Transición prepara el despliegue de 5,7 millones de contadores de gas natural
El 4 de abril, la Sala de Supervisión Regulatoria de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobó una resolución por la que fijó el precio del alquiler de los futuros contadores inteligentes de gas natural para pequeños clientes, esto es, los conectados a redes con una presión inferior a 4 bar y un consumo de menos de 50.000 kWh al año. Una vez publicada esta resolución en el BOE, el siguiente paso lo dará el Ministerio para la Transición Ecológica que, a través de una orden, fijará el plan para sustituir el actual parque de contadores analógicos por otros de telemedida para dicho grupo de consumidores, lo cual afectará a 5,7 millones de equipos. Se calcula que la sustitución se hará paulatinamente hasta 2028, a medida que vaya caducando la vida útil de los actuales contadores, que la norma fija en 20 años.
A diferencia de la implantación de los contadores inteligentes de la luz, que se prolongó durante más de una década, en el caso del gas natural han sido las empresas distribuidoras las que han reclamado el cambio del parque. La principal beneficiada es Nedgia (del grupo Naturgy), con un 67,2%; seguida, de lejos, de Nortegás (12,3%); Grupo Madrileña (11,3%), y Redexis (8,2%). El fleco restante, poco más del 1%, se lo reparten Dicogexa y Domus.
Ha sido el ministerio el que pidió al regulador que calculase ya el precio del alquiler del contador, que, en cualquier caso se instalará sin coste alguno para el cliente. La propuesta llegó en diciembre y, tras un periodo de consulta pública, el proceso se considera ya en marcha.
En el caso de la electricidad, con precios del mercado mayorista que fluctúan cada hora del día, el contador inteligente permite gestionar la curva de consumo y que las comercializadoras puedan hacer ofertas ad hoc, amén de las lecturas a distancia. En cuanto al gas natural, con precios fijos y a plazo en el mercado libre y en el regulado (la tarifa de último recurso —TUR— del pequeño consumidor se fija trimestralmente en función de los precios de las materias primas), las ventajas de los modernos contadores son otras. Según la CNMC, se evitan las lecturas presenciales, se reducen las mermas (fraude) y hay mayor privacidad y seguridad al no tener que acceder a las viviendas. Y es que casi la mitad de los contadores domésticos están en el interior de las casas.
Más allá de que el ministerio que dirige Teresa Ribera pueda fijar un precio definitivo para el alquiler de los contadores de telemedida del gas, la CNMC propone 1,10 euros al mes o 13,22 euros al año. Para este cálculo, el regulador ha tenido en cuenta los costes unitarios de inversión en equipos, como el contador digital, la plataforma sectorial y de comunicaciones y la batería, actualizados con el IPRI. Asimismo, indica el dictamen, se han tenido en cuenta posibles fallos que obliguen a cambiar o reparar los equipos antes de tiempo y que las baterías deben reemplazarse a los 10 años.
Por su parte, la CNMC ha calculado los ahorros que supone la lectura remota para las distribuidoras, reducción de mermas y se evitan lecturas presenciales (2,40 euros al año). Aun con todo, hay que compensar a las distribuidoras, lo cual se hará a través del citado precio del alquiler del contador.