Tres detenidos por la muerte de una pareja y su hija en el robo a un chalé
Un aparente robo que acaba en triple homicidio. La Guardia Civil detuvo el domingo a dos hombres y una mujer, de entre 23 y 25 años, como presuntos autores de la muerte a cuchilladas del matrimonio formado por Ángel Villar y Elvira Fernández, ambos de 52 años, y su hija Laura, de 22, en un chalé de Chiloeches (Guadalajara) en la madrugada del sábado. Tras matar a las víctimas, los presuntos autores prendieron fuego a la vivienda para destruir pruebas, según fuentes de la investigación. Las pesquisas apuntan a que los asaltantes entraron en la residencia, donde dormían el matrimonio y su hija, con la supuesta intención de robar; y que, al ser descubiertos, decidieron matarlos. Los detenidos son amigos del exnovio de la joven asesinada, con el que esta había tenido una corta relación que incluyó una denuncia de malos tratos que desembocó en una orden de alejamiento.
Los arrestos se produjeron pocas horas después de que fueran hallados los cuerpos, gracias a la grabación de la cámara de seguridad de una gasolinera ubicada en Pozo de Guadalajara, una localidad cercana. Esa cámara registró a los tres sospechosos cuando huían de madrugada. No se descartan más detenciones. El Juzgado de Instrucción 4 de Guadalajara ha ordenado el secreto de las actuaciones.
Los hechos se conocieron a las 3.32 de la madrugada del sábado. A esa hora, el otro hijo del matrimonio, Yeray, regresó a la vivienda, en el número 28 de la calle Fuente Valdoma de la urbanización Medina Azahara, y vio que se había desatado un incendio en el interior. El joven telefoneó a los vigilantes del recinto, que se desplazaron
al lugar para sofocar las llamas. Tras unos primeros intentos fallidos por la magnitud que había alcanzado el fuego, optaron por avisar al 112. Después de casi dos horas, los bomberos del parque de Azuqueca de Henares (Guadalajara) lograron sofocar el incendio y entrar en la vivienda. En la planta baja encontraron los cadáveres del matrimonio. En la escalera, el de su hija. Todos presentaban evidentes signos de haber sido acuchillados.
Horas después, la Guardia Civil detenía como presuntos autores del crimen a tres vecinos de Pioz, una localidad situada a solo 14 kilómetros (que se hizo tristemente famosa en el verano de 2016, cuando un veinteañero asesinó y descuartizó a sus tíos y a dos primos de corta edad). Los tres arrestados ahora, que habían tenido anteriormente encontronazos
con las fuerzas de seguridad, eran del entorno del exnovio de la víctima. De hecho, uno de ellos es su primo. Otro es familiar de un exalcalde del municipio.
La principal hipótesis que manejan los responsables de las pesquisas es que los asaltantes accedieron a la vivienda pensando que estaba vacía, pero fueron descubiertos por los ocupantes. Siempre según esta línea de investigación, las víctimas opusieron resistencia al hurto las mismas fuentes destacan que el hombre fallecido era corpulento y los ladrones decidieron matarlos, sobre todo después de que la menor de la familia los reconociera como amigos de su expareja. Luego, prendieron fuego a la casa y abandonaron el lugar. No ha transcendido si finalmente robaron algo en la vivienda.