La Seguridad Social embarga 4,5 millones a una empresa que cotiza a la baja a los músicos
El organismo avisa a entidades y artistas que tengan pagos pendientes con Actura 12 de que los redirijan
El presunto fraude fiscal en la facturación de conciertos por España se agranda. La Seguridad Social ha reclamado a la empresa Actura 12 una deuda de 4,5 millones de euros por su actividad en 2019. Y, ante la imposibilidad de cobrarla, ha embargado los ingresos que la compañía tenga pendientes de recibir. La medida consta en una notificación enviada el miércoles a entidades y artistas que fueran a realizar pagos a Actura 12: ahí se les dice que deben transferir ese dinero a la Seguridad Social. Se destapa así un segundo desajuste de la misma empresa: la Inspección de Trabajo ya detectó un agujero de seis millones de euros en sus operaciones en 2022 por “diferencias de cotización”. Es decir, por infracotizar repetidamente a miles de músicos en sus actuaciones por todo el país. Justamente la precariedad laboral del sector facilita un negocio que resta protección social a los artistas a la vez que provoca pérdidas millonarias para el Estado. Una fuente de Actura 12 aseguró que están en conversaciones con la Seguridad Social para solucionar el asunto y rechazó hacer más declaraciones.
La mayoría de los músicos generan ingresos escasos, y de forma muy intermitente. De ahí que no vean viable hacerse autónomos. Sin embargo, para cobrar los conciertos, se les exige casi siempre una factura. Al no estar dados de alta como trabajadores por cuenta propia, no pueden emitirla. Y ahí intervienen Actura 12 u otras compañías parecidas, conocidas como “empresas de facturación”. Contratan al artista por un día, emiten la factura, reciben el pago por parte del organizador — casi siempre ayuntamientos y entidades locales—, ingresan el dinero al músico y le dan de baja. Pero algunas, independientemente del caché del concierto, solo cotizan a la Seguridad Social por el salario mínimo. El resto se declara como dietas u “otros complementos no salariales”. Así, el músico recibe más dinero en el inmediato, pero pierde de cara al futuro. El negocio para las compañías reside en un porcentaje fijo de comisión. Y en el reclamo de ser las que garantizan al cliente más ingresos en el momento.
Este diario pudo acceder a unas 35 nóminas o liquidaciones de Actura 12 a distintos músicos referidas a 2022 y 2023. Los ingresos del artista varían (128, 150, 215, 300 o 400 euros), pero la cuota a la Seguridad Social siempre se mantiene mínima: 17 euros. Y en cuatro nóminas de Artistamente, otra empresa de facturación, referidas a 2022 y 2024, se repite la misma dinámica: se declara el salario mínimo (42,31 euros en uno de los documentos) y el resto como “otras percepciones no salariales” (274,70 euros, en el mismo caso). Por comparar, un ejemplo de nómina, en la web del despacho especializado Sympathy for the Lawyer, calcula 85,8 euros para la Seguridad Social en el caso de un músico que haya cobrado 220 por una actuación. La diferencia, multiplicada por miles de casos y conciertos, asciende a millones de euros.