● Gestores de un futuro incierto
El 45% de los directores generales entrevistados por PwC en la investigación global que la consultora publicó en enero de 2024 señalan su preocupación por que sus negocios no sean viables más allá de la próxima década si no se reinventan (en 2023 opinaron así el 39% de los CEO preguntados). Un 97% manifiesta haber adoptado medidas en los últimos cinco años, y un 76% “ha tomado al menos una acción con un impacto grande o muy grande en el modelo de negocio de su compañía”. La reinvención como imperativo obliga a los propios directivos a adquirir (si es que no lo han hecho ya) las habilidades para la vida o socio-emocionales de las que llevamos hablando a lo largo de todo este reportaje. Unicef las denomina “destrezas transferibles relacionadas con la ciudadanía mundial”, y alerta de que solo dos quintas partes de la población joven mundial están en camino de alcanzarlas, junto con las destrezas en lectura y matemáticas correspondientes al nivel de secundaria, y las digitales, para realizar actividades sencillas con un ordenador.
“Prosperar en el mundo actual requiere una amplitud de habilidades que tienen sus raíces en la alfabetización y la aritmética básica, pero se extienden más allá de la capacidad de leer, escribir y hacer matemáticas”, asegura Unicef en su informe Recuperar el aprendizaje. Pues bien, “menos de la mitad de los jóvenes está en camino de adquirir toda la gama de destrezas que necesitan para prosperar en la escuela, el trabajo y la vida”, según sus conclusiones. “Poco más del 25% va camino de adquirir destrezas específicas para un desempeño laboral, y alrededor de un tercio está en camino de adquirir destrezas empresariales (según las tasas de alfabetización financiera)”, denuncia el estudio, señalando lo obvio: los jóvenes de los países más ricos tienen más probabilidades de desarrollar todas estas habilidades que los de los países de menores ingresos.