Las memorias póstumas de Schäuble revelan un plan contra la canciller Angela Merkel
El político alemán, adalid de la austeridad en la UE, da detalles sobre la financiación ilegal de la CDU
Pocos políticos pueden presumir de una trayectoria como la del conservador Wolfgang Schäuble. Durante medio siglo fue parlamentario y figura importante en los gobiernos de Helmut Kohl y Angela Merkel. Su nombre va unido a dos momentos cruciales de la historia en los que desempeñó un papel clave: la reunificación alemana y la crisis del euro. Ahora, en sus memorias póstumas, publicadas ayer, da detalles sobre el escándalo de la financiación ilegal de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que supuso la caída en desgracia de Kohl, y habla sobre las propuestas recibidas para deponer tanto a Merkel como a Kohl.
El intento de arrebatar el liderazgo a Merkel se produjo tras la crisis de los refugiados de 2015, cuando Edmund Stoiber —ya apartado de su cargo al frente de la Unión Cristianosocial, partido hermanado con la CDU— incitó a Schäuble a hacerlo. “Quiso convencerme de que derrocara a Merkel para convertirme yo mismo en canciller”, comenta sobre unos planes que no aceptó por “lealtad” al partido.
Aunque Schäuble no escatimó muestras de respeto a Merkel, tampoco ahorró críticas. Reconocía intelectualmente a la canciller. Sin embargo, las tensiones entre los dos se hicieron patentes durante la crisis monetaria y la griega, donde encarnó el rigor de la estricta política de austeridad impuesta por Alemania a la Unión Europea. Merkel no compartía las ideas de Schäuble. El que fue ministro de Finanzas entre 2009 y 2017, se planteó incluso dejar su cargo. Antes, había ocupado la cartera de Interior (de 2005 a 2009).
Las más de 600 páginas de las memorias son el legado de un histórico político fallecido en diciembre pasado a los 81 años. Bajo el título de Wolfgang Schäuble: Recuerdos. Mi vida en la política, el antiguo adalid de la austeridad repasa su trayectoria política, que coincide con otros acontecimientos importantes como la lucha contra el terrorismo de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) en los años setenta y ochenta, o la caída del Muro de Berlín en 1989.
Sobre la crisis financiera de 2008, opina que se logró “hacer al euro más estable de lo que muchos creían posible”, a fuerza de imponer duros recortes de gasto público. “No solo Irlanda, Portugal, España y Chipre han podido sobrevivir a la crisis, también Grecia lo está haciendo hoy notablemente bien”, afirma sobre unos países donde se convirtió en una de las personas más odiadas.
Schäuble recuerda cómo en los primeros años de su carrera, a menudo se le tachaba de “ambicioso arribista”, de calcular fríamente sus pasos para subir el siguiente peldaño, algo que rechaza en el libro tajantemente. El político alemán se convirtió en una figura importante en los gobiernos de Helmut Kohl (19821998). Como ministro de Interior fue el principal negociador del documento que haría posible la reunificación alemana en 1990. Ejerció como presidente de la CDU entre 1998 y 2000, un cargo que se vio obligado a dejar tras salir a la luz el escándalo de la financiación ilegal del partido. Sobre este oscuro capítulo, detalla que ya existía una “caja negra” en el grupo parlamentario conservador antes de ascender al poder.
La batalla personal de Schäuble por el liderazgo fracasó por principios. “Le debía mi carrera a Helmut Kohl, y había sido parte de su éxito. Mi palabra de que no le traicionaría era cierta”. Prevaleció la conciencia de que el partido no podía derrocar a Kohl “sin consecuencias autodestructivas”.
Opina que sus imposiciones de recortes hicieron el euro más estable
Fue una de las personas más odiadas en los países del sur de Europa