ERC y PSC se disputan la bandera del realismo ante el plan de Puigdemont de revivir el ‘procés’
Ambos partidos pugnan por mostrar un discurso fiable y con propuestas más allá del debate estrictamente independentista
ERC y PSC están intentando poner el balón en el suelo en esta precampaña electoral del 12-M y pugnan por mostrar un discurso fiable y con propuestas más allá del debate estrictamente independentista. Su estrategia contrasta con la del expresident Carles Puigdemont que ha centrado su hoja de ruta en apelar a su restitución y al referéndum ilegal del 1-O de 2017. El plan le ha bastado a Junts para monopolizar la precampaña. El president, Pere Aragonès, ha puesto sobre la mesa su modelo de financiación singular, similar al del concierto del País Vasco, y su plan para reformar el aeropuerto de El Prat mientras el candidato socialista, Salvador Illa, ha anunciado las primeras medidas que tomaría si alcanza la Generalitat. Puigdemont, que deja Bruselas y se muda al sur de Francia en esta precampaña, apenas ha detallado sus propuestas para gobernar.
Ante más de 1.200 personas, Illa presentó anteayer sus primeras acciones de gobierno si es investido que pasan por una auditoría sobre el estado de los servicios públicos que han estado dirigidos desde 2010 por Junts (y antes Convergència) y ERC. La idea se inspira en la que tomó Pasqual Maragall cuando alcanzó la presidencia en 2003. Bajo el lema genérico de la década perdida del procés, Illa evitó ajustar cuentas —“No tenemos tiempo para eso”— pero es evidente que busca comprometer a sus rivales. Las otras medidas son un decreto ómnibus sobre la sequía —una inversión de 3.500 millones- y blindar por ley el Indicador de Renta de Suficiencia de Cataluña (IRSC).
Con la convicción de que la amnistía está amortizada Illa rechaza sistemáticamente el referéndum pactado y la financiación singular de Aragonès. “Hay que hacer propuestas realistas y viables. No hacer planteamientos que llevan a la frustración”, dijo ayer en Ser Catalunya sobre la financiación. Durante su exposición, Illa también lamentó que Cataluña sea la tercera comunidad en aportar recursos y la 14ª en recibirlos y aseguró que Sánchez “está de acuerdo en que es necesario mejorar la financiación de las comunidades autónomas. “El Gobierno ha dicho que la cuestión de la financiación autonómica se tiene que resolver y me tocará a mí hacer el planteamiento que me corresponde si soy president”, remarcó Illa un día después de plantear un Consorcio Tributario conjunto entre las dos administraciones y contemplado en el Estatut.
Alejados en la cuestión soberanista, el PSC y ERC sí coinciden en reprochar a Junts el enfoque de esta precampaña. “Cataluña ya ha superado los personalismos y necesita proyectos sólidos”, sostienen en el PSC. Y el mismo Aragonès criticó a Junts por hablar solo de su candidato y rehuir “los problemas de la gente”. Tras la convocatoria del 12-M, el president ha encadenado de hecho tres propuestas en un mes que buscan un equilibrio entre el pragmatismo y el soberanismo: el nuevo modelo de financiación, la defensa del encaje constitucional del referéndum y la reforma del aeropuerto. En su pulso con el PSC, la portavoz de ERC, Raquel Sans, reprochó ayer a Illa que su propuesta de financiación es propia “del 2006”.
Puigdemont señala que su regreso a la política catalana busca su “restitución” como president, algo que ha irritado a Aragonès, que se ha reivindicado como un presidente plenamente “legítimo”. Puigdemont ha descartado participar en ningún debate con sus rivales y de momento, asuntos como su propuesta económica quedan relegados.
La propuesta económica de Junts sigue siendo una incógnita
“No tenemos tiempo para ajustes de cuentas”, afirma el socialista Illa