Cultura garantiza el carácter público del Teatro de la Zarzuela
El real decreto ministerial sobre la unión con el Real crea una fundación y mantiene los derechos laborales de la plantilla
Asamblea celebrada el día 14 para informar de la unión entre los teatros Real y de la Zarzuela. El futuro del Teatro de la Zarzuela será sin duda público, a tenor del texto del real decreto que prepara la Secretaría de Estado de Cultura. Las voces críticas que demandan dicha titularidad para los próximos años van conociendo las intenciones del ministerio, pero, aun así, subsisten varios recelos. El anuncio de su unión con el Teatro Real, también de titularidad pública, en una fundación donde ambos mantendrían sus identidades propias, ha levantado protestas, manifiestos que demandan una gestión dependiente del Estado y amenazas de movilizaciones, incluida una huelga convocada a partir del sábado.
La norma garantiza que será una fundación pública adscrita al ministerio que dirige Íñigo Méndez de Vigo y que se preservarán las condiciones laborales de los trabajadores.
Este último asunto es el que más suspicacias despierta en la plantilla. Pero el borrador del real decreto, al que ha tenido acceso EL PAÍS, prevé incorporar como personal de la nueva fundación a quien figure en nómina del Teatro de la Zarzuela desde la fecha de su entrada en vigor. “Con los mismos derechos y obligaciones que tuvieran en el momento de su integración”, detalla el proyecto de ley.
La efectividad de la incorporación del personal funcionario se producirá mediante su contratación como personal laboral fijo “fuera de convenio de la fundación”, especifica el texto, “y su correspondiente declaración en situación de excedencia voluntaria por prestación de servicios en organismos o entidades del sector público institucional”. Estos empleados podrán reservar un puesto dependiente del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), al que actualmente está adscrito el Teatro de la Zarzuela, y mantener las mismas condiciones vigentes Más de 700 firmas de todos los ámbitos de la cultura y las artes han suscrito hasta el momento el manifiesto en defensa del Teatro de la Zarzuela, que dirige Daniel Bianco, que ha sido promovido por catedráticos españoles de Musicología, ante la posible absorción del coliseo por el Teatro Real. Entre los firmantes del texto figuran Ana Belén, Charo López, Alberto Corazón, Rosa Montero, Andrés Lima, Paco Mir, Pilar Bardem, Mercedes Sampietro, Lluìs Pasqual, Juan Echanove, Miguel Del Arco, Teresa Berganza, Ainhoa Arteta o Rosa Torres-Pardo. en el actual convenio único de la Administración General del Estado.
Eso en cuanto al personal. La afición también se ha movilizado. Una carta firmada por artistas y musicólogos circula desde hace varios días por todas partes exigiendo que el coliseo mantenga su estatus actual, ante el temor de que la zarzuela como género pierda el lugar de privilegio que le otorga un teatro dedicado casi exclusivamente a desarrollarlo. El real decreto dispone un tratamiento especial en su Disposición Adicional Primera y lo fija como obligación: “La programación de cada temporada incluirá representaciones del patrimonio lírico español en el Teatro Real y el de la Zarzuela”. Y puntualiza que dicha programación indica será “no inferior a la media de las tres últimas temporadas de la Zarzuela”.
El decreto presta atención especial a los artistas españoles: “Se promoverá su presencia en los elencos de las zarzuelas, con el mismo nivel medio de las tres últimas temporadas”. La fundación velará también por mantener la política general de precios en el Teatro de la Zarzuela, “incluidos los descuentos colectivos prioritarios”. En cuanto a la financiación del género, “mantendrá el nivel y, en la medida de las disponibilidades presupuestaria, mantendrá su progresivo incremento”.
La danza es una de las disciplinas que ha quedado un tanto descolgada de la polémica, pero también está incluida en el real decreto como beneficiaria. El Teatro de la Zarzuela continuará ofreciendo un escenario estable a la Compañía Nacional de Danza y al Ballet Nacional, dependientes del Inaem, con las condiciones vigentes en los últimos tres años.
Con la unión prevista no se hace más que volver a los orígenes, según apuntan fuentes del Real. El acuerdo que firmaron en 1995, cuando se constituyó la actual fundación que rige el teatro lírico, la entonces ministra de Cultura, la socialista Carmen Alborch, y el popular Alberto Ruiz Gallardón como presidente de la Comunidad de Madrid, ya preveía la gestión conjunta de ambos teatros.