La única concordia del debate valenciano, con una diputada enferma
La polémica proposición de ley de “concordia”, de PP y Vox, se discute en las Cortes en una sesión bronca
Aitana Mas es una política alicantina de 33 años. Fue vicepresidenta de la Generalitat Valenciana con el anterior Gobierno de izquierdas. Ahora es diputada por Compromís en las Cortes Valencianas. Ayer fue la protagonista de la sesión de control sin decir una palabra. Todos los grupos parlamentarios le dedicaron ayer un afectuoso aplauso, cuando la presidenta del Parlamento, Llanos Massó, de Vox, expresó la satisfacción de la Cámara por verla ocupar su escaño. Mas anunció el pasado fin de semana en sus redes sociales que padece cáncer. La diputada respondió asintiendo y llevándose la mano al corazón.
Solo su presencia con mascarilla y las palabras y gestos que le dirigieron todos los diputados de todas las formaciones políticas llevaron algo de concordia a una bronca sesión en la que se discutió mucho a propósito de la polémica proposición de ley que el PP y Vox, partidos que sustentan al Consell de la Generalitat, han denominado “de concordia”, que tiene como objetivo sustituir la actual ley autonómica de memoria democrática. La derecha y la ultraderecha consideran que la norma reconoce a “todas las víctimas”, no como la anterior; la izquierda sostiene que “blanquea el franquismo” y “equipara la dictadura con la democracia”.
El presidente de la Generalitat,
Carlos Mazón, del PP, dio “las gracias” a Mas por convertirse en un referente para las “mujeres que necesitan referencias cuando reciben una noticia de este tipo”. El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, le dedicó un guiño cómplice: “Te queda muy bien ese corte de pelo tan punki”. El portavoz socialista, José Muñoz, se acercó a hablar con ella. El vicepresidente primero, Vicente Barrera, de Vox, y la vicepresidenta, Susana Camarero, del PP, le desearon una pronta recuperación.
Una vez pasado ese momento de auténtica concordia, las aguas volvieron al cauce del hemiciclo, donde empezaron a repartirse leña, esta vez, a cuenta de Franco, en referencia sobre todo al dictador pero también al dirigente socialista alicantino (Ángel Franco), en una sesión de control que incluyó el reparto de un libro del periodista y escritor Manuel Chaves Nogales, y de una fotografía del poeta Miguel Hernández, y la exhibición de imágenes de represaliados de la dictadura y de camisetas negras.
¿Considera que el franquismo fue una dictadura?” Le preguntó Muñoz a Mazón, tras recordar el socialista las palabras del vicepresidente Barrera sobre su orgullo de ser nieto de los que ganaron la Guerra Civil. “Lea bien los labios: sí, fue una dictadura”, respondió el presidente. “En esta comunidad, el único que tiene un problema con el régimen franquista es el socialismo alicantino.
Lo han integrado en su ejecutiva [ahora dirigida por la ministra de Ciencia, Diana Morant]. Es un régimen franquista como la copa de un pino que lleva 40 años vigente”, aseveró el también presidente del PP valenciano que acusó a los socialistas de no preocuparse por los problemas reales de la Comunidad Valenciana.
El síndic del PSPV le respondió a Mazón preguntándole si “tiene un problema con el régimen zaplanista instalado en la Generalitat”, en alusión al juicio al expresidente valenciano, Eduardo Zaplana, del PP, sentado ahora en el banquillo acusado de varios delitos de corrupción. En su réplica, Mazón instó al PSPV a “permitirse el lujo de estar en contra de todos los odios y dictaduras”, citando un extracto de Chaves Nogales. Al finalizar, le entregó el libro A sangre y fuego: héroes, bestias y mártires de España que el socialista aceptó. A cambio, le dio al presidente una fotografía de Miguel Hernández, que Mazón colocó de manera visible en su escaño.
La exhibición de camisetas de represaliados por parte de los diputados socialistas fue contestada por el portavoz de Vox, José María Llanos, que les acusó de hacer “teatro”, y afirmó que si trajeran al pleno las fotos de los “miles de mártires masacrados por el socialismo no cabrían en este Parlamento”.
Por su parte, el síndic de Compromís, Joan Baldoví, explicó que su grupo asistió al pleno de negro porque ayer era un día “negro para los valencianos”, ya que se van a tramitar unas leyes que ha considerado que son una “vergüenza”. Tras la sesión de control, el pleno de Les Corts votó la tramitación de las cinco proposiciones de ley impulsadas por PP y Vox, sobre asuntos como la memoria histórica, el plurilingüismo (llamada Ley de Libertad Educativa por sus promotores), la Agencia Antifraude (solo presentada por los populares), la transparencia o la televisión autonómica. El PP y Vox cuentan con mayoría absoluta en la Cámara.
La derecha pretende acabar con la actual ley de memoria democrática El PSPV citó al “régimen zaplanista instalado en la Generalitat”