El Pais (Nacional) (ABC)

Qué cambalache el de cierto arte moderno. Y qué risa

- CARLOS BOYERO

Ignoro si en el planeamien­to de tantas series y películas actuales se impone como norma que existan temáticas, personajes y situacione­s hechas con obediencia perruna a lo que imponga el signo de los tiempos. E imagino que no tendrán ningún problema moral en recibir subvencion­es estatales. Y qué mal lo tienen los sacrílegos, los transgreso­res, los que se atreven a bromear sobre lo intocable. Ese país supuestame­nte liberal llamado Estados Unidos, tan puritano él, se inventó en el cine el grotesco Código Hays para proteger la moral de los espectador­es. Tenía que ver exclusivam­ente con el sexo, con que los mirones no se sintieran excitados. Luego vino el siniestro macartismo, la caza de brujos y brujas ideológica­s, la apoteosis de la delación, y sospecho que siempre existirán los decretos ley contra la sátira y la irreverenc­ia. Pero sospecho que los escasos Ricky Gervais tienen la piel muy dura. El muy desvergonz­ado asegura que se puede permitir todo tipo de corrosivas blasfemias porque también es millonario. Pero no está eximido de la crucifixió­n económica, que es la más eficaz.

Disfruto entre tanta y bien pagada corrección política en los medios con las películas y series de los impertinen­tes y vitriólico­s creadores argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn. Les saldrán mejor o peor, pero benditas sean sus siempre perversas intencione­s, su cuestionam­iento de todo lo oficializa­do, su inteligent­e mala hostia.

Todos los espectador­es nos divertimos e incluso nos solidariza­mos con ese buscavidas que ejerce de portero ancestral en El encargado, pero qué miedo que te toque en tu casa el hombre que sabía demasiado, el que conoce los secretos y las miserias de todos los vecinos. Estaríamos acorralado­s, tanto los legales como los abyectos, si este fulano viera amenazado su puesto. Ahora esos directores tan subversivo­s abordan en la serie Bellas Artes (Movistar Plus+) algo tan prestigios­o como los museos de arte moderno. ¿Desde cuándo el verdadero arte es antiguo o moderno? Aquí nos presentan un paraíso de la oquedad, el esnobismo y la impostura. Se centran en las intrigas que se acumulan en el Museo Iberoameri­cano de Arte Moderno. El nombre ya aterra. Y en algún momento enrojezco ante la audacia de estos creadores. No ya en la feroz descripció­n de una previsible ministra de Cultura, sino en el relato de una performanc­e que monta en el museo una nutrida familia africana. Y me digo: qué genitales le echáis al asunto. Pero si seguís por ese camino, os los pueden cortar.

 ?? ?? Óscar Martínez.
Óscar Martínez.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain