“Nunca hay que vender las viviendas públicas”
Christian Schantl Jefe de Relaciones Internacionales de la empresa de gestión del alquiler público en la ciudad de Viena
Christian Schantl (Klagenfurt, Austria, 64 años) es desde 2019 el jefe del departamento de Relaciones Internacionales de la empresa pública Wiener Wohnen, la entidad que gestiona el alquiler público en la ciudad de Viena. El modelo vienés es un referente y numerosos países, entre ellos España, miran a esta ciudad con el fin de encontrar pistas para afrontar el problema de la vivienda. Viena, con cerca de dos millones de habitantes, impulsa su modelo desde hace más de un siglo, lo que le permite disponer de un parque de más de 220.000 viviendas públicas de arrendamiento, a las que se suman otras 200.000 subvencionadas. Es decir, más de la mitad de la ciudadanía vive en uno de estos inmuebles y el Gobierno municipal es un actor fundamental a la hora de controlar las rentas, recalca Schantl, que presentó el caso vienés el 12 de abril en Pamplona con motivo de un encuentro nacional de corporaciones públicas.
Pregunta. ¿Qué recomendaría a España para incrementar la vivienda asequible?
Respuesta. No se puede hacer un copia y pega del sistema, no funcionaría. Como consejo, una cosa que no debería hacer es vender sus viviendas públicas. Esto es muy importante porque muchas ciudades de Europa han cometido ese error y ahora están enfrentándose a problemas serios. Así que eso es lo primero: no vender nunca lo que tienes.
P. El hecho de que la calificación de la vivienda protegida sea indefinida, ¿puede echar para atrás a los inversores privados?
R. En Viena tenemos un 58% de cooperativas de beneficio limitado que compiten unas con otras. Desde luego, no es un modelo de inversión para especuladores, pero sí para aquellos que piensen a largo plazo y que quieran invertir de forma segura en este sector. Tiene que ser interesante para las empresas privadas porque, en caso contrario, no lo harían.
P. ¿Cómo han logrado reunir tantas casas?
R. La razón por la que tenemos tantas viviendas asequibles en comparación con otras ciudades es por el legado. Alrededor del 50% del parque total de vivienda es propiedad de la empresa municipal o de una cooperativa sin ánimo de lucro.
P. ¿Cómo trabajan esas cooperativas de beneficio limitado?
R. Bueno, no tienen permitido obtener beneficios. Y los que tienen, deben reinvertirlos en vivienda asequible otra vez. Eso nos ha permitido construir o rehabilitar cada año entre 5.000 y 7.000 pisos de protección oficial.
P. ¿Cuánto pagan las familias por estos alquileres?
R. Son 6,67 euros por metro cuadrado al mes. La cuantía de la renta es la misma esté donde esté ubicado el piso y tampoco depende de lo que cobres.
P. Entonces, quienes ganan menos destinan una mayor parte de sus ingresos al alquiler.
R. Entiendo ese debate, pero lo que nosotros queremos es crear un ecosistema social variado y atraer también a quienes tienen ingresos más altos. Por eso, no creemos que haya que incrementar el alquiler a estas personas. Si no, estarías penalizando a quienes tienen éxito en su vida laboral.
P. ¿Cuál es la principal crítica al sistema?
R. Que se financia a través de los impuestos. Tenemos un impuesto de contribución urbana que tienen que pagar todos los trabajadores del país. Supone un 1% de los ingresos brutos. Cada año, Viena recibe procedente de este gravamen alrededor de 250 millones que puede invertir en nuevas viviendas o en la rehabilitación del parque antiguo. Aun así, Viena invierte mucho más, cerca de 450 millones de euros al año.
P. ¿Cómo controlan el auge del alquiler turístico?
R. Hemos modificado nuestra normativa. Subarrendar un apartamento municipal o financiado con ayudas públicas es un motivo de desahucio. Estamos trabajando en el modo de controlar esta actividad.