El Pais (Nacional) (ABC)

El Alavés frena en la última jugada al Girona

Al equipo de Míchel, autorizado para jugar la Champions en Girona, le faltó pegada

- RAMON BESA

El Girona se dejó dos puntos en el tiempo añadido de un partido que tenía ganado en Mendizorro­za. No paró de atacar el Alavés en el tramo final hasta alcanzar el empate con un cabezazo de Guridi. El 2-2 castigó al equipo de Míchel en sus ambiciones de quedar segundo y aspirar a la disputa de la Supercopa después que la UEFA haya accedido a que pueda jugar los partidos de la próxima Champions en su estadio de Montilivi. El Girona suma dos puntos más que el Barça a la espera de que los azulgrana reciban el lunes a la Real Sociedad.

El Girona no es precisamen­te un equipo conformist­a ni especulado­r sino que su ambición se mantuvo ante el Alavés. El equipo tomó enseguida la pelota y a los tres minutos ya cantó un gol en un córner botado por Tsygankov y cabeceado por Eric García. Una aceleració­n de Savinho había bastado para desajustar la defensa del Alavés. Aunque Míchel rotó al equipo titular, el Girona fue un equipo reconocibl­e por su fútbol ofensivo de la misma manera que el Alavés, también con cambios en la alineación, seguía fiel a su juego de transicion­es, fuerte en las bandas y percutor desde la segunda línea, el lugar desde el que ataca Guridi.

El volante remató una buena entrada por la izquierda de Guliano Simeone e igualó el gol de Eric después de una pérdida de balón del Girona cerca del área de Owono, titular ante Sivera en el tramo final de Liga. A pesar de tener el control del partido, el Girona perdió agresivida­d, demasiado blando también para combatir las llegadas del Alavés. La ausencia de Samu Omoridion no frenó a los muchachos de Luis García, que profundiza­ban bien por los costados y exigían a Gazzaniga. El Alavés disfrutaba con su fútbol intenso de su buena posición en la clasificac­ión y de su buena racha en la Liga.

No atinaron entonces los locales y despertó el Pichichi Dovbyk (20), mejor como armador del juego y asistente que como rematador, decisivo finalmente en un taconazo hacia Yangel Herrera que el volante remató a la escuadra izquierda de la portería de Owono. El meta estuvo especialme­nte inspirado ante Savinho. El partido del brasileño volvió a ser espectacul­ar por vertical y dañino, el jugador determinan­te para coronar el futbol de fuerte ritmo y alta velocidad del Girona.

Al equipo de Míchel, compungido por la lesión de Miguel, le faltó puntería para finiquitar el encuentro antes de que empezara la rueda de cambios y se volviera a activar el Alavés ante el empuje de la hinchada de Mendizorro­za. A los jugadores de Luis García, sin embargo, les faltaba presencia en el área rival después de ser muy generosos en su esfuerzo defensivo y de recuperaci­ón en la medular y ante Owono. Hasta que llegó el tiempo añadido, ya sin Savinho, y se volcaron en el área de Gazzaniga. El Girona reculó y acabó por ceder un empate a la salida de una falta rematada por el infalible Guridi.

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