Los líderes europeos piden a Israel que no replique al ataque
La UE discute nuevas sanciones a Teherán, aunque discrepa sobre declarar “organización terrorista” a la Guardia Revolucionaria
La cita extraordinaria de los jefes de Estado y de Gobierno de la
Unión Europea ayer en Bruselas iba a estar dedicada a la economía. Pero la volátil situación internacional, sobre todo el miedo a una escalada más grave aún en la región tras el ataque de Irán con misiles y drones a Israel el pasado sábado, trastocó los planes. La preocupación por un aumento de la violencia planeó sobre el primer día de encuentros de los Veintisiete. Mientras discuten sobre cómo y cuánto —no hay acuerdo total— ampliar las sanciones contra Teherán, se unieron a las voces internacionales que instan al Gobierno de Benjamín Netanyahu a no replicar el ataque con otro que haga más difícil aún una desescalada.
Significativo es que uno de los que más claro expresó este sentimiento en la cita en Bruselas fuese uno de los aliados más robustos de Israel en la UE desde el comienzo del conflicto con el ataque de Hamás el 7 de octubre, Alemania. Es bueno, dijo su canciller, Olaf Scholz, que Israel lograra repeler ampliamente el ataque iraní. Algo que hizo, recordó, “con amigos y aliados”. Y son esos mismos amigos y aliados, recordó, los que le están pidiendo ahora que se contenga, porque responder con otro ataque “no sería inteligente”, recalcó.
“Para nosotros es importante que se aproveche este momento para una mayor desescalada y que Israel también aproveche este éxito para reforzar su posición en toda la región, en vez de responder con un ataque masivo propio” a Irán, dijo Scholz nada más llegar.
“El ataque iraní supone un cambio de paradigma y nos enfrenta a nuevos retos de seguridad, pero todos los esfuerzos se centran ahora en contener el conflicto y evitar que se incendie toda la región, en evitar una escalada total”, coincidió el canciller austriaco, Karl Nehammer, otro de los gobernantes que más han respaldado a Israel y que más se han resistido en los más de seis meses de conflicto en Gaza a poner como posición común de la UE algo que pueda percibirse como una crítica a Israel.
El miedo a que la violencia se extienda por toda la región, especialmente a Líbano, es no obstante demasiado grande como para morderse ahora la lengua. Las llamadas a la contención de todas las partes, pero especialmente por parte de Israel, llevan repitiéndose en la UE desde el fin de semana, en el que prácticamente todos los líderes europeos manifestaron su condena al ataque de Teherán.
Así consta también en las conclusiones de la cumbre extraordinaria de ayer y hoy, en la que, además de condenar “fuerte e inequívocamente” el ataque de Irán contra Israel, los Veintisiete “instan a todas las partes a ejercitar la máxima contención y a abstenerse de cualquier acción que pueda incrementar las tensiones en la región”, según el borrador al que ha tenido acceso EL PAÍS.
En estas se señala también que la UE “tomará más medidas restrictivas contra Irán”, especialmente en materia de “vehículos aéreos no tripulados [drones] y misiles”, con el fin explícito de contribuir a la “desescalada y la seguridad en la región”.
Las sanciones ya fueron discutidas en la reunión virtual extraordinaria de ministros de Exteriores que convocó la víspera el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Según indicó, además de ampliar las ya existentes, se ha encargado al servicio jurídico de la Comisión si hay base legal para declarar a la Guardia Revolucionaria iraní como “organización terrorista”, tal como reclaman algunos Estados europeos y el propio Israel, aunque muchos otros albergan dudas y, como Scholz o el primer ministro de Luxemburgo, Luc Frieden, se escudan en la necesidad de hacer el estudio jurídico antes de pronunciarse.
Sí lo hicieron abiertamente gobernantes como el primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo: “Mi posición es que la Guardia Revolucionaria iraní debería ser puesta en una lista de sanciones. Sería “una señal muy importante”, acotó, a la par que se
Scholz fue de los más claros a la hora de pedir contención al Gobierno israelí
La cita sirve para explorar apoyos al reconocimiento de un Estado palestino
ha unido a las voces que llaman a todas las partes del conflicto a la contención.
La cita en Bruselas hasta hoy servirá además para valorar si algún país más está dispuesto a unirse a la iniciativa liderada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a reconocer a Palestina como Estado.
Para ello, Sánchez, que lleva varios días de gira intentando sumar a países a su propuesta, cuenta en Bruselas con un aliado decidido, el nuevo primer ministro irlandés, Simon Harris: “Tengo la intención de aprovechar esta cita para hablar con otros colegas y ver si otros países quieren avanzar con España e Irlanda para reconocer el Estado de Palestina”, adelantó, indicando que sería un gesto “positivo” hacia la posición —esta sí ya consensuada en la UE— de la necesidad de una solución de dos Estados.