Illa promete 50 traspasos y un pacto sobre financiación si es elegido presidente
El candidato de los socialistas catalanes expone en una conferencia los pilares de su programa
Salvador Illa, primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), anunció ayer en el Museo Marítimo de Barcelona las principales medidas que tomará en el caso de que alcance la presidencia la Generalitat. Ante un auditorio de más de mil personas, el socialista quiso arrancar la precampaña anunciando su compromiso de pactar con el Gobierno 50 traspasos pendientes y previstos en el Estatuto de Autonomía, además de cerrar un modelo de financiación que se aleje de las “frustraciones”. Illa planteó que su primera decisión será la de hacer una auditoría de los servicios públicos, que considera que están ahora en Cataluña muy deteriorados tras la década “perdida”, dice, del procés.
Bajo el lema “Unir i servir”,
Illa dio el pistoletazo de salida a su carrera electoral en la que se centró en desarrollar su programa político sin mencionar al president Pere Aragonès ni tampoco al expresident Carles Puigdemont. El acto fue casi una demostración de fuerza al reunir el aforo a los presidentes de las tres principales patronales — Foment, Cecot y Pimec—; a dirigentes sindicales y a personalidades del mundo de la cultura y académicos. Illa citó al nieto de Josep Tarradellas (Guillem Tarradellas) y Miquel Roca, padre de la Constitución. No acudieron sus adversarios políticos y sí miembros del extinto PDeCAT —como David Bonvehí o Jordi Xuclà—, y los exconsejeros Miquel Sàmper y Santi Vila.
Illa intentó seducir a su auditorio apuntando que Cataluña encara ahora su tercera transformación social —Jordi Pujol, dijo, lideró la primera— y que necesita pasar ya página del procés. “Hay gente que se ha obsesionado en lo que nos separa y divide. Y tenemos más cosas que nos unen”. Por ello, apuntó que su principal misión será la recuperación de los servicios públicos y anunció que si es presidente creará un comisionado para hacer una auditoría sobre estos.
La segunda medida que plantea es la de aprobar un decreto ómnibus con todas las medidas para hacer frente a la sequía, entre ellas un plan de choque de 3.500 millones a medio y largo plazo para poner las infraestructuras a punto y blindar por ley el Índice de Renta de Suficiencia (IRSC) para actualizarlo anualmente con el IPC.
En un mensaje claro a Junts —“la confrontación es estéril”—, Illa insistió en que él no quiere saber nada de “vetos”. Su objetivo es cerrar 50 traspasos pendientes y un pacto sobre el modelo de financiación. Illa apuntó a que quiere que está inspirado en planteamientos realistas. “Ya basta de frustraciones y de fijar horizontes que no son viables”, dijo en alusión al plan de Aragonès de recaudar todos los tributos al estilo del País Vasco.
El tercer punto es colaborar con el Gobierno para acabar con la competencia fiscal desleal. “El dumping no puede tener recorrido. La competencia tiene que ser honesta. Los partidos los juegan 11 contra 11 y no 12 contra 10 y el árbitro tiene que ser neutral”, dijo.