Las empleadas de Inditex vuelven a la calle para exigir igualdad
Las trabajadoras piden que se equiparen sus derechos con los de sus compañeros
Las dependientas de las tiendas del grupo Inditex vuelven a las calles. Hace apenas un año, el personal de marcas como Zara, Oysho, Massimo Dutti o Stradivarius logró en España una importante subida salarial después de meses de movilizaciones que arrancaron el 6 de noviembre de 2022 en A Coruña. Aquella marcha por las calles de la ciudad que alumbró al gigante textil terminó al pie de la vivienda de la familia Ortega. Ayer la escena se repitió. Centenares de trabajadoras partieron de la plaza de Lugo, el enclave coruñés que más establecimientos del grupo concentra, y llegaron a Porta Real, donde ocho policías y dos lecheras les han cortado el paso hacia el paseo de O Parrote, en el que reside el fundador de la multinacional, Amancio Ortega, y su hija Marta, actual presidenta de la compañía. “Marta, escucha, estamos en lucha”, corearon las manifestantes.
La protesta, convocada por la CIG, sindicato mayoritario en Inditex en Galicia, reclama diversas mejoras sociales. Los representantes de estas trabajadoras (el 98% son mujeres) denuncian que sus condiciones laborales están “a mucha distancia” del resto de la plantilla de Inditex. No disfrutan de los pluses, bolsa de vacaciones, tique de comedor o reducción de jornada por antigüedad, que sí están vigentes en las plataformas logísticas del grupo, de mayoría masculina. “Los ingentes beneficios se reparten de manera desigual”, denunciaron las empleadas.. A sus compañeros se les recorta la jornada 48 horas al año cuando cumplen 53 años y se premian sus años de vinculación a la empresa con una prima de hasta 600 euros al mes, explicaron. “Queremos que se nos compense con justicia e igualdad los años de servicio a la empresa”, proclamó una de las portavoces sindicales. “No es desapego a nuestra empresa ni ánimo de perjudicarla, pero como trabajadoras responsables estamos obligadas a reclamar que no somos trabajadoras de segunda”.
La marcha fue encabezada por una imitadora de la cantante Rosalía en patinete, recreando la visita que la artista realizó a la sede de Inditex en Arteixo el pasado marzo. “Menos Rosalía y más tiques de comida” o “Las niñas somos, las niñas seremos, pero calladas no nos quedaremos”, fueron algunas de las consignas de las trabajadoras, que se consideran invisibilizadas y discriminadas por la dirección de la multinacional. Inditex declinó ofrecer su versión sobre sus demandas.
Inditex cuenta en España con más de 160.000 empleados y 27.000 son dependientas. La manifestación de A Coruña se une a las protestas que han celebrado CC OO y UGT a nivel estatal tras conocer que la multinacional registró en 2023 un resultado neto récord de 5.381 millones de euros, un 30% más. Las negociaciones se mantienen abiertas en Madrid, pero la CIG considera que las mejoras ofrecidas a las trabajadoras de las tiendas son insuficientes. La reducción de jornada para las dependientas, ejemplifica el sindicato, sería de 12 horas anuales a partir de los 58 años, frente a las 48 horas a partir de los 53 años que disfrutan ya sus compañeros.