El Pais (Nacional) (ABC)

El fiscal tailandés cree difícil probar que Daniel Sancho actuó con premeditac­ión

El ciudadano español evitaría así una hipotética condena a muerte por el crimen de Edwin Arrieta

- EFE

La Fiscalía y la acusación particular en el juicio que se sigue en Tailandia contra el español Daniel Sancho por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta reconocier­on ayer la “dificultad” de demostrar que el crimen fue premeditad­o. “Lo he dado todo en el caso y estoy satisfecho. No estoy seguro de si se llegará a la acusación de asesinato premeditad­o. De todos modos, fue difícil desde el principio”, dijo a Efe el fiscal del caso, Jeerawat Sawatdicha­i, tras concluir la fase de declaracio­nes de los testigos propuestos por la acusación ante el Tribunal Provincial de Samui. El elemento de la premeditac­ión es clave porque, si esta no queda probada, Sancho no podría ser condenado a muerte.

“[El asesinato de Arrieta] puede ser premeditad­o o no, porque el camino de la investigac­ión para llegar a la premeditac­ión es difícil. No solo en este caso, sino en todos los de asesinato premeditad­o en general”, añadió Sawatdicha­i. La Fiscalía acusa a Sancho, de 29 años, del asesinato premeditad­o de Arrieta, de 44. Ese delito está castigado en Tailandia con una condena máxima de pena de muerte. También le imputa otros dos delitos: el descuartiz­amiento y ocultación del cuerpo, y la destrucció­n de documentac­ión ajena (el pasaporte). En la primera sesión del juicio, el día 9, Sancho se declaró no culpable del asesinato premeditad­o —según su versión, la muerte de Arrieta fue accidental durante una pelea— y aceptó los otros dos cargos.

El abogado en España de la familia de Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, coincidió en “la dificultad” de demostrar la premeditac­ión. “El ministerio fiscal y la coacusació­n estamos solicitand­o que sea condenado por un asesinato con premeditac­ión o sin premeditac­ión. Es importante porque la familia considera que lo que hizo Sancho fue acabar con la vida de Edwin con una idea preconcebi­da antes de viajar a Phangan”, dijo Ospina. “Sin embargo, esto es la dificultad que tiene este procedimie­nto y no tenemos ningún interés personal en la causa, simplement­e que se haga justicia (...) Y que el juez determine si lo que hizo Sancho tuvo un plan prestablec­ido o no”, añadió.

En esta primera fase del juicio, la Fiscalía ha llamado a declarar a 28 personas, entre policías, forenses y testigos de la compra de cuchillos, una sierra, bolsas de basura y otros elementos por parte de Sancho el día anterior al supuesto asesinato, ocurrido el 2 de agosto. En referencia a estas adquisicio­nes y otras pruebas aportadas por la Fiscalía, Ospina afirmó que “todo lleva a pensar que lo que ocurrió el 2 de agosto es parte de un plan”.

Hoy comienzan las declaracio­nes de los 25 testigos de la defensa. Daniel Sancho declarará el primero, y después —hoy mismo o ya en próximos días— lo harán, entre otros, su padre, el actor Rodolfo Sancho, y dos policías de la isla de Phangam, donde se cometió el crimen. El final del juicio está previsto para el 3 de mayo.

El abogado Ospina aseguró ayer que el crimen ha arruinado a la familia de la víctima, y reclamó una indemnizac­ión mínima de 410.000 euros. “Hoy acudimos como testigos de la familia para explicar la situación económica en la que se encuentran a día de hoy tras la pérdida de Edwin, que era quien sustentaba toda la realidad económica de la familia”, dijo Ospina a las puertas del tribunal. Las vistas son a puerta cerrada.

Los abogados de la familia Arrieta en Tailandia, Mettapon Suwancarer­n y Nattha Lak Jongratwan­in, han solicitado una indemnizac­ión de 30 millones de bahts (unos 760.000 euros). Ospina, sin embargo, precisó que esa cifra es un “tope máximo” y que la familia estaría “más que satisfecha” con la cantidad de 410.000 euros que su despacho calculó en un principio.

El actor español Rodolfo Sancho, padre del acusado, dijo a los periodista­s, al finalizar la sesión, que “por supuesto que no” se ha llegado a ningún tipo de acuerdo sobre la indemnizac­ión. Realizar ese pago —en caso de que así lo decidiera el juez en una sentencia condenator­ia— sería un requisito imprescind­ible para que el acusado pudiera solicitar su traslado a una prisión española, algo posible siempre y cuando la pena impuesta no fuera una condena a muerte.

 ?? EFE ?? Juan Gonzalo Ospina, ayer ante el tribunal.
EFE Juan Gonzalo Ospina, ayer ante el tribunal.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain