Vox desmiente las encuestas y conserva su único escaño
El partido de Abascal mantiene su sillón por Álava y mejora los resultados de hace cuatro años, con 21.000 votos
Vox consiguió salvar los muebles. En contra de lo que auguraban la mayoría de las encuestas, conservó su único escaño en la Cámara vasca. Pese al temor de que funcionara el voto útil al PP, el partido ultra logró mejorar sus resultados de hace cuatro años, superando el 2% de los sufragios y los 21.000 votos en el conjunto de Euskadi, frente al 1,96% y 17.600 sufragios de entonces. Pero, sobre todo, renovó su escaño por Álava, con el 3,71% (tenía que superar el 3% para obtener representación) y 5.623 votos (4.731 en 2020). En Bizkaia y Gipuzkoa se quedó muy lejos de ese listón, pero no importaba porque jugaba todas sus cartas en la provincia menos poblada y consiguió plaza, mientras que Podemos, con más votos en el conjunto de Euskadi, se quedó fuera.
Con el 100% de los votos contabilizados en Álava compareció el líder del partido, Santiago Abascal, en un salón del hotel Silken Ciudad de Vitoria, acompañado por su diputada Amaia Martínez. Los militantes que lo aguardaban lo recibieron con aplausos y gritos de “¡presidente! ¡presidente!”, como si fuera el ganador de las elecciones. Abascal enfrió la euforia respondiendo a una simpatizante que le gritó “misión cumplida” que “ETA y el partido separatista vasco han ganado las elecciones y los españoles las vamos perdiendo”.
Tras subrayar que su partido “ha renovado el escaño” y “ha vuelto a poner una pica en un Parlamento difícil”, advirtió de que “Vox no es una moda” y no va a desaparecer como algunos querrían, en alusión al Partido Popular. Abascal se jugaba mucho en este envite. Álava es su “patria chica”, la tierra donde se inició en la política, de la mano del PP, y Euskadi es, con Cataluña, uno de los frentes de su batalla contra el nacionalismo separatista.
Vox impidió el acceso de EL PAÍS a la zona de prensa, aunque este diario se había acreditado en tiempo y forma. En las pasadas elecciones generales el partido ultra vetó a este diario en la noche electoral hasta que la Junta Electoral Central (JEC) le advirtió de que estaba vulnerando el artículo 20 de la Constitución, que consagra el derecho a la información, y de que si persistía en su actitud se podría enfrentar a “responsabilidades administrativas y, en su caso, penales”.