La comunidad internacional urge a evitar otra escalada en la región
Los líderes occidentales condenan la agresión de Teherán pero piden contención a todas las partes
Europa y sus aliados condenaron ayer sin ambages el ataque de Irán contra Israel, una agresión sin precedentes que, como han advertido sus líderes políticos, amenaza con extender más aún el conflicto regional desatado tras el ataque de Hamás de octubre y la contraofensiva israelí en Gaza, que también instaron a concluir. De ahí que las condenas fueran mayoritariamente acompañadas de llamamientos a la máxima “contención” de todas las partes.
Reunidos de forma virtual ayer, los líderes del G-7 expresaron su condena “enérgica” al ataque iraní y su “pleno apoyo a la seguridad de Israel”, según una declaración conjunta emitida por la presidencia italiana de turno. Los mandatarios de Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Estados Unidos, así como de la UE —que participa en los encuentros— insistieron en “la necesidad de evitar una mayor escalada, invitando a las partes a abstenerse de acciones destinadas a exacerbar la tensión en la región”, para lo que llaman también a un alto el fuego en Gaza unido a la “liberación de rehenes” de Hamás y el acceso de la ayuda humanitaria a los palestinos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, indicó que Bruselas va a “reflexionar sobre sanciones adicionales contra Irán”, que estarán dirigidas “específicamente a sus programas de drones y misiles”.
Además del G-7, ayer se reunió de emergencia el Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que el alto responsable para Política Exterior de la UE, Josep Borrell, convocaba a un encuentro virtual para mañana a los ministros de Exteriores de la Unión. En un comunicado en nombre de toda la UE, Borrell dijo que la Unión “condena en los más duros términos” los ataques, que suponen una “escalada sin precedentes y una amenaza a la seguridad regional”. La UE “reitera su compromiso con la seguridad de Israel” aunque, a la par, subraya que, “en esta situación regional altamente tensa, una nueva escalada no va en interés de nadie”, por lo que llama a “todas las partes a ejercer la máxima contención”.
También la OTAN pide prudencia: “Condenamos la escalada de Irán; hacemos un llamamiento a la moderación. (...)Es vital que el conflicto en Oriente Medio no se descontrole”, declaró su portavoz, Farah Dakhlallah.
La escalada del conflicto provoca escalofríos en Europa, amenazada también por la guerra en Ucrania. “La respuesta de todos los líderes internacionales exige responsabilidad y contención. Debemos aprender de la historia y hallar una forma de resolver los conflictos por la vía diplomática, evitando a toda costa una escalada aún mayor”, subrayó el presidente español, Pedro Sánchez. También la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su “profunda preocupación por una mayor desestabilización de la región” y aseguró que se está “trabajando para evitarla”.
“Alemania va a hacer todo lo posible para que no se produzca una nueva escalada en Oriente Medio. No podemos más que advertir a Irán”, afirmó el canciller Olaf Scholz. El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó a Irán de intentar “desestabilizar la región” y, como Scholz, subrayó su “solidaridad con el pueblo israelí”. “Francia trabaja con sus aliados en la desescalada y llama a la contención”, aseguró. El tono de Scholz y Macron no gustó a Teherán, que ha llamado a consultas a los embajadores de Francia, Alemania y Reino Unido, según la agencia semioficial iraní ILNA. Antes, el primer ministro británico, Rishi Sunak, había acusado a Irán de “sembrar el caos en su propio patio trasero”.
También el papa Francisco pidió “detener cualquier acción que pueda alimentar una espiral de violencia que eleve el riesgo de arrastrar a Oriente Próximo a un conflicto aún mayor”.
Macron y Scholz acusaron a Irán de desestabilizar la región
El G-7 y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunieron ayer de emergencia