Puigdemont promete “exprimir al máximo” la capacidad de condicionar al Gobierno
El alto en el camino de Pedro Sánchez ha marcado el arranque de la campaña electoral catalana y Carles Puigdemont trata de devolver el balón afirmando que él tiene capacidad de condicionar la legislatura española. Ayer en Argelers (sur de Francia), durante la presentación de su programa, el candidato de Junts per Catalunya avisó de que si es el próximo presidente de la Generalitat: “O recogemos el 100% de los impuestos que se recaudan en Cataluña, o no daremos apoyo a ningún Gobierno”. Además, reclama cancelar la deuda pública de la Generalitat con el Estado, a cuenta de las inversiones presupuestadas y no ejecutadas en Cataluña.
Cuando la campaña entra en la fase más decisiva, Junts ceba un argumentario que dio réditos a su antecesora Convergència: la bajada de impuestos. Puigdemont manifiesta que Cataluña sufre “una presión fiscal asfixiante” y se ha mostrado dispuesto a revisar los tipos impositivos, incluso a suprimir alguna tasa. Sus palabras vuelven a poner sobre el tablero una demanda crónica de las clases catalanas más acomodadas: la eliminación del impuesto de sucesiones.
Junts encomienda todo su despliegue de campaña a enaltecer la imagen de Puigdemont, y ha demorado hasta el arranque oficial de la campaña la presentación de sus propuestas electorales. Ayer le quitó finalmente el precinto a su programa y el candidato dio a conocer un plan de choque para los 100 primeros días de gobierno. “Para que se entienda que hemos venido a trabajar desde el primer día”, señaló desde el municipio del sur de Francia donde concentra toda su campaña electoral, a la espera de que se despliegue la ley de amnistía y pueda regresar a España sin riesgo a ser detenido. En la Generalitat “hace falta un reset” que revierta la “situación de fragilidad” que sufre Cataluña, aseguró y aludió a un “proceso de refundación” de la Administración catalana. Puigdemont aprovecha la campaña para apelar a un rebobinado en el tiempo que permita su “restitución” como president, después de quedar apartado de la Generalitat en 2017 por la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Uno de los pilares del discurso electoral de Junts es enarbolar la táctica que el partido llevó a cabo para negociar la ley de amnistía, y los bloqueos que su líder en el Congreso, Míriam Nogueras, impuso a la hora de aprobar la norma en la primera votación parlamentaria. Puigdemont defiende el “negociar de tú a tú” con el Gobierno, y habla directamente de “exprimir al máximo la situación” que tienen “de poder condicionar la política española”. “O lo hacemos ahora o no lo hará nadie”, afirmó Puigdemont. Los siete diputados que tiene Junts en el Congreso de los Diputados juegan un papel determinante para garantizar la mayoría del Gobierno.
Otro reto que recoge la hoja de ruta electoral de Junts tiene que ver con la inmigración. Presentarán en los primeros 100 días la propuesta de ley orgánica para el traspaso de competencias a la Generalitat para hacer una “gestión integral” de la inmigración.