Shanghái, a la altura del betún
Verstappen gana la primera prueba al ‘sprint’ en un trazado oscurecido y polémico
A este paso, no sería de extrañar que Liberty Media hiciera suya aquella descabellada idea de Bernie Ecclestone, el expatrón de la Fórmula 1, que llegó a proponer mojar artificialmente los circuitos con la carrera en marcha, para tratar de aumentar el número de adelantamientos. “¿Por qué no provocar la lluvia durante 20 minutos? El suspense estaría garantizado”, se atrevió a comentar el británico. De esa declaración ha pasado ya más de una década y, aparentemente, en el campeonato corren otros tiempos. Sin embargo, los promotores del Gran Premio de China han decidido subirse al carro de las iniciativas cantinflescas en el regreso del circuito de Shanghái al calendario, tras cinco años de ausencia.
En un arranque de imaginación, los responsables de la pista decidieron aplicarle una capa de betún para oscurecerla, una medida básicamente cosmética que dejó a todo el paddock en fuera de juego. Básicamente, porque la información que manejaban los equipos sobre las características del asfalto, esa que introdujeron en los simuladores, sirvió más bien de poco. Según parece, el tratamiento se llevó a cabo el año pasado, con la intención de eliminar el polvo y mejorar la impermeabilidad de la mezcla. Los distintos tonos de color existentes son el resultado de las pruebas que se han disputado desde entonces, que han desgastado unas zonas más que otras.
Normalmente, las escuderías reciben previamente una notificación por parte de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) con todos los cambios relevantes que se hayan podido hacer en los circuitos. En este caso, el organismo no notificó nada. Pirelli, el suministrador de neumáticos del certamen, también se encontró el regalo al llegar a Shanghái, el miércoles, y llevar a cabo su habitual inspección del asfalto.
La pista, que será completamente reasfaltada con vistas al año que viene, albergó la primera cita al sprint del año; una carrera cuyo voltaje fue aumentando con el paso de las vueltas, y que terminó con el triunfo de Max Verstappen, y con una gresca muy vistosa entre Carlos Sainz (terminó el quinto) y Fernando Alonso, que se vio obligado a abandonar después de un roce con el madrileño, que provocó un pinchazo en la goma delantera derecha de su Aston Martin. Nada más terminar, Alonso le recriminó a su compatriota que no le dejara espacio en una maniobra de adelantamiento, durante el fragor de la batalla que libraron el uno contra el otro. Sainz, por su parte, calificó como “un tanto optimista” la maniobra de defensa del asturiano nada más ser superado. “Ataqué a Fernando y conseguí adelantarle bien. Luego, creo que él hizo un movimiento un tanto optimista para devolvérmela, y eso le ha costado la carrera a él y a mí, porque me ha provocado bastantes daños y me fui para atrás”, lamentó el piloto de Ferrari, que también se las tuvo con Charles Leclerc, su compañero en la Scuderia. “Carlos es un tipo muy inteligente y después de la carrera entenderá que ha sido un poco demasiado agresivo, de la misma forma que a veces también lo he sido yo”, convino el monegasco. Tras los testimonios del parque cerrado, los comisarios sancionaron a Alonso con diez segundos de penalización, y con la pérdida de tres puntos en el carné.
El primer asalto dejó muchas cuentas pendientes que se podrán ajustar este domingo, en la carrera larga (09.00, Dazn), en la que Verstappen arrancará desde la pole, el ovetense lo hará el tercero y Sainz, el séptimo.