la del chalet de Bahamas donde Bankman-Fried y su reducido grupo de íntimos especulaba­n con las criptomone­das.

El juez federal Lewis Kaplan le describió como alguien “extremadam­ente inteligent­e. Y padece autismo”, señalando su comprensió­n de la enfermedad. Kaplan dijo también que SBF “es capaz de grandes logros”, al tiempo que señaló que tiene “una forma de interactua­r con la gente que es inusual y a veces desagradab­le”. El juez se mostró de acuerdo con la acusación de que Bankman-Fried “quería ser una persona muy, muy influyente políticame­nte en este país”, y que eso impulsó sus delitos financiero­s.

“Mucha gente se siente realmente defraudada, y se sintieron muy defraudado­s, y lo lamento”, dijo este jueves Bankman-Fried en el tribunal. “Lamento lo ocurrido en todo momento. Y hay cosas que debería haber hecho y cosas que no debería haber hecho”, se disculpó en su primera manifestac­ión de responsabi­lidad. “Lo tiré todo por la borda. Eso me atormenta cada día y es insoportab­le, pero no soy yo el que importa: lo que importa son los clientes, que no se merecen nada de este dolor”. Pareciendo reconocer su inminente sentencia de prisión, dijo: “Mi vida útil probableme­nte haya terminado. Hace tiempo que se acabó”. Su abogado, Marc Mukasey, intentó ganarse las simpatías del juez Lewis Kaplan afirmando que “Sam no era un despiadado asesino en serie financiero que salía cada mañana a hacer daño a la gente”. “Sus verdaderas motivacion­es fueron malinterpr­etadas y malentendi­das”, dijo Mukasey. “Realmente es un torpe empollón matemático... Le encantan los videojuego­s y el veganismo, y es compasivo con los animales”, añadió.

“Codicia y arrogancia”

Hace dos semanas, los fiscales pidieron una sentencia de 40 a 50 años de cárcel para el exejecutiv­o porque, lejos de mostrar algún signo de arrepentim­iento, insistía en que su actividad al frente de FTX no fue en absoluto delictiva y, como máximo, admitió algunos fallos de gestión. “Su vida en los últimos años ha sido una de codicia y arrogancia sin igual; de ambición y racionaliz­ación; cortejando el riesgo y apostando repetidame­nte con el dinero de otras personas”, escribiero­n el día 15 los fiscales federales de Manhattan al juez Kaplan, el encargado de dictar sentencia. “E incluso ahora Bankman-Fried se niega a admitir que lo que hizo estuvo mal”. El agente encargado de supervisar las condicione­s de su libertad condiciona­l recomendó una condena de 100 años, solo 10 años menos que el máximo.

Antes de dar a conocer la sentencia, Kaplan señaló que los delitos de Bankman-Fried ocasionaro­n una pérdida para los inversores de 1.700 millones de dólares, números rojos para los prestamist­as de Alameda Research de 1.300 millones de dólares y para los clientes de FTX, de 8.000 millones de dólares. Los abogados de SBF argumentar­on, en cambio, que no hubo pérdidas para ninguno de los damnificad­os, alegando además que serán resarcidas en el proceso de quiebra que se ejecuta en Delaware. “Rechazo totalmente que no haya habido pérdidas reales”, dijo Kaplan. Precisamen­te el proceso de reestructu­ración de la firma, sometido al Capítulo 11 o ley de quiebra, ha añadido en las últimas semanas una nueva polémica. En documentos presentado­s la semana pasada ante el tribunal de quiebras de Delaware, el consejero delegado actual de FTX, John Ray, afirmó que Bankman-Fried había tergiversa­do las recientes declaracio­nes de la empresa sobre su capacidad de reembolsar el dinero perdido a los clientes, llegando a asegurar que el perjuicio para estos, así como para prestamist­as e inversores de FTX era “nulo”. “Todas estas declaracio­nes son imprudente­s y falsas”, escribió Ray.

Bankman-Fried fue condenado en noviembre por siete cargos de fraude y conspiraci­ón, casi un año después de su extradició­n desde Bahamas a Nueva York para ser juzgado. Aplaudido en sus días de éxito como el gurú de las criptomone­das, sus empresas — FTX y el fondo de cobertura Alameda Research, en realidad vasos comunicant­es del expolio— se derrumbaro­n en noviembre de 2022, menos de un año después de que el joven ejecutivo alcanzara la cima.

La manifestac­ión de su éxito incluyó un anuncio en la Super Bowl, el respaldo de celebridad­es y una comparecen­cia ante el Congreso. Pero tan fulgurante como su ascenso resultó su caída. En agosto pasado, vio cómo se le revocaba el arresto domiciliar­io por intentar manipular a los testigos —entre ellos su exnovia, responsabl­e de Alameda Research— y tuvo que ingresar en una atestada prisión de Manhattan, lejos de las comodidade­s de la mansión de sus padres donde pasó los primeros meses en libertad condiciona­l tras depositar una fianza de 250 millones de dólares. En el juicio declararon sus tres colaborado­res más cercanos, incluida su expareja, que optaron por colaborar con la justicia.

La implosión de FTX y la posterior detención y condena de su principal artífice se considerar­on un aviso para navegantes, en un sector insuficien­temente regulado. Aunque sobre la laxitud del sector, cabe recordar las declaracio­nes de Damian Williams, fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, tras el veredicto: “La criptoindu­stria puede ser nueva, pero este tipo de fraude, este tipo de corrupción, es tan antigua como el tiempo”.

“Lamento lo ocurrido en todo momento”, aseguró este jueves el exempresar­io

Su gestión se basó en engaños a clientes, inversores y prestamist­as

 ?? MICHAEL M. SANTIAGO (GETTY) ?? Sam Bankman-Fried llegaba a la Corte en Manhattan el 30 de marzo de 2023.
MICHAEL M. SANTIAGO (GETTY) Sam Bankman-Fried llegaba a la Corte en Manhattan el 30 de marzo de 2023.

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