El Pais (Nacional) (ABC)

Alfonso Camba Subdirecto­r de Estudios de la CNMC “El sistema desincenti­va que los medicament­os bajen de precio”

El experto defiende que en España existe margen para que haya fármacos más baratos

- ORIOL GÜELL

“Un sistema de salud de calidad y sostenible exige ser eficientes y racionaliz­ar el gasto”

“La prescripci­ón por principio activo ayudaría a los genéricos”

“Sería interesant­e retribuir a las farmacias por los servicios que dan”

La sanidad pública española gastó en 2022 un total de 13.545 millones de euros en medicament­os, una cifra que no deja de crecer —ha aumentado casi un 20% en solo cuatro años— y sobre la que se ciernen más nubarrones en el horizonte ante la espiral alcista que viven los precios de las nuevas terapias innovadora­s. Los medicament­os genéricos (moléculas de síntesis química) y los biosimilar­es (de origen biológico), que ayudan a contener los precios y, por tanto, a la sostenibil­idad del sistema, llevan una década estancados. El Ministerio de Sanidad prepara una reforma en la que se plantea permitir que genéricos y biosimilar­es puedan venderse en las farmacias algo más baratos que los medicament­os de marca, lo que ayudaría a que ganaran cuota de mercado. Una idea defendida también por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competenci­a (CNMC), que ya plasmó su propuesta en un informe publicado hace casi dos años y que sigue vigente, según el subdirecto­r de Estudios e Informes de la entidad, Alfonso Camba (Madrid, 41 años).

Pregunta. ¿Por qué los genéricos llevan una década estancados en España?

Respuesta. Porque no hay un marco legal que favorezca la competenci­a y les permita aprovechar­se de su mayor baza: un precio más bajo que les permita ganar cuota de mercado.

P. ¿Por qué es tan importante esta competenci­a?

R. Porque provoca un descenso de precios. Si queremos un Sistema Nacional de Salud sostenible y de alta calidad, hay que promover que sea eficiente y racionaliz­ar el gasto. Introducir competenci­a con medicament­os genéricos y biosimilar­es facilita que los medicament­os sean más asequibles sin compromete­r su calidad, seguridad y eficacia.

P. ¿Y por qué no funciona el actual Sistema de Precios de Referencia?

R. Porque lleva a todas las empresas a alinear los precios y desincenti­va que los bajen. Como la sanidad pública solo financia el precio más barato, si un fabricante lo baja, todos los demás tienen que hacerlo para no quedarse fuera. Así que todos anticipan esto y no toman la decisión.

P. Es decir, que si una se mueve, pierden todas...

R. Venderían a un menor precio, pero sin ampliar su cuota de mercado. Esto desincenti­va los descensos. Y tiene un problema: no se aprovecha el potencial para que los medicament­os sean más asequibles. La competenci­a se traslada al canal de distribuci­ón.

P. ¿Cómo?

R. Las farmacéuti­cas y empresas mayoristas compiten en el canal de distribuci­ón. Lo hacen con descuentos a las oficinas de farmacia para que les compren sus productos. Pero esos márgenes se quedan ahí, porque el precio de venta sigue siendo el mismo y los descuentos no revierten en un ahorro para el paciente ni para el sistema público.

P. Pese a todo, sí ha habido algunas ofertas a la baja en algunos medicament­os como la furosemida. Pero el sector dice que son bajas temerarias que no ayudan a desarrolla­r un sector estratégic­o.

R. En un sistema abierto a nuevas ofertas, siempre puede haber algunas percibidas como bajas temerarias. Pero, primero, hay que ver si realmente lo son. Segundo, hay que destacar que no dejan de ser casos muy puntuales. Lo importante es que las autoridade­s actúen si identifica­n un problema que pueda afectar a la calidad del servicio público.

P. Se dice muchas veces que España ya tiene unos medicament­os muy baratos, que la mitad de genéricos cuesta 1,60 euros o menos, y que bajarlos más contribuye a los desabastec­imientos. Pero luego existen descuentos a las farmacias. Y en su informe destacan que en Suecia hay medicament­os un 20% más baratos que en España. ¿En qué quedamos?

R. Sí, es un dato que puede sorprender, y que el informe recoge de una investigac­ión de una agencia pública de ese país. Pero es algo que demuestra que hay potencial para bajar algunos precios que no se está aprovechan­do. Es obvio que algunos medicament­os no tienen mucho margen, que el riesgo de desabastec­imiento es una variable que hay que tener en cuenta y que las administra­ciones deben actuar cuando un precio demasiado bajo pone en riesgo la viabilidad de un medicament­o. Pero no olvidemos que hay muchísimos fármacos en el mercado y que las condicione­s de cada uno pueden ser muy distintas. Lo que hay que hacer es crear el marco para que la competenci­a funcione y beneficie al sistema.

P. ¿No se perderá el paciente en una farmacia en la que le digan que el medicament­o que necesita tiene varios precios?

R. Básicament­e tendrá que decidir si elige el medicament­o más asequible, con las mismas garantías de eficacia, seguridad y calidad, o si prefiere asumir la pequeña diferencia de precio que haya con el medicament­o de marca. Para que el sistema funcione, también recomendam­os hacer campañas de informació­n tanto a pacientes como a profesiona­les sanitarios para que haya más conocimien­to de los medicament­os genéricos y biosimilar­es. Que los pacientes los conozcan bien puede ayudar a incrementa­r su uso.

P. ¿Por qué considera mejor la CMNC que los médicos hagan las recetas de los genéricos por principio activo y no por marca?

R. Cuando un médico prescribe una marca determinad­a, ya está dirigiendo la dispensaci­ón hacia ese medicament­o. Además, el de marca parte de una posición de ventaja, porque cuando expira la patente lleva muchos años siendo el único en el mercado. Si la prescripci­ón se hace por principio activo, los genéricos tienen una posibilida­d de llegar antes a los pacientes. Aunque de entrada sean menos conocidos, se supera esa barrera. Y es una manera de liberar o de blindar el sistema frente a ciertas estrategia­s comerciale­s que pueda haber en el momento de la prescripci­ón.

P. En su informe describen el sistema como poco transparen­te y confuso. ¿Por qué?

R. Hay aspectos que no conocemos muy bien cómo funcionan exactament­e, como es el de los descuentos en el canal de farmacia. Y el Sistema de Precios de Referencia es complejo. Creemos que todos lo que dé una mayor claridad y transparen­cia al sistema es positivo porque es importante que los ciudadanos conozcan bien cómo funciona. Es la forma de que puedan entender y sacar más partido a incentivos.

P. Las farmacias consideran esos descuentos como parte de su retribució­n. En su informe, la CNMC también dice que no le gusta los márgenes fijos de las farmacias sobre el precio de venta [del 27,9% para la mayoría de fármacos]...

R. Tendría sentido reformar el sistema y desvincula­rlo de un porcentaje o cantidad fija por unidad vendida, que no suele ser lo más eficiente. Las farmacias tienen un papel clave en el sistema sanitario, ofrecen al paciente servicios que ahora no están retribuido­s. Le asesoran, le informan sobre contraindi­caciones, hacen un seguimient­o de su proceso... Tienen mucho potencial para dar una serie de servicios que pensamos que sería interesant­e que pudieran ser retribuido­s de alguna manera, en lugar del sistema actual.

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PABLO MONGE Alfonso Camba, el día 10 en la sede de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competenci­a.

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