Israel no ha demostrado aún el vínculo de Hamás con la oficina de refugiados
La investigación de la ONU señala que la UNRWA debe reforzar sus sistemas de neutralidad. La acusación provocó que 16 Estados miembros cancelaran sus ayudas
Un estudio independiente encargado por el secretario general de la ONU, António Guterres, ha concluido que Israel aún no ha aportado pruebas que demuestren que personal de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, esté vinculado a organizaciones islamistas como Hamás. Las acusaciones israelíes, formuladas en enero pasado, atribuyeron a una docena de trabajadores locales —el 99% de la agencia lo son— connivencia o relación con el brutal ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra en Gaza, por lo que el organismo lanzó una investigación interna, posterior al encargo de la evaluación independiente — que ha analizado la aplicación de los principios de neutralidad por parte de la agencia—, sobre los 12 supuestos colaboradores de Hamás, dos de los cuales han muerto. Las contribuciones a la UNRWA se cortaron tras esas acusaciones. La agencia es el principal canal de ayuda humanitaria no solo para los palestinos de Gaza, sino para los refugiados palestinos de toda la región.
Según la investigación independiente, dirigida por la exministra de Asuntos Exteriores francesa Catherine Colonna y presentado ayer en Nueva York, “Israel aún no ha aportado pruebas que demuestren” las acusaciones. Al contrario, la agencia dispone de marcos sólidos para garantizar los principios de neutralidad humanitaria, aunque persisten algunos problemas que podrían llevar a algunos donantes a revisar la congelación de su financiación.
Las críticas de connivencia o implicación en el ataque del 7 de octubre, que Israel amplió en marzo al afirmar que más de 450 miembros del personal de la UNRWA eran operativos militares en grupos terroristas de Gaza, llevaron a muchos de los principales Estados donantes, con EE UU a la cabeza, a suspender su financiación y provocaron el despido de varios trabajadores de la agencia. La mayoría de los principales donantes han reanudado la financiación, como Canadá. El Reino Unido espera a las conclusiones del informe para decidir. EE UU es distinto: el 22 de marzo, el Congreso prohibió permanentemente el apoyo financiero a la UNRWA.
La financiación suspendida por parte de 16 Estados miembros ascendió a unos 450 millones de dólares (unos 420 millones de euros). La UNRWA “desempeña un papel indispensable en la región, como salvavidas de ayuda humanitaria y provisión de servicios básicos a la población (...) Dentro de la estructura de la ONU, su papel es capital”, subrayó Colonna en la presentación del informe, “la comunidad internacional tiene la responsabilidad de apoyar a la UNRWA”.
Los Estados miembros solicitaron más información sobre lo ocurrido, así como un refuerzo de los mecanismos de neutralidad existentes en la UNRWA, incluida la investigación y supervisión del personal. En paralelo a la evaluación dirigida por Colonna en colaboración con tres reputados institutos de derechos humanos —el Instituto Raoul Wallenberg, el Instituto Chr. Michelsen y el Instituto Danés de Derechos Humanos—, la oficina de asuntos internos de la ONU realiza su propio escrutinio “para determinar la veracidad de estas acusaciones”. El informe dirigido por Colonna concluye con una lista de recomendaciones para mejorar la neutralidad y transparencia de la agencia, “una hoja de ruta” para avanzar, en definición del portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric.
La exjefa de la diplomacia francesa apuntó también que la puesta en marcha de las recomendaciones, que son “concretas y factibles”, puede necesitar de financiación adicional. “Los países, como las personas, a veces cambian de opinión y esperamos el retorno de esos donantes” que cancelaron su apoyo, manifestó el portavoz de Guterres.
El informe concluye que la UNRWA ha proporcionado regularmente a Israel listas de sus empleados, con su cédula de identificación, y señala: “El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí informó de que hasta marzo de 2024 habían recibido listas de personal sin números de identificación (ID, cédulas de identificación) palestinos. Basándose en la lista de marzo, que contenía números de identificación palestinos, Israel hizo públicas afirmaciones de que un número significativo de empleados son miembros de organizaciones terroristas. Sin embargo, aún no ha aportado pruebas que lo demuestren” a pesar de las reiteradas peticiones de “nombres y pruebas que permitan a la UNRWA abrir una investigación”.
El informe constata que la UNRWA ha establecido un número significativo de mecanismos para garantizar el cumplimiento de los principios humanitarios, con énfasis en el principio de neutralidad, y que posee un enfoque más desarrollado de la independencia que otras entidades similares de la ONU y algunas ONG que operan en la zona. El Marco de Neutralidad de UNRWA se estableció en 2017 y cubre áreas sustantivas que incluyen la imparcialidad de su personal, de las instalaciones, de los activos (en particular los vehículos) y otras áreas.
No obstante, subraya el texto, persisten los problemas relacionados con la neutralidad, como “casos de personal que expresa públicamente opiniones políticas, libros de texto del país anfitrión con contenido problemático que se utilizan en algunas escuelas de la UNRWA y sindicatos de personal politizados que amenazan a la dirección de la UNRWA y causan interrupciones operativas”. Otro objeto de preocupación son los currículos de los empleados y la utilización falsaria de instalaciones de la agencia.