El Pais (Nacional) (ABC)

Carmen Martín Gaite vuelve a casa

El archivo personal de la novelista fallecida en 2000, con manuscrito­s originales e ilustracio­nes, regresa a Salamanca tras custodiars­e durante años en Valladolid

- JUAN NAVARRO

Las cámaras acorazadas se concibiero­n para guardar tesoros y las del antiguo Banco de España de Salamanca han recuperado su función. Las galerías subterráne­as cuentan con varios tipos de cofres: decenas de pequeños cajones metálicos, numerados y con una pequeña llave asignada para descubrir su contenido, o tres amplios habitáculo­s típicos de películas o series de atracos y argucias de mafiosos. Dentro de estas últimas salas, pintadas de blanco, solo hay grises archivador­es de cartón con una etiqueta en el dorso. No hay lingotes de oro o alhajas, sino un legado literario: el archivo personal de la novelista Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925-Madrid, 2000). Escritos originales con correccion­es y tachones, minuciosas ilustracio­nes, coquetos collages, títulos y premios se distribuye­n entre las carpetas bajo estricta custodia. Fuera, expuestas, algunas piezas o réplicas entre murales con la línea temporal e hitos de la autora, nacida y criada en esa misma plaza de los Bandos de Salamanca.

El traslado se oficializó el 2 de febrero tras años de pugna de la Universida­d de Salamanca (USAL) para devolver a su patria chica este amplio archivo, conservado hasta entonces en la Biblioteca de Castilla y León, en Valladolid. “Fue un gran esfuerzo y un empeño del anterior gabinete rector, era como haber tenido las obras de Miguel Delibes en Salamanca, no tenían ninguna relación”, argumenta Daniel González, entonces director del gabinete del rector. Finalmente, la Consejería de Cultura y la de Presidenci­a del Gobierno castellano­leonés cedieron y enviaron los materiales al actual Centro Internacio­nal del Español de la Universida­d de Salamanca.

Esta herencia literaria revela la multidisci­plinarieda­d de Martín Gaite, capaz de cosechar diversos premios por sus novelas a la par que traducir complejas obras como Madame Bovary, diseñar alguna de las portadas de sus libros o entretener­se creando collages con recortes de revistas o publicacio­nes. Luis Barrio, director de Actividade­s Cultural de la USAL —ahora en funciones ante la reciente dimisión del rector y los comicios para la elección de su sucesor—, sintetiza así sus capacidade­s: “Escribía en cualquier cuaderno o papel que caía en sus manos”.

La muestra plasma también cómo la autora, que falleció con 74 años, fue plenamente conocedora de qué elementos quería conceder para la posteridad y cuáles llevarse consigo cuando muriera. “Este es todo el legado que consciente­mente dejó, cuando murió Ignacio Aldecoa [escritor y amigo personal de la novelista] se encerró y quemó todas sus cartas”, ilustra Barrio. La escritora parece observar al visitante con su melena perlada y su mirada vivaz desde alguna de las 4.700 fotografía­s conservada­s, acompañada­s de unos 1.400 manuscrito­s y 25 libros, todo valorado aproximada­mente en un millón de euros.

La Junta de Castilla y León ha cedido el material durante 20 años, aunque el presidente, el también charro Alfonso Fernández Mañueco (PP), admitió que “a nadie en su sano juicio” se le ocurriría una eventual mudanza. Apenas quedan unos meses para 2025, cuando se prevén diversos actos para celebrar el centenario del nacimiento de Carmen Martín Gaite, con Salamanca siempre presente en sus obras y sus reivindica­ciones, como cuando combatió la construcci­ón de un aparcamien­to subterráne­o en la plaza donde nació. Allí la recuerdan con un gran busto.

El archivo se dividió entre 91 cajas y ocho grandes carpetas con diplomas, un sinfín de premios y otros documentos. Los cajones estrechos y alargados almacenan galardones como el Premio Nacional de las Letras Españolas, que le fue concedido en 1994, lo que la erigió como la primera mujer en obtener esa distinción. También están el Premio Príncipe de Asturias de 1988 o el reconocimi­ento como Socia de Honor del Círculo de Lectores en 1999, meses antes de su fallecimie­nto.

Los documentos estaban en la Biblioteca de Castilla y León

La escritora sabía lo que quería dejar para la posteridad y lo que no

Una autora minuciosa

La escritora aún era una desconocid­a cuando recibió su título de Bachiller Universita­rio en Salamanca, con la carrera en las letras aún por explotar. Primero, firmó sus colaboraci­ones en diversas revistas bajo el nombre de Carmiña Martín Gaite, hasta acortarlo al definitivo Carmen Martín Gaite. Entre medias recurrió al seudónimo de Sofía Veloso para concurrir, triunfalme­nte, al Premio Nadal de 1957 con

Entre visillos. La autora, entonces era pareja del también escritor Rafael Sánchez Ferlosio, ganador de la edición anterior.

Los originales de esta obra demuestran la minuciosid­ad de su redactora. Un cuaderno entremezcl­a párrafos elaborados a mano, presentado­s en fluida tinta negra de pluma estilográf­ica, con cuartillas mecanograf­iadas pegadas en distintas partes del relato. En algún momento, más allá de tachones y correccion­es de expresione­s, valoró cambiar frases más complejas. Cuando escribe “Los cabos para enhebrar y tejer la historia de lo que está pasando” se plantea sustituirl­o por “[...] o de lo que le hubiera podido pasar”, pero lo acaba emborronan­do. “Elvira al no recibir contestaci­ón se hace novia de Emilio [...] Usted no puede saber el daño que me hizo no contestand­o”, zanja la novela, oraciones escritas en azul. A su lado, la silueta dibujada de una mano izquierda en tinta verde.

Unas láminas presentan una especie de vergel natural bajo el nombre de Bergai, una isla imaginaria creada con su amiga Isabel Bernardo y bautizada jugando con los apellidos de ambas, Bernardo y Gaite. “Allí era libre”, comenta Luis Barrio, entre explicacio­nes sobre las mañas artísticas de la salmantina, como cuando diseñó las bases de la posterior portada de El Balneario. El gran público no puede acceder al archivo, reservado para investigad­ores, encerrados en otra cámara readaptada en centro de estudio. Uno de ellos resume: “Siempre que abro encuentro pequeñas joyas”.

 ?? ??
 ?? SANTOS CIRILO / AITOR SOL ?? Carmen Martín Gaite, en 1996. Debajo, fotografía­s de la escritora y uno de sus originales, el día 3 en Salamanca.
SANTOS CIRILO / AITOR SOL Carmen Martín Gaite, en 1996. Debajo, fotografía­s de la escritora y uno de sus originales, el día 3 en Salamanca.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain