Hasta Donald Trump vende biblias
El libro más comprado de la historia ofrece una gran diversidad editorial: hay versiones para niños, para mujeres, en cómic e incluso en formato de sopa de letras
La Biblia del rey James está considerada como una de las mejores traducciones del texto sagrado y también como una de las grandes obras de la literatura inglesa del siglo XVII. Es la elegida para formar parte de un curioso pack titulado God Bless América (Dios bendiga a Estados Unidos), que, además de las Escrituras, incluye un volumen de la Constitución de EE UU y otros textos fundacionales, como la Declaración de Independencia o la Declaración de Derechos. Como guinda, la letra manuscrita de God Bless the USA, del cantante country Lee Greenwood. En la portada, barras y estrellas. Cuesta unos 60 dólares (56 euros): es el producto para el que Donald Trump ha aceptado ser imagen publicitaria. Si la Biblia es el libro más vendido de la historia, no puede ser una mala inversión. Y, además, su promoción es también un acto de propaganda política.
“Todos los estadounidenses necesitan una Biblia en su casa, y yo tengo muchas: es mi libro favorito”, dice Trump en un vídeo promocional. “Debemos hacer a Estados Unidos rezar otra vez”, añade, parafraseando su lema Make América Great Again. No es la primera vez que el republicano promociona un producto: ya lo había hecho con zapatillas o perfumes.
La Biblia ha servido de guía espiritual a incontables individuos y sociedades, y por sus enseñanzas e interpretaciones se ha perseguido a herejes y se han entablado guerras. Es la historia de la creación del Universo, del pacto de Dios con el pueblo judío, de un profeta nacido en Palestina que predica el amor y la pobreza y crea una religión que se extiende por el mundo. “El mayor influencer de la historia”, le describía un musical reciente. Jesucristo.
“La Biblia es una colección de libros, independientes en origen, escritos por diferentes personas en diferentes momentos de la historia, se dice que inspirados por Dios”, explica Javier Alonso, filólogo semítico, biblista y profesor de la IE University. Se reúnen en un proceso de edición: primero el Antiguo Testamento, se cree que en el concilio de Jamnia, alrededor del año 90; luego, el Nuevo Testamento, que se formó gradualmente hasta el siglo III. “En este se hace un canon con los textos que recogen las principales tendencias del cristianismo en la época, y quedan apartadas otras tendencias, como las gnósticas”, añade Alonso. El gnosticismo, y los célebres evangelios apócrifos, se consideraron una herejía.
Según cuenta una leyenda, en el Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 para imponer una ortodoxia, una paloma entró volando y se posó sobre los cuatro evangelios canónicos: Lucas, Mateo, Juan y Marcos. “Desaparecen las corrientes más radicales y prevalece la corriente de Pablo… Precisamente siete de las cartas de Pablo son los únicos textos bíblicos de quien conocemos el autor, porque los evangelistas nos son desconocidos”, dice el experto.
La Biblia sigue su camino: si bien el Antiguo Testamento se escribe primero en hebreo y luego es traducido al arameo hasta llegar al griego; el Nuevo Testamento es escrito directamente en griego. De ahí pasará al latín, cuya versión más extendida, la vulgata, será el modelo para las lenguas modernas europeas. El primer libro que imprime Gutenberg es una vulgata: la imprenta ayuda enormemente a su difusión.
Pero además de un texto de existencia larga y procelosa, la Biblia es un objeto que se compra y que se vende. En 2020, según el libro Guinness de los Récords, la Biblia vendió 100 millones de ejemplares, en 100 países y 23 idiomas. La Sociedad Bíblica Británica calcula que en la historia se han vendido entre cinco y siete mil millones. Y también fue el libro más robado en las bibliotecas de EE UU. La Asociación de Editores Estadounidenses encontró que en los primeros 10 meses de 2023 los beneficios de las editoriales religiosas aumentaron un 7%, hasta los 630 millones de euros.
Digitalización
“En tiempos recientes, el mercado editorial de biblias ha experimentado una serie de transformaciones significativas”, dicen fuentes de la editorial Verbo Divino, que en 75 años de existencia ha distribuido alrededor de 100 millones de ejemplares. “La forma en que se produce, distribuye y consume ha evolucionado con el tiempo”, señalan. La digitalización también ha llegado, y se observa una tendencia creciente hacia las biblias electrónicas y las aplicaciones móviles que ofrecen fácil acceso a las Escrituras.
Otro fenómeno es la diversificación en las traducciones, formatos y estilos de presentación: hay biblias para niños, ilustradas o la Biblia Express (resumida en 100 historias). Una vistosa edición de la Biblia Reina Valera de la editorial Origen, con tapa dura, letra grande, una ilustración del león de Judá en la portada y las palabras de Jesucristo impresas en rojo. La Biblia de la mujer conforme al corazón de Dios, editada por Elizabeth George, especialmente enfocada a la mujer. El Génesis en cómic por el autor underground Robert Crumb, de gran literalidad, editado por La Cúpula.
O el Génesis publicado por Blackie Books, traducido nuevamente del hebreo por Javier Alonso, en lo que presumen es la única versión en la que no han intervenido entidades religiosas. Una versión que, por ejemplo, evita la palabra Dios para hablar de Yahvé y Elohim, que, por momentos, parecen dioses diferentes: el primero más humanizado, el segundo más distante y misterioso. Una visión laica, en prosa, que puede ser leída como una novela o como una mitología. Biblias con portada floreada o encuadernada colores de camuflaje. Por no hablar de los libros de sopas de letras basados en las Escrituras.
Lo recaudado no se destinará a financiar la campaña de Trump, según la web del producto que promociona el expresidente. Más bien, la empresa ha pagado a Trump para anunciar sus biblias, que recibe una comisión por cada venta, según explica The New York Times. Si Michael Jordan generó gran impacto en el modo de hacer publicidad desde los años ochenta colaborando con marcas como Nike o McDonald’s, el último eslabón de esta cadena podría verse en este Trump, tratando de colocar biblias entre el electorado más conservador.
El expresidente de EE UU promociona un tomo que incluye otros textos
La editorial Verbo Divino ha distribuido 100 millones de ejemplares en 75 años