Colas para crónicas del descontento
“Si no viene en cinco minutos, tengo que volver al teletrabajo, que me he escaqueado y me van a pillar”, decía ayer impaciente Begoña en la cola de Beatriz Serrano. Son las 11.20 y se retrasa en su segunda firma del día la autora de la novela El descontento (Temas de Hoy, 2023), el fenómeno español de la última feria de Londres, donde su traducción al inglés se vendió por seis cifras y se acordó expandirse a nueve mercados internacionales. Begoña se ha autorregalado ese libro porque su compañera de trabajo le dijo que era “clavadita” a Marisa, la protagonista, una joven asqueada del trabajo y de las rutinas inútiles de su empresa.
Cuando la autora llega porque su taxi estaba atrapado en la riada de paseantes del centro, Begoña se ha marchado. El resto sigue ahí. “Todavía no me he tomado ni un café, pero no pasa nada, emociona esta gran fiesta del consumo cultural”, contaba la periodista, que se estrena en Sant Jordi y se ve “abrumada” por el recorrido de su debut, ya por la quinta edición. “Supongo que si está funcionando es porque los lectores hacen clic con ese malestar frente a la cultura laboral. Al leerlo, comprenden que no son los únicos”, apunta entre dedicatoria y selfi.
Más allá de las aglomeraciones por los mediáticos habituales, en Barcelona brillaron las colas por otras crónicas del descontento. Lectores identificados con novelas y ensayos sobre las derivas y angustias contemporáneas. “Es un fenómeno imparable, las mujeres que estamos repensando nuestros roles hemos conectado con todo tipo de público. A mi firma no solo vienen madres, también hay hombres o mujeres sin hijos”, explicaba la ensayista
Mar García Puig, ya en su segundo Sant Jordi con La historia de los vertebrados, un ensayo sobre la historia de la locura asociada al parto femenino.
“He esperado media hora de cola para Sara Torres [autora del fenómeno editorial que repiensa el deseo femenino, La seducción (Reservoir Books)], donde he conocido a una lesbiana malagueña maravillosa; unos 25 minutos para Henar Álvarez [autora de Ansia (Planeta)] y ahora estoy aquí, esperando a Anna Pacheco para después buscar la firma de Pol Guasch”, contaba poco después en la parada de la Central en calle Mallorca el también escritor Rubén Serrano, autor de No estamos tan bien (traducido recientemente al griego) y que firmaría pocas horas después como coautor
de (h)amor9 amigas (Continta me tienes, 2024), una antología de textos para reivindicar ese vínculo en múltiples formas.
Serrano conseguiría al poco la firma de Pacheco, que acaba de publicar Estuve aquí y me acordé de nosotros (Nuevos Cuadernos Anagrama), un ensayo sobre los efectos de la turistificación en Barcelona. La autora, que no pudo firmar cuando publicó su novela Listas, guapas, limpias por la pandemia, se mostraba agradecida por el impacto del texto, entre los más vendidos en no ficción según el gremio de libreros catalanes. “Creo que la gente se ha identificado con una visión que nos muestra al turismo de otra forma, hay cierto descontento que está empezando a cristalizar”, contaba.