Las multinacionales españolas pagan en sociedades el tipo más bajo en cinco años
Los 123 grandes grupos del país tributaron al 14,4% en 2021, ejercicio en el que ganaron más de 98.000 millones, un aumento del 95% respecto al anterior
En pleno debate sobre la tributación mínima de las multinacionales, las grandes compañías españolas pagaron en 2021 un tipo efectivo sobre sus beneficios en el impuesto de sociedades del 14,4%, la tasa más baja de los últimos cinco años. Así lo revela el último Informe País por País (Country by Country Report, por sus siglas en inglés) que publicó ayer la Agencia Tributaria. Se trata de un informe estadístico que publica Hacienda desde 2016 elaborado a partir de los datos complementarios que tienen que presentar los grandes grupos con una facturación igual o superior a los 750 millones de euros en todo el mundo.
El gravamen que pagaron los grupos españoles en 2021 se encuentra muy alejado del tipo legal que marca la ley española —del 25% general sobre la base imponible y del 30% para compañías energéticas y banca— y, a su vez, por debajo del tipo mínimo del 15% que se ha consensuado en el seno de la OCDE y de la Unión Europea.
La preocupación sobre cómo financiar la deuda acumulada en las últimas crisis es uno de los grandes asuntos que se debaten estas semanas en Bruselas y en Washington. El Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea han advertido a los países que deben ajustar sus cuentas para afrontar los desafíos del envejecimiento de la población, la transición digital y energética y las nuevas necesidades para la defensa. Y arrecian las voces que miran a las multinacionales como vía para que los Estados recauden más. Sin embargo, pese a los esfuerzos para armonizar un impuesto de sociedades global las grandes corporaciones encuentran vías para reducir su carga fiscal.
La caída que registra el tipo medio en 2021 respecto al ejercicio precedente es notable: más de 10 puntos porcentuales. En 2020, según muestran los datos de la agencia, el gravamen efectivo se situó en un anómalo 24,7% debido a los estragos causados por la crisis sanitaria y económica del coronavirus en los resultados empresariales y en sus beneficios. En años anteriores, marcados por la normalidad, el tipo siempre estuvo por encima. En 2019, el tipo medio pagado por las multinacionales españolas en el impuesto de sociedades a nivel global fue del 16,7%; en 2018 ascendió al 18,3%, y en 2017 llegó al 17%. Es decir, 2021 supone un regreso a las tasas habituales. “No obstante”, explica la Agencia Tributaria en un comunicado, “el 63% de los grupos multinacionales españoles (un total de 77 corporaciones) declaran pagar el 45% del impuesto de sociedades en el mundo, con un tipo efectivo promedio del 9%, mientras que los 46 grupos restantes acumulan el 55% del impuesto pagado con un tipo efectivo medio del 27,8%”.
La información publicada ayer refleja un sólido aumento de los ingresos y de los beneficios empresariales durante 2021. Las 123 multinacionales —con casi 13.700 filiales repartidas por todo el mundo— obligadas a declarar la información registraron en conjunto una cifra de negocio (facturación) de 902.724 millones de euros, un aumento del 19% respecto a 2020. Por su parte, las ganancias escalaron de los 50.471 millones a los 98.342 millones, un fuerte repunte del 95%. Sin embargo, el pago en sociedades llegó a los 14.168 millones, tan solo un 13% más que en un año antes. Como la cuota abonada aumenta menos que los beneficios, el tipo medio se hundió de un ejercicio a otro.
En 2021, muchos de los grupos españoles aprovecharon para deducirse de su resultado contable parte de las pérdidas acumuladas durante los meses de confinamiento en los momentos más duros de la pandemia. Esta estrategia legal les permitió reducir sensiblemente su factura fiscal durante ese ejercicio y además, les permitirá reducir el pago de impuestos en el futuro. Aún hay muchas compañías, sobre todo entidades financieras, que se deducen en el impuesto de sociedades las pérdidas generadas durante la Gran Recesión entre 2008 y 2012.
Todas estas cifras, sin embargo, aluden al conjunto de obligados tributarios. Es decir, si se analizan los números en detalle, el tipo medio soportado por algunas multinacionales llega a ser muchísimo más bajo. En concreto, 57 grandes empresas (el 46% del total) tributaron por debajo del umbral del 15%. Y de ellas, 26 registraron un tipo efectivo incluso inferior al 5%, con una media del 2,91%. Ese subgrupo alcanzó unos ingresos de 245.981 millones de euros y un beneficio posterior de 25.494 millones. En cambio, abonó a Hacienda únicamente 743 millones de euros. Lo que da cuenta de que los grupos mayores tributaron menos.
Otras 16 multinacionales obtuvieron 12.554 millones en beneficios y pagaron en sociedades 944 millones de euros, dando como resultado un tipo efectivo del 7,52%. También registraron un gravamen inferior al 15% otros 15 grandes grupos, con un tipo efectivo del 13,69% tras pagar 3.379 millones de euros después de haber obtenido unas ganancias de 24.681 millones. En total, las multinacionales que pagan por debajo del umbral del 15% obtienen el 64% de todos los beneficios analizados, pero soportan solo el 35% de la cuota del impuesto de sociedades. Las otras 66 grandes multinacionales analizadas tributaron a tipos medios que oscilaron entre el 17,11% y el 28,83%.
Todos los datos se extraen de la sexta edición del análisis que elabora la Agencia Tributaria a partir de la información suministrada por las grandes empresas a través del modelo 231 de declaración de información país por país. Este obliga a que las multinacionales españolas con una facturación superior a los 750 millones de euros en todo el mundo tengan que presentar los datos complementarios sobre su actividad y las de sus filiales. En concreto, deben dar cuentas de su número de filiales, cifra de negocio, sus trabajadores, los beneficios que han obtenido antes de impuestos y la cantidad que pagan en cada uno de los territorios. Esta información parte del compromiso suscrito por España con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el marco del proyecto BEPS (erosión de bases imponibles y traslado de beneficios, en sus siglas en inglés). Es un ambicioso plan para permitir a las autoridades tributarias que hagan un seguimiento de los impuestos pagados por los grandes grupos en todos los territorios donde operan.
Este compromiso de información fue suscrito hace una década por más de un centenar de países que trata de que las grandes compañías tributen allí donde hacen negocio. A raíz de este proyecto internacional, hace un par de años se alcanzó un acuerdo suscrito por más de 130 países para establecer un tipo mínimo de sociedades de al menos el 15%.
Hay compañías que se deducen en el gravamen pérdidas de la Gran Recesión
Hubo 26 empresas que registraron un tipo efectivo incluso inferior al 5%