“El periodismo es más difícil sin la lucha de las víctimas”
Los reporteros denuncian el impacto de un plan inmobiliario en Ciudad de México
Mítikah se podría explicar como un ambicioso proyecto urbanístico coronado por una majestuosa torre del mismo nombre de 267 metros de altura, la más alta de Ciudad de México. Pero Jennifer González (Aguascalientes, 38 años) y Alejandro Melgoza (Naucalpán, 33 años) prefirieron aproximarse a él desde otro ángulo, el de las colonias originarias del lugar que son víctimas de la voracidad inmobiliaria en la zona. Las nuevas edificaciones han quitado a los vecino un recurso natural como es el agua ante la inacción de las autoridades. La historia publicada por la plataforma N+Focus ha recibido el Ortega y Gasset a la Mejor Cobertura Multimedia, un trabajo en el que, junto a los dos investigadores, participaron otras 16 personas. “Esto ha sido un trabajo multidisciplinar”, subraya Melgoza.
Ciudad sin agua, un pueblo contra el gigante de Concreto es un cúmulo de información en forma de texto, gráficos, mapas, fotografías y vídeos que ha llevado más de un año de trabajo. Lo más complicado, explica González, fue dar con las estadísticas que están en el fondo de la batalla judicial de los antiguos habitantes de San Sebastián Xoco, que con los años han visto cómo se levantaban a su alrededor modernos edificios dotados de grandes cisternas de agua que provocan continuos cortes de suministro en las colonias humildes.
“Al final, se ve que en México el agua se administra como un bien privado, incluso eso, que es un bien público, se ha mercantilizado”, denuncia la periodista, que subraya que “hay tuberías, pero no el agua necesaria y, en cambio, se continúan dando más proyectos”.
Detrás de este plan urbanístico se encuentra Uno, un gran instrumento financiero que se dedica a promover, construir y administrar bolsas de bienes inmuebles que cotizan en Bolsa y que, en el caso de Xoco, tiene entre manos el mayor desarrollo inmobiliario de Latinoamérica, con todavía muchos años de recorrido por delante. “Es una hidra de muchas cabezas y mucha influencia y poder”, asegura Melgoza, quien denuncia “los conflictos de interés” en el caso.
La fuerza del proyecto llegó de los habitantes de Xoco. Jennifer González lo explica así: “Sin la batalla que dan las víctimas, los pobladores, sería muy complicado poder hablar de sus casos desde el periodismo. Nos permiten creer sobre en qué podemos convertir el periodismo”, señala la reportera, mientras su compañero también ve el revés de la situación: “El periodismo ha sido importante para poder llevar el caso a juicio”.