El mundo publicitario despide al director de inversiones de GroupM
La industria de la publicidad dio el último adiós a Ramón Alonso Fernández, director general de inversiones de GroupM, en un funeral celebrado el miércoles en Madrid. Alonso falleció a principios de esta semana, a los 52 años, como consecuencia de un infarto que había sufrido a mediados de marzo en Murcia tras asistir a los Premios Genio, certamen que celebra la innovarrera ción en el sector de la comunicación y los medios.
En el funeral, celebrado en el Tanatorio de San Isidro, los familiares de Ramón Alonso contaron con el respaldo de numerosos directivos y trabajadores de GroupM, a quienes se sumaron también representantes de diferentes agencias publicitarias y medios de comunicación.
Antes de recalar hace casi un año en GroupM como Chief Investment Officer (CIO), Alonso desarrolló una brillante caprofesional en el sector de la publicidad. Inició su trayectoria en 1995 como product manager en España de G+J, perteneciente a la multinacional alemana Bertelsmann. Su siguiente escala, tres años más tarde, sería en Mediacom (EssenceMediacom en la actualidad), donde ejercíó como responsable de negociación y adquisición de espacios publicitarios en medios impresos para la compañía Procter&Gamble.
El estallido de su carrera se desarrolló en Dentsu, la que fue su casa durante 14 años. Allí fue director del departamento de medios, más tarde director general de operaciones y, durante una década, director ejecutivo de Amplifi, la unidad de inversión en medios de la firma. El director ejecutivo de GroupM, Sebas Muriel, lo incorporó a la empresa en abril del 2023 como director general de inversiones.
“Va a resultar imposible llenar el vacío que dejas en nuestras vidas. Para muchos, un gran profesional. Para todos, una gran persona. Brillante, inteligente y generoso como pocos, no hay nadie del mundo de la comunicación que no me haya hablado siempre grandes cosas de ti”, escribió Muriel en una carta abierta tras la pérdida de Alonso, en la que también resaltó el “legado” que Alonso ha dejado en sus compañeros de trabajo, en sus amigos y en su familia.
El ejecutivo había sufrido un infarto a mediados de mes tras asistir a un certamen