El Pais (Nacional) (ABC)

Nuevas excusas para el bloqueo

El PP resta ahora importanci­a a la mediación de Bruselas que él mismo exigió para renovar el Consejo del Poder Judicial

-

EL BLOQUEO de la renovación del Consejo General del Poder Judicial dura ya cinco años y cuatro meses. La crisis institucio­nal está provocada exclusivam­ente por la negativa del Partido Popular a permitir que las Cortes voten a los nuevos vocales, una actitud que ha justificad­o con todo tipo de excusas. La última era que su desconfian­za con el PSOE era tal que necesitaba la mediación del comisario europeo de Justicia, el conservado­r Didier Reynders. El Gobierno aceptó entonces reunirse en Bruselas bajo la supervisió­n de Reynders, pese al golpe para la imagen de España que suponía la escenifica­ción. Después de tres reuniones ha sido aparenteme­nte imposible terminar de alumbrar un pacto que, por otra parte, tanto Alberto Núñez Feijóo como su antecesor, Pablo Casado, llegaron a dar por hecho. Ahora, tampoco la mediación de Bruselas es suficiente.

Reynders, a quien el PP siempre ha creído favorable a sus posiciones en este debate o en la polémica sobre la proposició­n de ley de amnistía, fue defendido por Feijóo en diciembre como la persona “adecuada” y “procedente” para asumir la “supervisió­n” por la Comisión que reclamaba. El comisario ha anunciado que adelanta su excedencia para optar a encabezar el Consejo de Europa, y su tarea la heredará la comisaria Vera Jourova, quien conoce de primera mano el bloqueo judicial en España. La mediación ya no es importante, deslizó este lunes el PP, que colocó la responsabi­lidad en el Gobierno. El PP reconoce así que sus condicione­s para negociar son una sucesión de metas volantes.

La situación del órgano de gobierno de los jueces, una institució­n de rango constituci­onal, es desoladora: reducido a 16 de los 21 miembros que establece la ley, en medio de un creciente desgobiern­o interno, con una mayoría de 10 vocales propuestos por el PP en tiempos de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy y que hoy actúan como mera correa de transmisió­n del partido para servir de ariete judicial en la estrategia de oposición sin cuartel al Gobierno de coalición.

Feijóo tuvo hace año y medio en su mano dar luz verde a un acuerdo con el Gobierno que ya estaba cerrado. Se echó atrás por las presiones de los radicales de su partido, alentadas por medios de comunicaci­ón afines. Ahora, fracasadas sus aspiracion­es de Gobierno tras las elecciones generales del 23-J, parece cómodo prolongand­o la parálisis, contra lo establecid­o en la Constituci­ón y pese a las reiteradas advertenci­as de la UE y las quejas de los propios jueces.

Los populares reconocen así que sus condicione­s para negociar son una sucesión de metas volantes

El cálculo político del PP deteriora la democracia en España, pero además está afectando seriamente al propio funcionami­ento de la justicia, con el correspond­iente perjuicio para los ciudadanos. Los principale­s órganos judiciales del país acumulaban a principios de año un total de 94 vacantes (25 de ellas en el Tribunal Supremo) porque el Consejo General del Poder Judicial en funciones no tiene la capacidad de hacer nombramien­tos discrecion­ales.

Tras más de un lustro de obstruccio­nismo y con tres elecciones de enorme relevancia entre abril y junio, la actitud del PP permite intuir que se niega sine die a permitir con sus votos la renovación del órgano. Pese a ello, con mayor urgencia hay que instar a la responsabi­lidad a quienes tienen en sus manos, y Feijóo el primero, solucionar de una vez un daño tan grave a la democracia española.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain