El Barça toma una bocanada de aire a costa del Bayern
El equipo azulgrana se atornilla en la zona noble y el Baskonia se complica la existencia
Los batacazos que se pegó la semana pasada ante dos rivales directos, el Fenerbahçe y el Panathinaikos, dejaron al Barça grogui y en el alero, pues del segundo pasó al cuarto puesto, a un solo escalón de quedarse fuera de la zona noble y perder el factor cancha en las eliminatorias de playoff. El rival era el Bayern de Laso, equipo al que arrasó en el encuentro de la primera vuelta, entonces en pañales y ahora con bajas notables como los pívots Booker y Brankovic, también el escolta Obst. Pero el Barça, que en Europa no funciona lejos del Palau —sumaba seis victorias por nueve derrotas hasta la fecha—, no las tenía todas consigo. Y aunque disfrutó de un duelo plácido (llegó a tener una ventaja de 22 puntos) y se complicó la existencia en un último cuarto para olvidar, el equipo de Grimau hizo lo justo para superar al Bayern (79-87) y atornillarse en la élite. LE queda medirse con el Maccabi y el Asvel, que es el penúltimo.
Es el Barça un equipo imprevisible, que puede hacer un roto al más pintado y que puede tiritar ante un mindundi, que tiene baloncesto y banquillo, que tiene de todo con la llegada de Ricky Rubio. Aunque le falta consistencia y saber gobernar los partidos, alargar los momentos de lucidez, imponer su carácter. Nadie mejor que Parker para explicar las desconexiones, un jugador que cuando tiene la tarde no hay quien le ponga freno, pero que en ocasiones parece estar en Chicago de barbacoa o vete tú a saber. En Alemania, en cualquier caso, tuvo una de esas noches de show, al menos en el segundo acto, bien escudado por el dominio de Vesely y Hernangómez bajo el aro, mejor dirigido por Satoransky. Con eso firmaron un prólogo para sonreír (19-25) con solo Lucic e Ibaka empecinados en dictar lo contrario; y con eso llegaron al entreacto (3047) con los brazos arriba y el Bayern con la cabeza gacha.
Se refugió entonces el Bayern en Ibaka, capaz de hacer temblar al Barça por momentos, una versión que recordaba tiempos pretéritos. Pero con él solo no le alcanzaba al equipo alemán, que con cualquier contratiempo se hundía, reproches y malas caras, en ocasiones hasta desidia para desespero de Laso. Más que nada porque perder significaba decir adiós a la temporada europea. Quizá por eso se animaron en el epílogo, de nuevo con Ibaka, aunque ahora escoltado por Weiler-Babb y por Sylvain Francisco. Momentos de titubeo azulgrana, de encogimiento de hombros y brazos, de que el aro se empequeñeciera. Pero tal y como empezó el duelo, el Barça tiró de físico, de defensa y de garra, y con eso le valió para cerrar el duelo y, de paso, tomar una gigantesca bocanada de aire en la Euroliga, a un envite del Olympiacos y dos del Fenerbahçe, que hoy se las verá con el Alba de Berlín.
El Baskonia, por su parte, no fue capaz de decir ni pío ante el Anadolu Efes (97-76) y se complica su existencia en el play-in, ya solo con un triunfo de ventaja sobre el propio Efes y a dos del Partizán, Zalgiris y Olympia Milano. Mira el equipo de Ivanovic con el recelo al escueto calendario que está por venir, pues irá al WiZink para batirse con el líder Madrid, y por último visitará a la Virtus Bolonia, rival directo en su pugna.