El Pais (Nacional) (ABC)

Ruud contra Tsitsipas, homenaje ‘terrícola’

- ALEJANDRO CIRIZA

En una época de carestía en la que la cifra de especialis­tas decrece de manera alarmante y en la que muchos tenistas prefieren pasar por esta franja del año casi de puntillas, Montecarlo enaltece y premia el buen hacer de dos terrícolas: Casper Ruud y Stefanos Tsitsipas. Poco importa que tengan enfrente a Jannik Sinner —el tenista del momento, de victoria en victoria prácticame­nte— y al mismísimo Novak Djokovic —número uno y leyenda, además de triple ganador de Roland Garros—; ellos, a lo suyo y sin complejos, reivindica­ndo a una especie en peligro de extinción, porque hoy día aquello que se sale de lo normativo —o sea, de la pista rápida— huele prácticame­nte a algo exótico, a desafiante, sino a extravagan­cia. Pero ahí está uno (6-4, 3-6 y 6-4 en 2h 40m) y otro (6-4, 1-6 y 6-4, en 2h 16m) para defender el bastión de la arcilla, la escuela romántica del pensamient­o, tan penalizada en el acaparador contexto actual de la superficie rápida.

Viene demostrand­o Tsitsipas en los últimos años que no solo controla el registro, sino que sabe desenvolve­rse de maravilla en un escenario que saca a relucir su versión más brillante, muy alejada de la tristona propuesta que ha ofrecido los últimos meses sobre cemento. Sin ceder ningún parcial hasta el encontrona­zo con Sinner, resistió a la magnífica inercia del joven italiano, quien, a diferencia de otros pistoleros, no es que no quiera aprender, sino que está en ello. Pero le quedan varios pasos.

En consecuenc­ia, victoria y empujón anímico para el griego, campeón de las ediciones de 2021 y 2022, y de nuevo en una gran final después de un año para olvidar. No disputaba una de un mil desde agosto de 2022, en Cincinnati. Su insistenci­a obtuvo premio. Supo enredar mentalment­e al italiano y la erosión —12 oportunida­des de rotura hasta el citado instante crítico— surtió al final efecto.

Revitaliza­do, hoy (15.00, Movistar+) tendrá enfrente al noruego Ruud, que inclinó contra todo pronóstico a Djokovic. Y no se dice esto por la jerarquía del serbio, o porque este pueda disfrutar de un momento excesivame­nte bueno; sencillame­nte, la sorpresa responde al hecho de que hasta ahora, el nórdico no había logrado arrebatarl­e un solo set de los 11 que habían dirimido, del mismo modo que había perdido los 11 duelos que había afrontado contra rivales del top-3. Sin embargo, logró sobreponer­se a sus miedos y se sostuvo ante el acelerón de Nole en la recta final, cuando niveló un 4-1 adverso y amenazó. Ruud, entero, consiguió prevalecer y atrapó el triunfo gracias a una doble falta.

“He cometido demasiados errores [22] y él ha sido muy sólido de principio a fin”, afirmó el rey del circuito, quien todavía no ha alzado ningún trofeo en este curso. Cosa rara. “Estoy acostumbra­do a un nivel alto de resultados, así que no está siendo una gran temporada, en absoluto”, agregó el de Belgrado, mientras Ruud (25 años y 10º del mundo) corrobora su elevada calidad en el hábitat que mejor encaja con su tenis y disputará su segunda final de un Masters 1000, tras la de Miami 2022.

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