Una historia real de acoso, el último gran éxito del boca a boca
El cómico Richard Gadd es el creador y protagonista de la serie ‘Mi reno de peluche’, basada en sus experiencias traumáticas
Tras el extraño título Mi reno de peluche se oculta el último gran fenómeno seriéfilo. Netflix estrenó casi de tapadillo el día 12 una serie de la que nada se sabía más allá de unas breves líneas de argumento: el acoso de una mujer a un cómico se convertía en algo enfermizo. Podría haber pasado desapercibida en la jungla de estrenos semanales si no llega a ser porque se ha convertido en un fenómeno del boca a boca.
Una semana después de su lanzamiento, los comentarios asombrados y entusiastas de quienes se habían acercado a ella convirtieron a Mi reno de peluche en uno de esos extraños casos en los que un título fuera del circuito comercial se convertía en un inesperado fenómeno. Lleva varios días en el número uno de lo más visto en España en Netflix y el día 16 ya sumaba 2,6 millones de visualizaciones. En su segunda semana sumó otros 13,3 millones de visualizaciones, siendo la serie más vista de la semana, número uno en 38 países, y confirmando así el fenómeno global. Y todo gracias a las recomendaciones personales. Y a una historia tan espeluznante y desasosegante que es imposible no hablar sobre ella a los demás.
“El episodio de televisión más escalofriante de todo el año”, titula su crítica The Guardian. “Un relato brillante y discordante sobre el acoso, la victimización y la agitación emocional”, dice Variety. “Una de las series más brillantes y perturbadoras de 2024”, sentencia Mashable. En la crítica hay cierto acuerdo en que es la serie del momento y en que es muy difícil recomendarla porque no es, ni mucho menos, para todos los públicos y todas las sensibilidades.
Esta historia de formato corto (sus capítulos duran en torno a media hora) y solo siete episodios arranca como la narración en primera persona del acoso que sufre un hombre, Donny (interpretado por Richard Gadd, también creador de la serie), un aspirante a cómico que se gana la vida en la barra de un bar. Su amabilidad con una mujer, Martha (encarnada por Jessica Gunning), a la que invita un día a un té desencadenará una obsesión que deriva rápidamente en un peligroso acoso. A partir de ahí, empieza a recibir decenas, cientos de correos cada día y visitas diarias al bar mientras ella le cuenta una vida que es solo fruto de su imaginación.
Pero la cosa no se queda en una mujer obsesionada con un hombre, y aquí entramos en el territorio de los destripes del argumento. Las actitudes de él y lo que va apuntando su narración con voz en off dan pistas de que hay algo más detrás, algo que explota en un escalofriante cuarto episodio, el más largo y más intenso de la serie, que viaja al pasado del protagonista y en el que se descubre que fue víctima de abusos sexuales por parte de un guionista con poder que le prometía trabajo y le adulaba mientras le drogaba para abusar de él. El trauma que le ocasionó le ha afectado hasta hundir su autoestima y creer que merecía lo que le ocurrió.
La trama está basada en las experiencias reales de su creador y protagonista, como explicó Gadd en una entrevista en The Guardian. En la vida real, Gadd sufrió acoso de una mujer 20 años mayor que él. Los mensajes que se muestran en la serie son reales. Por otro lado, en el monólogo Monkey See Monkey Do, que estrenó en el festival Fringe de Edimburgo en 2016, Gadd contaba la agresión sexual de un colega de trabajo. Su relato —no improvisado, como en la serie, sino preparado— le valió el premio al mejor espectáculo de comedia. Tres años después, en el mismo festival, presentó Baby Reindeer, en el que se basa la serie de Netflix.
En dos semanas ha acumulado unos 16 millones de visualizaciones
“Un relato brillante y discordante”, dice una de las críticas sobre la producción