Cae la compra de viviendas
Los británicos siguen siendo los mejores clientes foráneos del mercado inmobiliario español. Han comprado el 15% de las viviendas adquiridas por extranjeros entre el último trimestre de 2017 y los tres primeros de este, frente al 7,5% de franceses y alemanes, según datos del Colegio de Registradores. Este porcentaje es, sin embargo, casi seis puntos inferior al que tenían en 2015, cuando los británicos compraban el 21,34% de las casas adquiridas por extranjeros en España. respecto a hace cinco años, cuando se contabilizaban casi 400.000. Tan espectacular reducción se atribuye tanto a la caída del valor de la libra, que ha reducido el poder adquisitivo de los pensionistas residentes en España, como a la depuración de las estadísticas.
Aún así, la incertidumbre pesa sobre el futuro de la colonia británica en España, sobre todo si el acuerdo de salida de la UE entre el Gobierno de Theresa May y la UE no es ratificado por el Parlamento británico y el 30 de marzo del año próximo se produce un Brexit sin anestesia.
La primera consecuencia del divorcio entre la UE y el Reino Unido es que los ciudadanos británicos perderán la condición de comunitarios y, en consecuencia, no podrán votar en las elecciones europeas y municipales del 26 de mayo de 2019. Ni votar ni ser elegidos. Por lo que no podrán presentarse los actuales 37 concejales que tienen nacionalidad británica (19 en la Comunidad Valenciana, ocho en Andalucía y el resto en Canarias, Baleares, Cataluña, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Murcia). Representan el 43,5% de los extranjeros elegidos en las municipales de 2015, según datos recopilados por Ciudadanos, que ha pedido la adopción de medidas urgentes para garantizar que no pierden sus derechos políticos.
Doble nacionalidad
Más importancia tiene para los británicos conservar otros derechos, como los de residencia, trabajo o asistencia sanitaria. Aunque todos ellos están protegidos en el acuerdo de retirada, siempre que este no acabe naufragando, la única forma de garantizar por completo todos los derechos asociados a la ciudadanía europea es adquirir la nacionalidad de un país comunitario.
España admite la doble nacionalidad con los países latinoamericanos y con otros con especial vinculación histórica, como Guinea Ecuatorial o Filipinas, además de Andorra y Portugal, pero no con el Reino Unido. En teoría, los británicos que adquieren la nacionalidad española deben renunciar a la suya. En la práctica, no se controla si alguien lleva dos pasaportes en el bolsillo.