TRIUNFO CANADIENSE, Y ESPAÑOL, EN LA NBA.
El pívot español se corona con Toronto Raptors, un equipo gremial que hace historia al lograr el primer título para una franquicia no estadounidense y frenar la dinastía de los Warriors
Toronto Raptors se impuso a Golden State Warriors en la serie final del campeonato de baloncesto, que por primera vez gana un equipo de fuera de EE UU. En la foto, los jugadores españoles Marc Gasol e Ibaka festejan el título.
Es el primer título de un equipo no estadounidense en la NBA. Se festejó como propio en Toronto y en todo Canadá, en Camerún y en el Congo, y en España, por supuesto. Y en el montón de países de los que proceden muchísimos de los dos millones y medio de habitantes de una ciudad orgullosa de su diversidad étnica y cuyo nombre, según algunos lingüistas, proviene de la palabra hurona toran-ten, que significa lugar de encuentro. Lo ha sido, desde luego, para Marc Gasol, que, a sus 34 años, alcanza el pico de su carrera solo cuatro meses después de llegar a los Raptors procedente de unos Grizzlies que ya no daban para más. Y para Kawhi Leonard, que hace menos de un año estaba en el limbo de una situación esotérica por su lesión y sus desencuentros con los Spurs. Marc es ahora campeón, como Pau en 2009 y 2010 con los Lakers, los únicos hermanos que pueden decir algo semejante en la historia de la NBA. Un dato más, por si no bastara con su contrastada trayectoria y aquel salto inicial de 2015 que les enfrentó como titulares del All Star, que escribe otra página de oro en el deporte. Porque eso es haber destronado a Golden State Warriors, el mejor equipo del último lustro, en la final de la NBA. Lo consiguieron con un 4-2 en una serie en que cinco de los seis partidos los ganó el equipo visitante y los dos últimos por un estrechísimo margen: 105-106 para los Warriors en el quinto y 110-114 para los Raptors en el sexto, con el que se cerró el litigio.
Los duelos estuvieron marcados por la ausencia de Kevin Durant, el MVP de las finales de 2017 y 2018. Compareció durante 12 minutos del quinto para protagonizar una gran actuación y una dramática rotura del tendón de Aquiles. Y en el sexto partido, y cuando estaba siendo el mejor con 30 puntos, Klay Thompson tuvo que retirarse con rotura del ligamento cruzado que le hará ser baja unos nueve meses, como su compañero. El colmo de la desgracia para los Warriors. Pero esas circunstancias no socavan el tremendo mérito de los Raptors. Pusieron en práctica un estilo sinfónico, con muchas respuestas tácticas y aportaciones de sus ocho jugadores como si se tratara de una carrera de relevos. No importó que un día fallara Siakam, otro Lowry o Danny Green, o, como el último, Marc Gasol, que, desacertado en el tiro, se quedó en tres puntos, aunque añadió nueve rebotes, cuatro asistencias y, como siempre, su colosal trabajo en la defensa y en la circulación rápida del balón. VanVleet, por ejemplo, sumó esta vez 22 puntos.
Eficacia colectiva
La aportación de Marc ha sido fundamental y así lo ha reconocido el entrenador Nick Nurse y su ayudante, el seleccionador Sergio Scariolo, clave en el intercambio con los Grizzlies, en febrero. Serge Ibaka perdió la titularidad, pero no la relevancia de su aportación. Saliendo desde el banquillo fue temible para todos los rivales. La pareja de pívots española ha superado a varios de los mejores de la Liga: Vucevic (Orlando), Joel Embiid (Sixers), Brook Lopez (Bucks) y Cousins (Warriors).
Los Raptors, en definitiva, desUna
tronaron a los campeones de los dos últimos años —nadie enlaza tres títulos seguidos desde los Lakers en 2002— gracias a la eficacia colectiva, con una rotación de ocho jugadores utilizada a lo largo de los 24 partidos de playoff para dar cuenta de Orlando (4-1), Philadelphia (4-3), Milwaukee (4-2) y Golden State (4-2). Una trayectoria casi impecable y con momentos memorables como el tiro de Leonard que, tras rebotar cuatro veces en el aro, les dio el triunfo sobre la bocina en el séptimo partido ante los Sixers, que se habían adelantado por 1-2 en semifinales. La remontada fue todavía mayor en la final de Conferencia ante Milwaukee, que empezó dominando por 2-0.
Por primera vez reina en la mejor liga de baloncesto del mundo una escuadra no estadounidense. Canadá, el país en el que James Naismith inventó este deporte en 1891, toma la antorcha. Kawhi es el nuevo rey, MVP por segunda vez en su carrera, tras unas finales en las que ha promediado 28,5 puntos. Y lo celebra el baloncesto africano, muy representado desde el puesto de máxima responsabilidad deportiva con el nigeriano Masai Ujiri, el arquitecto del éxito, y la presencia del camerunés Paskal Siakam, que sumó 26 puntos en el sexto partido, y el congoleño nacionalizado español Serge Ibaka, con 15 puntos y tres rebotes.
Es la culminación de un proyecto iniciado en 1995 cuando la Liga se expandió a Canadá con la entrada de dos equipos, Vancouver, con un proyecto fallido que se trasladó a Memphis en 2001, y Toronto, una franquicia que perseveró pese a lo que le costó prosperar. Acumuló 179 derrotas y solo 67 victorias en las tres primeras temporadas, y fue el peor clasificado en 1998. Con Vince Carter y Tracy McGrady llegó por primera vez a los playoffs en 2000 y los disputó durante tres temporadas seguidas. Volvió a ellos en 2007 y 2008 con Bosh, Parker, Bargnani, Calderón y Garbajosa. Ahora, corona una etapa de seis temporadas entre los mejores y rompe con su racha fatídica ante los Cavaliers de LeBron: 4-0 en 2018, 4-0 en 2017 y 4-2 en 2016. Estaba escrito: tenía que ganar, precisamente, el año en que LeBron, tras ocho finales seguidas, no pudo clasificar a los Lakers siquiera para los playoffs.