El Pais (Nacional) (ABC)

“Me hubiera gustado seguir al frente, por el proyecto y por los bailarines”

Joaquín de Luz Director de la Compañía Nacional de Danza El madrileño presenta su último programa como responsabl­e de la agrupación antes de ser relevado en agosto

- MERCEDES L. CABALLERO

El 26 de marzo, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) del Ministerio de Cultura, órgano del que depende la Compañía Nacional de Danza (CND), anunció que no renovará a Joaquín de Luz (Madrid, 48 años) como director de esta agrupación señera. Su reinado ha sido corto: apenas cinco años, reducidos a tres y medio con el parón que supuso la pandemia. Sobre todo si se compara con otras direccione­s (Nacho Duato de 1990 a 2010, y José Carlos Martínez de 2011 a 2019) y con la reluciente y dilatada trayectori­a que De Luz venía desarrolla­ndo como bailarín solista y principal en compañías ilustres como el American Ballet Theatre y el New York City Ballet, en la que llevaba bailando 16 años cuando decidió dejarla para venirse a dirigir la CND. “Si hubiera podido elegir, me hubiera gustado seguir al frente de la Compañía Nacional de Danza. Por el proyecto y por los bailarines”, declara en un despacho de la compañía. ¿Se va contento a pesar de todo? “Mucho. Estos días la gente me llama preocupada después de la noticia para preguntarm­e cómo estoy. Y la verdad es que estoy bien. Hemos trabajado duro para llegar hasta aquí y me alegra despedirme con un programa tan completo e importante como el que presentare­mos en los Teatros del Canal”.

Se refiere a las tres obras que dibujan su última velada como director de la CND y donde sobresale Le jeune homme et la mort, un clásico firmado por Roland Petit, que se vio por primera vez en 1946 en París y que pocos colectivos están autorizado­s para representa­r. “Luigi Bonino, que es el creador encargado de reponerla en nombre de Roland Petit, me ha contado que son muchas las compañías que quieren hacer esta pieza y se les ha negado. Así que lo sentimos como un regalo y un privilegio”.

Este hito de la danza, que contará con tres elencos diferentes de la CND, se verá junto a las obras Heatscape, del coreógrafo Justin Peck, y Cantata, de Mauro Bigonzetti. Un programa de una hora y 45 minutos para el que las entradas llevan semanas agotadas. “Estoy seguro de que si nos hubieran programado un mes, un mes hubiésemos llenado el teatro”. ¿Por qué cree que la danza, en general, sigue teniendo tan poco espacio en las carteleras? “No lo sé, pero los datos son alarmantes y alguien debería tomar responsabi­lidades. Se necesita más compromiso y apoyo y una financiaci­ón pública y privada, como ocurre en otros países con ley de mecenazgo”.

De los 10 objetivos que De Luz se propuso cuando llegó a dirigir la CND (pueden leerse en la web de la institució­n) sobresale el de proporcion­ar una identidad propia que situara a esta entidad como una pieza sólida del ballet clásico y neoclásico de dentro y fuera del país. Confiesa no haber tenido tiempo: “Ya ha sido un milagro haber subido la calidad de esta compañía en tan solo tres años y medio. Crear una identidad propia requiere mucho tiempo y trabajo”. ¿Y sobre lo de darle voz a más coreógrafa­s? “Bueno, han pasado nueve mujeres frente a 22 hombres creadores. Si se compara con otras compañías tampoco está tan mal. Es un tema que me preocupa, pero me importa sobre todo la paridad de oportunida­des en general. Hay muy poco creador o creadora que trabaje con zapatillas de puntas, que es el lenguaje con el que creo que la CND puede beneficiar­se más. Y esto ha sido un problema para mí porque me hice una hoja de ruta que no ha sido fácil cumplir”.

Pregunta. ¿Siente que ha podido trabajar con libertad?

Respuesta. Nunca es como te lo cuentan, siempre es bastante peor [ríe]. Todo el mundo sabe que el sistema del Inaem es antiguo y tiene sus dificultad­es. Me ha faltado tiempo, pero artísticam­ente me siento satisfecho. Y es en lo único en lo que he tenido mano y que realmente es de mi competenci­a.

P. ¿Qué ha sido lo más duro?

R. Llegué con mucho ímpetu, fuerza y ganas de cambiar cosas, y me di con un muro de realidad que me mostró que no se podía. No pretendo tirar balones fuera, es con lo que me he encontrado.

P. ¿A qué se refiere?

R. Al poco apoyo a la danza que hay en este país, a la ausencia de referentes entre los más jóvenes. Si les preguntas quién es Antonio Gades, Nacho Duato o María de Ávila, no lo saben. Hay gente estupenda haciendo cosas muy importante­s en la danza a quienes se les abre los brazos fuera del país. Todo esto me sorprendió mucho cuando volví.

P. ¿Le han molestado las críticas?

R. Yo he crecido con la adversidad: mi padre se oponía a que bailara, tuve que dejar mi país, me lesioné y me dijeron que no bailaría más… las críticas no me asustan y respeto todas las opiniones. Creo que cuando hay precarieda­d se dan este tipo situacione­s. Ahí fuera hace mucho frío para la gente que no tenga opciones. Yo las tengo, no he necesitado estar aquí y lo he hecho encantado.

P. ¿Ha reflexiona­do sobre por qué no han querido renovarle o alguien se lo ha explicado?

R. Bueno, desde el Inaem se dijo que se busca “una nueva mirada que responda a esta nueva etapa” [tras el relevo de Miquel Iceta por Ernest Urtasun]. No sé a qué se refieren. El tiempo es muy sabio y supongo que en su momento tendremos más informació­n.

P. ¿Qué consejo daría a la próxima persona que dirija la Compañía Nacional de Danza?

R. Es difícil aconsejar a una persona que aún no se sabe quién es ni la intención ni motivación que tendrá. Segurament­e será española y conocerá cómo es la cosa. Yo no lo sabía. A mí me dieron muchos consejos, incluido el de “no vengas”. Pero tenía una motivación clara, que era trabajar en favor de la compañía. Iluso de mí.

P. ¿Qué será lo próximo, se ha planteado montar su compañía?

R. Me han llamado para ofrecerme cosas, también para volver a EE UU. Pero quiero pensarlo todo con calma. De momento, acompañar a los bailarines de la CND hasta agosto que termina mi contrato. Y si a alguien se le enciende la bombilla y quiere apoyar la formación de una compañía asociada a alguna comunidad autónoma, yo, encantado. Tenemos plazas muy importante­s como el Palau de les Arts de Valencia o el Teatro de la Maestranza donde puede encajar una estructura así.

“Llegué con ganas de cambiar cosas y me di con un muro de realidad. No se podía”

“Ha sido un milagro haber subido la calidad en tan solo tres años y medio”

 ?? CLAUDIO ÁLVAREZ ?? Joaquín de Luz, en diciembre en el Teatro de La Zarzuela de Madrid.
CLAUDIO ÁLVAREZ Joaquín de Luz, en diciembre en el Teatro de La Zarzuela de Madrid.

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