Puigdemont rebaja a una labor de “voluntariado” el trabajo de los ‘mossos’ que lo escoltan
Pere Aragonès esquiva la polémica y asegura que los agentes pueden “hacer lo que quieran” en sus horas libres
El líder de Junts y expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, rebajó ayer a una labor de “voluntariado” el trabajo de los mossos que le escoltan en Francia, aprovechando días libres, y sin arma, tal y como avanzó anteayer EL PAÍS. Puigdemont también criticó que se investigue a los policías por lo que hacen en su tiempo libre para que él pueda “tener un mínimo de condiciones durante la campaña electoral”. “Es vergonzoso e impropio de regímenes democráticos”, lamentó en la red social X. Fuentes de su entorno desvinculan el tuit de una crítica al Govern de ERC. Posteriormente, Puigdemont intervinó ante la prensa sin preguntas en Colliure (Francia) y evitó pronunciarse sobre la polémica.
Los viajes de agentes de los mossos a Francia, fuera de servicio, para proteger al expresidente centraron el debate en el final de campaña. El presidente de la Generalitat y candidato de ERC, Pere Aragonès, esquivó la controversia, y enmarcó en una cuestión personal la labor de los agentes. Aragonès defendió, en una entrevista en La 2 y Ràdio 4, que “no tiene por qué haber problemas” si es fuera de horario y cumplen la ley, e insistió en que los policías fuera de servicio pueden “hacer lo que quieran” en su tiempo libre. El candidato sí admitió, sin embargo, que compete al cuerpo de los Mossos determinar si los agentes pueden haber incurrido en una falta disciplinaria, algo que ya están investigando, según fuentes policiales.
La escolta de Puigdemont es un problema desde hace más de seis años, cuando huyó a Bélgica, acompañado de agentes de la policía catalana. Los Mossos no pueden ejercer funciones de seguridad en el extranjero de manera oficial sin una autorización del Ministerio del Interior. Desde el inicio, mossos de la División de Escoltas acumularon días libres y vacaciones para viajar a Bélgica con Puigdemont. Cuando fue detenido en Alemania, el líder de Junts iba con dos agentes que acabaron juzgados, y absueltos. En 2019, la jefatura de los Mossos prohibió a los escoltas que acumulasen días para viajar al extranjero, lo que motivó cambios en la estructura policial. El entonces presidente Quim Torra ordenó que la escolta de presidentes y expresidentes dependiese de Presidencia, lo que permitía burlar el control operativo de los mandos de Mossos.
Paralelamente, el Departamento de Interior buscó una fórmula para dotar de una escolta fija a Puigdemont en Bélgica. La Audiencia de Barcelona condenó a cuatro años y medio de cárcel a Miquel Buch por enmascarar con un contrato de asesor el fichaje del entonces sargento Lluís Escolà para proteger a Puigdemont fuera de España. Escolà, del entorno personal del expresidente y desplazado también a Francia, fue condenado a su vez a cuatro años de cárcel. Ambos esperan beneficiarse de la Ley de amnistía. Durante todo ese tiempo, los distintos responsables de Interior han solicitado oficialmente al Ministerio del Interior, sin éxito, que los Mossos puedan proteger a Puigdemont en Bélgica, una seguridad de la que gozan todos los expresidentes.
Mientras los sindicatos mayoritarios en los Mossos d’Esquadra guardan silencio oficial sobre los escoltas, organizaciones de la Policía Nacional han pedido que tanto la Fiscalía como la administración investiguen la situación de los agentes de la policía catalana en Francia.
El cuerpo autonómico ha abierto una investigación interna
Sindicatos de la Policía Nacional piden a la Fiscalía que intervenga