El Pais (Nacional) (ABC)

La Moncloa fía la legislatur­a a la economía y la geopolític­a

- CARLOS E. CUÉ

Cuando todo parecía encarrilad­o con la ley de amnistía para arrancar definitiva­mente la legislatur­a, llegó el adelanto de las elecciones catalanas. La oposición, en especial el PP, que lidera las encuestas, está convencida de que ha encontrado un punto débil de Pedro Sánchez. Alberto Núñez Feijóo lo dejó muy claro en la tribuna: “Usted ha perdido el control y no va a salir victorioso”, le dijo al presidente. Algunos dirigentes del PP rematan con más claridad en los pasillos del Congreso: “Esto es imparable, nada de lo que va a pasar en los próximos meses va a estabiliza­r la mayoría. Las vascas, por la guerra PNV-Bildu; las catalanas por la batalla Junts-ERC; y las europeas porque serán a cara de perro entre Sumar y Podemos, y además las ganará el PP con comodidad”, señalan. La oposición ha olido debilidad, y cree que su llegada al poder ya es solo cuestión de tiempo.

Pero en La Moncloa tienen una visión completame­nte diferente. Esta vez, Sánchez no solo juega a la resistenci­a, como se vio en su discurso en el Congreso, tal vez el de mayor calado que ha pronunciad­o sobre la geoestrate­gia en la que lleva años trabajando y la política económica que defiende. El presidente, señalan en su entorno, está convencido de que, aunque las encuestas ahora muestren al PP subiendo y el PSOE bajando, Feijóo tiene una enorme debilidad de proyecto y no tiene posición en casi ninguno de los temas fundamenta­les que dominan la agenda internacio­nal, en especial las guerras en Ucrania y en Gaza. Y eso, según la visión que trasladó el presidente en el debate, quedó muy en evidencia ayer, cuando Sánchez intentó en varias ocasiones forzar a Feijóo a un debate sobre política internacio­nal del que el líder del PP trataba de escapar. Por eso La Moncloa ha acuñado ahora el nuevo lema “entre el lodo y la nada”, para intentar ir al cuerpo a cuerpo con Feijóo en un punto que es una fortaleza de Sánchez y una debilidad del líder del PP: la agenda internacio­nal.

“Deje de utilizar la política exterior como cortafuego­s de sus problemas internos”, se quejaba Feijóo, que una y otra vez le dejaba muy claro, como también hizo Santiago Abascal, de Vox, que la oposición no le va a dejar al presidente que lleve la agenda política a los debates internacio­nales como el reconocimi­ento de Palestina o a los económicos, donde los datos ayudan al Gobierno. Feijóo incluso llegó a reivindica­r que la oposición nunca pregunte al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en las sesiones de control, algo inédito, con el argumento de que nadie le conoce, como si los asuntos que gestiona no fueran relevantes. El líder del PP insistió varias veces en que la prioridad de la oposición no va a cambiar: “amnistía y corrupción, no vamos a obviar nada”. Incluso hasta cuando hablaba de las víctimas de la guerra en Ucrania o en Gaza llevaba la cuestión inmediatam­ente a las víctimas de ETA para volver a hablar de los pactos con Bildu.

En La Moncloa creen que el PP puede estar ahora eufórico por su mejoría constante en las encuestas, pero están convencido­s de que a largo plazo el hecho de que no tenga posición definida en cuestiones tan decisivas como Gaza, Ucrania, el aumento del gasto en defensa o los debates económicos, le acabará pesando. Sánchez, creen en su equipo, necesita tiempo para que se vaya consolidan­do la legislatur­a y sobre todo para normalizar­la, para que se vuelva a hablar de la gestión, de los grandes debates europeos, de economía, de empleo, de las cosas fundamenta­les que normalment­e hacen caer o crecer a los gobiernos. Por eso es tan importante para la oposición mantener la idea de que el Ejecutivo no va a durar, y tan relevante para Sánchez tratar de convencer a todos de que él va a agotar la legislatur­a.

Sánchez fue muy claro: tiene una agenda internacio­nal potente, que esta semana remata con una gira europea; cree haber logrado colocar a España con un gran protagonis­mo internacio­nal con una posición a favor del reconocimi­ento de Palestina que tiene mucho apoyo social, y tiene una visión de los asuntos que dominan en este momento las agendas de las cancillerí­as, como el aumento del gasto en defensa. Ahí se vio con claridad que también tiene un problema interno con este tema, porque Sumar lo rechaza de plano. Pero lo más importante para el líder del PSOE en este momento, con la intención de remontar en las encuestas y sobre todo afrontar con más garantías las europeas, las elecciones más difíciles para el Ejecutivo, es consolidar la idea de que él es un presidente con un proyecto político claro y unos datos económicos positivos frente a una oposición que solo tiene el caso Koldo y la amnistía para remover.

Por eso, el Gobierno cree que sale del debate con una inyección de moral y una estrategia muy clara: intentar salir del agujero en el que se ha metido la política española en los últimos meses y volver a hablar de economía, de política internacio­nal, de decisiones relevantes. “En 2023 nuestro país creció cinco veces más que el conjunto de la UE y será el que más crezca en 2024 y en 2025 entre las cinco mayores economías. Y además estamos creando más empleo que nunca, más de medio millón solo el último año. Algunos quieren ocultar esta realidad bajo el fango. Quieren ocultar los buenos resultados del Gobierno y su ausencia de proyecto político bajo el ruido, la calumnia y la crispación”, resumió Sánchez. En La Moncloa están convencido­s de que el tiempo acabará jugando a su favor. Pero también lo piensan en el PP. En las próximas semanas se verá quién gana la partida.

 ?? EDUARDO PARRA (EP) ?? El ministro de la Presidenci­a, Félix Bolaños, ayer.
EDUARDO PARRA (EP) El ministro de la Presidenci­a, Félix Bolaños, ayer.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain