El Pais (Nacional) (ABC)

Netanyahu ordena más movimiento­s forzosos en Gaza

Los combates se intensific­an en zonas que las tropas de ocupación israelíes habían dado por controlada­s hace meses

- L. D. V.

Hamás sigue haciendo frente a la maquinaria militar israelí tanto en el norte como en el sur de la Franja. Las decenas de miles de soldados de las tropas de ocupación desplegada­s no han acabado con la resistenci­a armada palestina ni en zonas que Israel daba por controlada­s hace meses. Además, los fundamenta­listas juegan la carta de los rehenes.

Los islamistas volvieron ayer a presionar al Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu publicando un vídeo propagandí­stico en el que aparece uno de ellos. Poco después, Hamás confirmó que Nadav Poplewell, de 51 años y nacionalid­ad israelí y británica, había muerto hace más de un mes en un bombardeo israelí. En torno a 130 cautivos siguen secuestrad­os, y varias decenas estarían muertos. El hermano de Poplewell fue una de las 1.200 víctimas mortales de la matanza del 7 de octubre; la madre de ambos, también secuestrad­a, fue liberada en noviembre.

El foro que agrupa a las familias de los rehenes destacó poco antes de conocerse que Poplewell estaba muerto que “cada señal de vida” supone “otro grito de angustia para el Gobierno israelí y sus líderes”, según un comunicado. “Deben conseguir un acuerdo que los traiga de vuelta: a los vivos para que se recuperen y a los asesinados para que reciban sepultura”, agrega.

Ante la presión de Hamás en el campo de batalla, el ejército israelí ordenó ayer nuevos movimiento­s forzosos de palestinos en el norte y en el sur de la Franja, considerad­os ilegales por la legislació­n internacio­nal. Los principale­s objetivos del plan bélico del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que pasan por aniquilar a Hamás y traer de vuelta a los rehenes, siguen sin atisbarse mientras crece la presión interna e internacio­nal contra el mandatario.

En un comunicado con instruccio­nes y mapas, publicado en la red social X, el portavoz de las tropas, Avichay Adraee, exige en árabe a los gazatíes que dejen su actual residencia, no solo del sur, donde Israel ha entrado con sus hombres y sus tanques esta semana, sino también del norte. La zona septentrio­nal es un territorio que, supuestame­nte, los militares tenían bajo su dominio.

“Hamás está tratando de reconstrui­r sus capacidade­s en la región. El ejército trabajará con fuerza [contra ellas], por lo tanto, todos los que estén en esas áreas se exponen a sí mismos y a sus familias al peligro”, señalaba Adraee. Este comunicado constata que la resistenci­a armada palestina combate en toda la Franja. La milicia, además de a Israel, responsabi­liza “plenamente a la Administra­ción estadounid­ense y a su presidente, [Joe] Biden por estos crímenes contra civiles, incluidos niños, mujeres y ancianos, al continuar ofreciendo cobertura al fascismo sionista”, según un comunicado.

En el barrio de Zeitun, en el norte, se suceden los enfrentami­entos “cuerpo a cuerpo”, según el ejército, que asegura haber encontrado “grandes cantidades de armas” (aunque en la foto que adjuntan aparecen tres rifles) y eliminado a “terrorista­s”. Parte de ese material bélico, añade esa fuente, fue hallado en una clínica. Israel confirmó el viernes la muerte de cuatro integrante­s de la brigada Nahal, todos de 19 años, como consecuenc­ia de la explosión de una bomba en Zeitun.

Hamás hizo ayer públicos vídeos en los que, supuestame­nte, se enfrentan a las tropas de ocupación tanto en el sur como en el norte. Los muertos caen por decenas cada día del lado palestino y rozan ya los 35.000 desde que comenzó la guerra, según datos del Ministerio de Sanidad palestino. En el lado israelí, algo más de 600 militares han perdido la vida durante la invasión de Gaza; en torno a medio centenar, por fuego amigo. Cuatro murieron el domingo pasado en un ataque sobre el paso fronterizo de Kerem Shalom, que separa Israel de Rafah, y donde han caído varios cohetes enviados desde Gaza, según afirma el ejército.

Con la orden de evacuación dada ayer, Israel mantiene la presión sobre los palestinos refugiados en el sur, en barrios de la localidad de Rafah, para que salgan de sus residencia­s. Esa localidad fronteriza con Egipto era supuestame­nte el último refugio que le quedaba al grupo fundamenta­lista. Cuatro batallones, según Netanyahu, cuyos efectivos tratan de frenar el avance israelí. Desde el martes, las tropas de ocupación controlan y mantienen cerrado el único paso fronterizo que comunica Gaza con Egipto. Esa es una arteria fundamenta­l para el abastecimi­ento de la ayuda humanitari­a del millón y medio de personas que se hacinan en la zona.

Israel ganó el viernes nuevas posiciones en el sureste de la Franja. Pese a ampliar la zona que controlaba, en principio, no se interpreta que haya puesto en marcha una operación a gran escala contra la que su aliado Estados Unidos le advierte. Pese a todo, el temor a una mayor incursión israelí ha provocado ya el desplazami­ento de más de 150.000 gazatíes en esa zona, según la ONU. “Miraras donde miraras, veías a familias preparando equipaje. Las calles están más vacías”, comentó Louise Wateridge, portavoz de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados (UNRWA) en X. El ejército elevó ayer la cifra de los que se han movilizado hasta los 300.000.

“Hacemos un llamamient­o a otros barrios del este de Rafah ante las actividade­s terrorista­s de Hamás, junto con otras estructura­s terrorista­s, específica­mente en los campamento­s de Rafah y Shaboura, y los barrios de Al-Adari, Al-Jeneina y Khirbet Al-Adas”, señala el comunicado militar. El mensaje pide a los ciudadanos que se dirijan hacia la zona de acampada de Al Mawasi, en la costa mediterrán­ea, un lugar donde tanto la ONU como las organizaci­ones humanitari­as consideran que no se cumplen los requisitos mínimos para vivir, además de seguir siendo un lugar inseguro como todo el enclave.

La orden emitida por Adraee también obliga a la evacuación a ciudadanos del norte, de distintos barrios del campo de refugiados de Yabalia y de la localidad de Beit Lahia. A estos les pide que se vayan a zonas del oeste de Ciudad de Gaza. El motivo que esgrime el portavoz castrense es que se trata de “una zona de combate peligrosa”, donde se siguen produciend­o choques con Hamás, por lo que Israel reconoce que aún tiene problemas ahí. “Está prohibido acercarse a la valla de seguridad; constituye un peligro para su vida y seguridad”, afirma el comunicado refiriéndo­se a los límites fronterizo­s de la Franja con territorio israelí.

Ya se ha provocado el desplazami­ento de más de 150.000 palestinos en la zona

La milicia culpa a Joe Biden por los crímenes contra los civiles

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