Una guerra “similar” al conflicto civil español
Ruslán Pujov, director del CAST, resalta las similitudes entre la guerra en Ucrania y la Civil española: un frente posicional largo, densidades de tropas bajas y armas sin la potencia suficiente para romper las líneas defensivas. “Franco resolvió este problema con pequeños ataques aplastantes y la concentración de la aviación en sus ofensivas, lo que sería repetido por los alemanes con la guerra relámpago”, señala Pujov.
El frente de Ucrania tiene una extensión similar al español en 1938, unos 2.000 kilómetros, y cifras parecidas de combatientes. El presidente Vladímir Putin declaró en diciembre que unos 617.000 militares rusos participaban en su invasión. Las Fuerzas Armadas ucranias cuentan con 900.000 personas, y de estas, más de medio millón estarían operando en el frente. Según La Guerra Civil española, del historiador Hugh Thomas, republicanos y franquistas contaban con entre 450.000 y 600.000 soldados en 1938.
“Los republicanos tuvieron su oportunidad hasta el otoño de 1937”, afirma Pujov, “pero no pudieron resolver el problema de la lucha posicional y fracasaron en todas sus ofensivas. Una larga guerra de posiciones sin perspectiva de éxito condujo a su desintegración: comprendieron que podían resistir cinco meses o 10 años, pero su causa estaba perdida”.
Rusia sufre un problema parecido. “El ejército ruso no estaba diseñado para una picadora de carne tan intensa”, admite el director del CAST, aunque enfatiza que Moscú “reclutará a más gente y no perdona, ni a ella, ni a los demás, ni a civiles, ni a militares”. “Es la forma rusa de hacer la guerra. Y sí, es sangrienta y cruel”, advierte. No obstante, ambos países tienen problemas para alistar: “Son dos sociedades posindustriales modernas”.