Rubiales compró un Porsche en la República Dominicana
El expresidente de la RFEF se quejó después de no poder pagarse “una Coca-Cola” por el bloqueo judicial de sus cuentas en España
Siete teléfonos móviles, una tableta, tres dispositivos de memoria informática, un Rolex, documentos en papel y dos coches de alta gama. El registro que la Guardia Civil realizó el pasado 1 de abril en la villa de lujo en la República Dominicana que ocupaban el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales y su socio, el exfutbolista y empresario Francisco Javier Martín Alcaide, alias Nene, permitió constatar el alto nivel de vida que ambos mantenían en el país caribeño. Según se refleja en el documento elaborado por las autoridades judiciales dominicanas, junto al material informático, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) localizaron sendos vehículos a nombre de cada uno de los dos investigados adquiridos recientemente.
En el caso de Rubiales, se trata en concreto de un Porsche Macán de color blanco matriculado en 2016 por el que el expresidente de la federación supuestamente realizó diferentes pagos por más de 36.000 dólares (33.500 euros) a comienzos de marzo, solo unos días antes de que el instituto armado realizara las primeras siete detenciones de la Operación Brodie, en la que se investigan supuestas irregularidades en contratos de la federación durante su mandato. En el caso de Nene, el vehículo intervenido fue un vehículo todoterreno Jeep Chevrolet Tahoe, del año 2015. Rubiales — que está procesado en otra causa por el beso no consentido a la jugadora Jennifer Hermoso tras la final del Mundial de fútbol del pasado verano— y su socio son investigados por los delitos de corrupción en los negocios, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
Horas después del registro en la República Dominicana, la abogada de Rubiales en España presentó en el juzgado un escrito en el que se quejaba a la magistrada Delia Rodrigo, instructora de la causa, de que no se le hubiera notificado ninguna resolución judicial que autorizase este registro pese a haberse alzado ya entonces el secreto del sumario. En realidad, la magistrada había abierto una pieza secreta específica para realizar dicha diligencia y, por ello, no se comunicó a ninguna de las partes personadas que se iba a realizar.
Días después de la actuación de los agentes, Rubiales se quejó en una entrevista en La Sexta que no tenía “ni la posibilidad de pagar una Coca-Cola” porque la justicia española le había bloqueado sus cuentas. En el mismo escrito, el expresidente de la RFEF intentó evitar el trance de ser detenido. Para ello, solicitó a la magistrada que no fuera arrestado por la Guardia Civil cuando aterrizara, dos días después, en el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, de Madrid. La jueza hizo caso omiso a la petición y agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) procedieron el 3 de abril a su arresto nada más llegar a España.