Bandas sonoras con futuro
El rapero Kendrick Lamar plantea un cambio en la música para cine con su trabajo en ‘Black Panther’ La nueva tendencia alienta el doble papel del selector y comisario Jay-Z ya señaló el camino con su colaboración en ‘El gran Gatsby’
Black Panther, una de las películas más taquilleras en el arranque de 2018, está acompañada de una banda sonora única y rompedora que revaloriza el papel del comisario musical. Una figura al alza, cada vez más demandada y cotizada en la industria del videojuego, la restauración o las plataformas de streaming, que, sin embargo, tenían poca relevancia, hasta ahora, en las películas. En el caso de Kendrick Lamar, no solo ha seleccionado las canciones para la banda de Black Panther, también ha añadido otras de creación propia para darle más empaque a su tarea. El rapero californiano ha supervisado las piezas de la lista de temas, elegido a sus protagonistas, desde SZA hasta The Weeknd, e incluso se ha permitido la licencia de colaborar de una forma u otra en cada una de ellas.
Es una nueva forma de dirigir una banda sonora, más activa, incisiva y notoria, que difumina por completo la frontera entre lo que se supone que debe ser un encargo rutinario para Hollywood y lo que acaba siendo un proyecto personal dentro de su discografía. Según declaraba el propio Coogler en la presentación oficial de la película, la intención inicial era que Lamar grabara tres o cuatro canciones, pero la excitación del artista tras el visionado de algunas imágenes le animó a coger las riendas del proyecto y a hacerlo suyo por completo.
No es un caso aislado. La pasada semana se publicó la banda sonora de Con amor, Simon, comedia dramática dirigida por Greg Berlanti, que se estrenará en España el 28 de junio. El cantante, compositor y productor estadounidense Jack Antonoff, líder de Bleachers y miembro de Fun, ha asumido el protagonismo en un proyecto en que mezcla cinco pistas de cosecha propia con una selección subjetiva y personal de himnos de The Jackson 5, Whitney Houston o The 1975. Sin alcanzar el grado de participación de Lamar, Antonoff también va más allá del simple ejercicio de seleccionar y alcanza un objetivo parecido al del rapero: darle más notoriedad, relevancia, coherencia y personalidad artística a la banda sonora.
Acostumbrados a que sean los directores o productores quienes decidan el contenido y el orden de las compilaciones de sus películas, no parece mala idea dejar esa tarea en manos de músicos de renombre motivados ante el desafío. Kendrick Lamar y Jack Antonoff no inventan nada, simplemente intensifican y mejoran una idea que en los últimos tres años ha empezado a florecer y consolidarse en la industria cinematográfica. Jay-Z ya señaló el camino cuando aceptó la oferta de sanear la banda sonora de El gran Gatsby (2013): el rapero y empresario le propuso al cineasta Baz Luhrmann un listado con piezas de Lana del Rey, Sia, The xx, Florence and The Machine, e incluso una propia, la inédita 100$bill, para trasladar al presente la esencia artística de los años veinte.
Un caso idéntico es el de Lorde, encargada de elegir la música de Los juegos del hambre: Sinsajo Parte 1, tercera entrega de la saga. Además de grabar Yellow Flicker, la canción principal de la película, la cantante apostó por un repertorio que incluía grabaciones de la vocalista Grace Jones, la banda Chvrches o el dúo de electrónica The Chemical Brothers y suponía un fiel reflejo de sus gustos y debilidades. El rapero Pharrell Williams se ha responsabilizado de la música de Dope, e incluso ha compuesto piezas que interpretan sus protagonistas en la ficción. El rapero Nas se ha ocupado del elenco que configura The Land o que Walshy Fire, miembro destacado de Major Lazer, ha sugerido los artistas de hip hop y reggae que forman parte del documental Be Inspired.
También el universo televisivo ha entendido los beneficios de la especialización. Series como Empire, que ha contado con el productor Timbaland, o Insecure, que atrapó a los espectadores con una banda seleccionada por la vocalista de R&B Solange, siguiendo la estela de Peaky Blinders. Con el infalible criterio de Antony Genn, miembro de The Hours, esta producción de la BBC destaca más por la banda sonora, con himnos de Nick Cave & The Bad Seeds, The White Stripes, PJ Harvey o Laura Marling, que por sus tramas y personajes.