Solo 7.900 hogares recibieron en 2023 las ayudas a hipotecados vulnerables
El Banco de España señala que las entidades repercutieron el alza de tipos más en los créditos que en los depósitos
Tarde de expectación, tarde de decepción. Algo así parece que le ha ocurrido al Código de Buenas Prácticas, tanto al permanente como al temporal aprobado a finales de 2022, para ayudar a los hipotecados vulnerables o en riesgo de serlo ante el abrupto repunte de los tipos de interés fijado por el Banco Central Europeo (BCE). El Gobierno esperaba que pudiera llegar hasta el millón de familias. Sin embargo, su impacto ha sido limitado por el momento: hasta finales de 2023, solo 7.900 hogares se habían beneficiado de esta red de auxilio, según el Informe de Estabilidad Financiera de Primavera, presentado ayer por el Banco de España.
“Nuestra interpretación es que se trata de buenas noticias. Que no se haya acudido mucho al Código de Buenas Prácticas es el reflejo de que la economía ha ido mejor de lo que se preveía”, aseguró Ángel Estrada, director general de estabilidad financiera, regulación y resolución del supervisor. Además, si se compara con las solicitudes recogidas por este escudo social hace una década, el uso está siendo mucho mayor en este momento. “No parece que haya un problema de desconocimiento. Lo que ocurre es que la situación económica ha sido mejor de lo que se esperaba”, ha incidido Estrada. A esto se añade la concesión de préstamos para compra de vivienda mucho más prudente que antes de la crisis de 2008.
Las cifras durante 2023 dejan unas 65.800 solicitudes, de las que se han aprobado un 12% (7.900 operaciones), se han rechazado un 43% (unas 28.300 peticiones) y siguen pendientes de resolver el otro 45% (alrededor de 29.600 solicitudes). En el detalle del alto número de reclamaciones rechazadas, “más del 80% de estas denegaciones se deben al no cumplimiento de los requisitos objetivos para su elegibilidad”, explica el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos en el documento.
En volumen de deuda pendiente de las operaciones concedidas (tanto las que se enmarcan dentro del Código de Buenas Prácticas de 2012 como las del nuevo plan de ayuda), las ayudas llegan a 907 millones de euros, “un 0,2% del saldo vivo del crédito a hogares para la vivienda a final de 2022”, detalla el texto. En comparación, un año antes el escudo en vigor desde la pasada crisis solo había aprobado 1.350 operaciones.
El supervisor también ha cifrado cómo han repercutido las entidades el cambio del nivel de tipos de interés tanto a los préstamos como a los depósitos. “El aumento de los tipos de interés de referencia se ha trasladado al activo de las entidades en mayor medida que al pasivo”, afirma el informe. En concreto, de media, en los préstamos a hogares para adquisición de vivienda y para empresas no financieras, la traslación se situó en torno al 57% a diciembre del año pasado. Mientras, en la remuneración del pasivo el trasvase se limitó a un 7,5% y un 22,6% para los depósitos de hogares y empresas no financieras, respectivamente.
“La traslación ha sido mucho más rápida en el crédito que en los depósitos, lo que ha propiciado el aumento del margen de intereses”, aseguró el director general de estabilidad financiera, regulación y resolución del supervisor. Una diferente velocidad que ha tenido un efecto muy positivo para la cuenta de resultados de la banca. En concreto, el margen de interés experimentó un repunte del 22,4% en el ejercicio pasado “derivado de la mayor traslación de la subida de los tipos a los préstamos frente a los depósitos” y a “la preponderancia de préstamos a tipo variable” en España. Aunque esa bombona de oxígeno se agota y ya no crecerá a ese ritmo. “El margen de interés contribuirá un poco menos este año, aunque seguirá teniendo una contribución significativa”, dijo Estrada.
Además, el sector financiero ha mejorado su solvencia. Pese a ello, el Banco de España considera que no lo ha hecho lo suficiente. “El sistema financiero español no ha acortado la distancia que tenía respecto a sus pares europeos”.
El regulador cree que “la economía ha ido mejor de lo que se preveía”
De las 65.800 solicitudes se aprobó un 12% y se rechazó otro 43%