La recompensa a mineros de bitcoins se rebaja para que suba la cotización
La criptodivisa sube un 50% en lo que va de 2023 y busca repetir el alza de 2020 con ayuda de los fondos cotizados
Criptomonedas y yacimientos de minerales preciosos parecen tener poco que ver. Pero estos dos mundos alejados están más cerca de lo que parece, al menos en términos metafóricos, en la criptoesfera. Con el halving de bitcoin previsto para mediados de esta semana, se multiplican las menciones al minado de cadenas, así como al papel de los mineros para que el ecosistema bitcoin continúe funcionando. Estos mineros, que hacen posible la emisión de nuevos tokens, reducirán a la mitad sus beneficios, algo que ya sucedió en 2012, 2016 y 2020. Esto no significa que el precio de la criptodivisa caiga de igual manera: el mercado espera que, al reducirse la oferta, aumente la demanda y también su cotización, que acumula una subida del 50% en lo que va de año.
Con el precio de la principal criptomoneda ya disparado por encima de los 65.000 euros y en plena efervescencia gracias al éxito de los fondos cotizados, estas son algunas claves del nuevo hito de un sector que busca dejar atrás un largo invierno.
ˎ ¿Qué es el ‘halving’? El halving, o reducción a la mitad en inglés, es consecuencia de la tecnología blockchain que está tras del bitcoin. Para crear una nueva moneda, el sistema precisa de ordenadores, o mineros, que verifiquen las transacciones. Estos usuarios reciben beneficios: una cantidad determinada de monedas digitales. Desde 2020 perciben 6,25 bitcoins por cada 210.000 bloques de la red verificados, y a partir de ahora recibirán la mitad: 3,125.
“Es un mecanismo que intenta copiar lo que sucede con un yacimiento único de un mineral precioso”, apunta Mireya Fernández, líder del exchange Bitpanda para el sur de Europa. “Al principio, todo es confusión, por lo que se paga mejor a los primeros mineros. Después, con el paso del tiempo, hay cada vez menos mineral disponible, se va minando menos y el precio del producto puede aumentar”, apunta. A pesar de ser dinero digital, no se puede crear infinitamente. La criptomoneda está ideada para un número finito: como máximo habrá 21 millones de tokens.
ˎ ¿Por qué es importante? Todos los expertos consultados coinciden en que el sector se encamina a un momento de consolidación y maduración, impulsado por los nuevos productos de inversión y la entrada de los grandes jugadores institucionales. “El bitcoin vive un nuevo auge impulsado por los avances en materia regulatoria y de acceso al mercado”, apunta Guido Lonetti, jefe de producto en el banco digital N26.
Este contexto, tras un periodo marcado por los fraudes y la caída de precio de todas las monedas digitales, hace que cualquier novedad sea más inquietante. Como en todo activo de inversión, las novedades pueden generar una fuerte entrada o salida de capitales, y la naturaleza volátil del bitcoin agrava esta tendencia. “Es un error estar demasiado pendiente”, apunta Jorge Soriano, responsable de la plataforma Criptan. “Las características y propiedades de la moneda van mucho más allá de este hito puntual”, resalta.
ˎ ¿Cómo afecta a los inversores? Históricamente, el halving ha servido para generar expectación. Los inversores suelen recibir el momento con entusiasmo, lo que aumenta la conversación al respecto y los ingresos de capital al mundo cripto. “La comunidad lo vive como una Nochevieja y espera que haya cambios en el precio”, apunta Fernández, aunque desliza que el usuario ya tiene experiencia acumulada de varios años. Se trata, afirma, de una comunidad más madura, con más criterio y más capital.
El fuerte aumento de las expectativas también puede causar más estafas y fraudes, dice Lonetti. “Los fraudes habituales relacionados con las criptomonedas pueden ir desde las estafas piramidales o las web falsas hasta el apoyo falso de famosos o la inflación del precio de una criptomoneda desconocida”. Fuentes de la entidad recomiendan “desconfiar de supuestas oportunidades que garanticen ganancias, tengan un exceso de marketing, carezcan de documentación técnica u ofrezcan dinero gratis”.
ˎ ¿Qué impacto puede tener en el precio? Es la pregunta que se hace la comunidad. En 2012 y 2016, la reducción de los beneficios provocó un alza de la cotización de casi un 10.000%. Antes del halving de noviembre de 2012, la moneda cotizaba algo por encima de los 10 dólares. A los cinco meses superaba los 200. La tendencia continuó hasta finales de ese año, cuando superó por primera vez los 1.000 dólares (938 euros).
La subida fue más moderada en 2020, cuando la moneda solo ganó un 400%, aunque en medio de un contexto marcado por la covid, la falta de regulación y los tipos de interés en mínimos históricos. “No estamos con la fiebre de hace unos años, pero sí somos optimistas”, resume Fernández.
Las voces más escépticas señalan que, aunque hay correlación, no existe causalidad entre este hito tecnológico y un aumento de precios. Las más optimistas, en cambio, fantasean con que el valor se dispare por encima de los 435.000 dólares hacia finales de 2024. “Obviamente, sucesos pasados no garantizan sucesos futuros”, sentencia Soriano. Manuel Villegas, analista de activos digitales de Julius Baer, estima que la reducción a la mitad podría servir de catalizador para “un nuevo ciclo de crecimiento en el mercado de los criptoactivos”.
ˎ ¿Tendrá algún efecto sobre los ETF? Los analistas subrayan que los efectos serán, como mínimo, cruzados. El interés de los inversores por acceder al bitcoin a través de los fondos cotizados puede aumentar si la cotización se dispara o si se eleva el FOMO —en español, miedo a perderse algo— ante múltiples noticias de altos retornos de inversión en un entorno más seguro y regulado. Al mismo tiempo, estos vehículos de inversión hacen que la cotización del criptoactivo no sea tan volátil como en anteriores oportunidades.
El halving también podría impactar sobre las carteras de inversión de manera indirecta. Además de los ETF (fondos de inversión que replican el comportamiento de un índice) de bitcoin, existen en el mercado estadounidense una serie de fondos relacionados a la industria cripto, como el Valkyrie Bitcoin Miners ETF (WGMI), que invierte en compañías que minan esta divisa digital.
ˎ ¿Qué otros factores impactan? El mercado está atento a dos noticias relacionadas. Por un lado, el éxito de las grandes gestoras en la promoción de los fondos cotizados de bitcoin lanzados en enero. Larry Fink, director ejecutivo del gigante BlackRock, calificó al bitcoin en 2017 como un “índice de lavado de dinero” y hoy es un gran creyente. El fondo bitcoin iShares, la enseña de BlackRock de ETF, administra más de 16.000 millones de dólares, casi un 30% del capital total en estos vehículos. Por parte de BlackRock también puede llegar una novedad: la aprobación de ETF de Ether, la segunda criptomoneda tras el bitcoin. La gestora es una de las muchas que han pdido al regulador estadounidense el visto bueno a este tipo de fondo. También será relevante lo que suceda a nivel de política monetaria en EE UU y en Europa. Una reducción de tipos de interés en una o en las dos orillas del Atlántico aumentaría el interés en alternativas de inversión más riesgosas, como las criptomonedas.
Los inversores esperan el momento con entusiasmo y cambios en el precio
La rebaja de la compensación, la cuarta desde 2012, la reducirá a la mitad