Modi aspira a un tercer mandato en la India
El partido nacionalista hindú está llamado a mantener el poder, pese a la división del país
La gigantesca maquinaria de las elecciones en la India, el país más poblado del planeta, comenzó ayer con el gobernante Bharatiya Janata Party (BJP), el partido nacionalista hindú del actual primer ministro, Narendra Modi, como favorito. Casi 970 millones de personas están convocadas a las urnas a lo largo de siete fases desplegadas en los próximos 44 días.
Habrá que esperar al 4 de junio para conocer los resultados.
El ambiente electoral está dividido tras 10 años —dos mandatos— de Modi en el poder. Su formación ha basado buena parte de la campaña en subrayar el creciente peso internacional y geopolítico del país, el desarrollo de infraestructuras, los programas de ayudas a las clases desfavorecidas y el impulso de la religión hinduista, con ejemplos recientes como la apertura en enero de un templo de esta creencia en el disputado emplazamiento de una mezquita centenaria.
Mientras, organismos internacionales critican de forma creciente la regresión democrática que sufre el país y la discriminación de minorías, especialmente la musulmana. La oposición denuncia una persecución política teledirigida por parte de instituciones estatales; protesta por cómo asuntos graves como la inflación, el desempleo y la situación de los agricultores han pasado de puntillas en los medios, mientras las cámaras siguen a Modi a todas partes; y advierte de que el secularismo, consagrado en la Constitución, podría verse comprometido si gana de nuevo el BJP con un discurso inflamado de religión.
En esta primera etapa se eligen 102 escaños de la Lok Sabha, la Cámara baja del Parlamento, que será la encargada de investir al Gobierno. Es la mayor de todas las fases, con 166 millones de votantes convocados, y se desarrolla de forma simultánea en circunscripciones repartidas por 21 Estados.
En las siguientes seis se irá votando de forma progresiva por todo el territorio hasta completar los 543 asientos parlamentarios en disputa. Modi, de 73 años, se ha fijado como umbral alcanzar 370 escaños —67 más de los obtenidos en 2019— y pretende llegar a 400 junto a la coalición que comanda, la Alianza Nacional Democrática.
“Hago un llamamiento especial a los jóvenes y a quienes votan por primera vez para que voten en gran número”, publicó Modi en la red social X tras la apertura de las urnas. “Cada voto cuenta y cada voz importa”.
La juventud es un tesoro electoral a mimar en un subcontinente en el que cerca del 65% de la población es menor de 35 años. Si Modi logra la victoria, sería el segundo primer ministro indio elegido en tres ocasiones consecutivas, después del líder posterior a la independencia del país, Jawaharlal Nehru, el bisabuelo del actual líder de la oposición, Rahul Gandhi.
“Salgan a fortalecer la democracia aplicando el bálsamo de su voto sobre las heridas infligidas al alma del país en los últimos 10 años”, reclamó Gandhi, de 53 años, el rostro más conocido del Partido del Congreso y último exponente de una estirpe clave en la política india, hijo, nieto y bisnieto de primeros ministros. Su formación, que obtuvo solo 50 diputados en 2019, lidera un bloque de agrupaciones que tratan de hacer sombra común a los destellos del BJP bajo el acrónimo INDIA.