Brufau: “Somos activistas contra el cambio climático”
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, negó en la junta general celebrada ayer en Madrid que la petrolera sea “ni retardista ni negacionista de la lucha contra el cambio climático”. “Somos absolutos activistas y lo demostramos cada día”, sentenció. En su discurso ante los accionistas, Brufau pidió que no se les malinterprete y reiteró su conocido discurso reclamando el principio de neutralidad tecnológica para lograr la reducción de emisiones de CO2, que solo será posible “si dejamos jugar a todas las tecnologías”. En este sentido, consideró que “el mantra de la electrificación es un auténtico error” y pidió paso al hidrógeno verde, la captura de carbono y los combustibles renovables. “Es una obsesión focalizarlo todo en la electrificación”, aseguró, y se preguntó si “no nos estaremos equivocando de camino”.
Según Brufau, las políticas de la Unión Europea, que calificó de “muy determinista”, no tienen en cuenta “si el ciudadano las quiere o no”. Y añadió que “el planeta no sigue las directrices europeas”.
El directivo aludió a la pérdida de competitividad industrial de Europa respecto a Estados Unidos y China: “Estamos en una encrucijada”, subrayó. Según sus palabras, “Europa se está dando cuenta de que la industria es un motor económico, un país sin industria es un país sin futuro” y se lamentó de que no se haya logrado el objetivo de que la industria llegue a representar el 20% del PIB. Y criticó la falta de unidad de Europa. “Basta ya de tener 27 sistemas bancarios, hace falta un mercado único”.
En este sentido, arremetió contra “el desigual” gravamen energético, que el consejero delegado, Josu Jon Imaz, calificó de injusto, ya que “castiga a las empresas que invierten en industria y en garantizar el suministro, pero no a los importadores”. E incidió en la importancia de una mayor coordinación en la defensa en Europa.
Brufau hizo alusión al declive de la industria en Europa, lo que achacó a la excesiva regulación que, muchas veces, “no es coherente o es excesiva” y “se basa solo en la sostenibilidad, en la reducción de emisiones y se olvida de la seguridad de suministro y el coste del suministro. Europa ha hecho poco énfasis en esto último”, señaló.